Pedro Sánchez, jefe del gobierno de España, no recibió este martes al dirigente opositor Leopoldo López en el Palacio de la Moncloa, sino en la sede del Partido Socialista Obrero Español, donde conversaron sobre la situación en Venezuela.
El diario El Mundo señaló que, por lo tanto, Sánchez estuvo reunido en su condición de secretario general del PSOE y no de presidente del gobierno. Afirmó que el español no quiso comprometer al Ejecutivo, menos ahora que gobierna con Podemos.
El encuentro, indicó el medio, molestará al régimen de Nicolás Maduro. «En la política de gestos, el presidente del gobierno nunca se ha mostrado agresivo con Maduro, con el argumento de que es fundamental preservar los intereses en Venezuela», agregó.
Esta es la primera actividad que se hace pública del líder opositor de 49 años de edad desde su llegada a Madrid, tras haber salido subrepticiamente de Venezuela, donde lo sentenciaron a casi 14 años de prisión, acusado de incitar a la violencia en protestas contra Nicolás Maduro.
«El PSOE desea una vía pacífica, porque el pueblo venezolano debe sufrir lo mínimo. Apostamos por una solución política», señaló la organización política socialista en Twitter.
Antes de su escape el fin de semana, López había permanecido refugiado 18 meses en la residencia del embajador de España en Caracas, donde llegó tras participar en una fallido alzamiento militar junto a Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, entre ellos España.
Su llegada a España se produjo a pocas semanas de las elecciones legislativas del 6 de diciembre en Venezuela, que serán boicoteadas por los principales partidos opositores que las califican de un fraude.
El gobierno español, una coalición entre socialistas y la izquierda radical de Podemos, insiste en una solución negociada entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición que permita elecciones «con plenas garantías democráticas» para salir de la crisis.