El Observatorio de Violencia documentó hasta julio un total de 256 suicidios en toda Venezuela. Según la lista de la organización, Mérida se ubica como el primer estado donde ocurren esos casos. Le siguen Aragua, con 9.8%; Zulia, con 8.2%; Barinas, con 7%; Portuguesa, con 7%; Trujillo, con 7%; Falcón, con 6.3%, y Lara, con 5.5%.
Aunque Lara se encuentra de octavo lugar en el ranking, el observatorio expresó preocupación por los casos que se documentaron en esa entidad.
Señaló el de una niña de 10 años de edad que se quitó la vida en su casa ingiriendo una sustancia tóxica y el de una adolescente de 15 años que saltó al vacío desde las torres de El Sisal, en Barquisimeto. En la misma ciudad, un adolescente de 12 años que habría sufrido abuso sexual se suicidó.
La crisis impacta en la salud mental
Gustavo Páez, coordinador de la ONG en Mérida, dijo que este año las condiciones socioeconómicas y la emergencia humanitaria en el país estarían impactando en la salud mental de los ciudadanos. Dijo asimismo que se ha evidenciado en niños, niñas y jóvenes una serie de desencadenantes que actúan en varios niveles, como el consumo excesivo de alcohol y drogas, el inicio de una depresión o una manifestación de alteración mental.
«El suicidio también se relaciona con crisis socioeconómicas, un contexto social deteriorado, familias disfuncionales y desestructuradas, desilusiones amorosas, rechazo a la orientación sexual diversa, fracaso escolar y universitario y situaciones de acoso en entornos, principalmente educativos, fenómeno conocido como bullying», indicó el experto, citado por el OVV en un reporte publicado en su página web.
En materia psicológica, añadió Páez, están las características de personalidad como la impulsividad, la autoestima o la dependencia emocional extrema.
Las investigaciones de la ONG en Mérida entre 2021 y 2022 mostraron que el suicidio o su intento en niños, niñas y adolescentes en Venezuela ocurre mayormente porque hubo un manejo inadecuado de las emociones asociadas a la impulsividad, irritabilidad, tristeza, incertidumbre, minusvalía, sensación de inutilidad, aislamiento y aspectos que llevan a la depresión. También la disfuncionalidad familiar con ausencia o poca comunicación entre padres e hijos.