El hospital de campaña del Poliedro de Caracas, creado como un centro centinela para la atención de pacientes asintomáticos y sintomáticos leves con covid-19, no escapa del colapso generalizado que padece el sistema de salud público del país. En medio de una segunda ola de contagios que atraviesa Venezuela, los insumos como el oxígeno son cada vez más escasos, mientras que el flujo de personas que buscan atención médica se incrementa cada día.
“Los insumos médicos son insuficientes para la cantidad de personas que se están atendiendo diariamente. Solo hay los mínimos necesarios. Cada día llegan más personas que son referidos de otros hospitales”, dijo a El Nacional un médico que labora en este hospital, y que pidió mantener su identidad en anonimato.
Capacidad hospitalaria
Inaugurado el 31 de julio de 2020, el hospital de campaña instalado en el Poliedro de Caracas contaba, según las declaraciones oficiales, con un total de 1.200 camas, distribuidas en dos áreas principales: una externa (900) y una interna (300).
Para este 8 de abril de 2021 la parte externa del hospital -conformada por 24 carpas- cuenta con 382 camas, de las que solo 210 están activas. Se encuentran ocupadas en la actualidad 184 y 26 están disponibles.
#FOTOS 📸 | Hospital Intermedio de Campaña instalado en el Poliedro de Caracas cuenta con carpas externas que tienen una capacidad de 900 camas para la atención de pacientes asintomáticos de COVID-19 pic.twitter.com/K9wC8RbU3L
— Prensa Presidencial (@PresidencialVE) July 31, 2020
Debido al incremento de contagios en el último mes, este centro centinela también está atendiendo casos moderados y graves de covid-19 pese a que no cuenta con los recursos para prestar atención a este tipo de pacientes.
“Hay pacientes de alta complejidad que requieren de laboratorios específicos que se toman cada hora, camas de cuidados intensivos, un ambiente controlado, y monitores, pero la estructura no tiene capacidad para eso”, advirtió el médico.
Para la fecha de la redacción de esta nota, se encontraban hospitalizados en el área externa del Poliedro 49 personas con insuficiencia respiratoria de moderada a grave y 145 asintomáticos o con síntomas leves.
En un principio el régimen también dijo que la instalación contaría con una unidad de cuidados intensivos (UCI), y con 13 ambulancias para trasladar a los pacientes graves a los hospitales. Sin embargo, esto no se encuentra disponible.
La cúpula del Poliedro presuntamente cuenta con 300 cubículos para atender a pacientes positivos asintomáticos, sintomáticos leves y moderados, pero El Nacional no pudo confirmar esta información porque el personal médico que labora en la parte externa no tiene permitido el acceso a esta área. El protocolo de bioseguridad dentro de estas instalaciones es muy estricto, y la zona está controlada exclusivamente por personal cubano.
Estado en qué se encuentran las instalaciones
El Nacional logró ingresar al hospital de campaña del Poliedro de Caracas y pudo comprobar que la mayoría de las instalaciones se encuentran en buen estado. Todo el equipamiento es nuevo: carpas, camas, camillas, tomas de oxígeno. Además, todas las áreas disponen de electricidad.
Hay una carpa destinada a los pacientes críticos que cuenta con camas clínicas y alrededor de 50 tomas para bombonas de oxígeno.
“Se puede hasta subir hasta 20% de la capacidad de tomas de oxígeno. Esto haciendo un esfuerzo entre los médicos y militares para poder brindar la atención”, señaló el médico.
También disponen de una carpa con aire acondicionado para ubicar a los fallecidos hasta que el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) disponga del cuerpo.
Cuentan con una unidad móvil para realizar rayos x, pero no tienen material para entregar las placas en físico. Los pacientes deben tomar una foto a la imagen con su teléfono, o el médico de guardia debe pasar por el lugar para ver la placa.
Los pacientes y el personal médico disponen de un gran número de baños portátiles. Están en condiciones óptimas. En otra área del estacionamiento hay duchas improvisadas que carecen de un buen mantenimiento.
Una vez a la semana personal del hospital recoge las sábanas de las camas de los pacientes y las lleva a un área de lavandería totalmente nueva en las instalaciones del Poliedro.
Asimismo, alejado de las carpas se encuentra un incinerador que se usa para quemar los desechos biológicos.
Insumos médicos
Aunque los insumos médicos en su mayoría son escasos, en el hospital de campaña de la capital disponen de un gran número de equipos de protección personal para el personal médico, así como de algunos medicamentos (antibióticos, sueros, dexametasona, vitaminas, aspirina, entre otros).
“El oxígeno es insuficiente. Básicamente es el insumo de mayor escasez. Una bombona de oxígeno puede durar de 6 a 12 horas, dependiendo de las necesidades del paciente, ya que en ocasiones solo alcanza las 4 horas de duración. Todo depende también de si la válvula está buena o no”, indicó el profesional.
Para saber cuántas bombonas se necesitan en un día, se toma en consideración el número de pacientes y la cantidad de oxigeno que requieren por hora. Sin embargo, se puede crear un déficit cuando los médicos abren cupos a otros pacientes que requieren de atención urgente.
Las personas deben esperar hasta cinco días a que se abra un cupo en el área de oxígeno, que actualmente está copado.
A los pacientes hospitalizados en el hospital de campaña se les garantiza las tres comidas diariamente.
“Allí se le trata de prestar atención a todas las personas. Quizás no es la atención más óptima pero es mejor que estar en casa sin nada de tratamiento o asistencia médica. Muchas de las personas que se encuentran aquí hospitalizadas son de escasos recursos, y al contar con sus tres comidas al menos pueden subir sus defensas y luchar contra la enfermedad”, destacó el médico entrevistado por el diario.
Otro insumo que presenta escasez son las pruebas PCR. Solo se aplican a los pacientes que están hospitalizados y que previamente resultaron positivos en el test de detección rápida (TDR).
Militares controlan el Poliedro
El hospital es controlado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Son los militares quienes están a cargo de los insumos, organización y seguridad de toda la parte externa, mientras que la cúpula está bajo el mando de los cubanos.
“De la parte militar que asumió el control del Poliedro y los recursos que allí se entregan los proporciona la FANB. El Ministerio de Salud forma parte de las decisiones, pero no tienen tanto poder como los militares. Es difícil que algo se salga de control allí porque quieren quedar bien ante la presidencia. Lo que no sé es si esta situación hace que haya menos recursos para otros centros de salud”, explicó el doctor.
Consideró que “es mejor que la FANB tenga el control porque tienen más recursos y mejor logística». «Hacen estadísticas, proyecciones, tienen expertos en la materia que son parte del componente del Ejército. Saben dar órdenes, conciliar los problemas, pero valoran los criterios médicos. Ellos no priorizan a nadie, no les importa cargo, todo el mundo es atendido por igual, y eso también es positivo”.
En cuanto al personal de salud, en el lugar laboran médicos cirujanos que se están graduando de universidades grandes de todo el país, hay un equipo de Barrio Adentro (médicos integrales comunitarios) y médicos militares.
Gran parte de los trabajadores médicos no perciben sueldo alguno, pero laboran en el lugar para poder cumplir con las horas de guardia necesarias para obtener el título universitario.
“En lo personal me importa poder contribuir y ayudar. No me hago esperanzas con el sueldo, y es lamentable porque es algo que se repite en todos los hospitales”, señaló el entrevistado.
No hay médicos especialistas. Por lo general los médicos cirujanos asumen la emergencia para estabilizar a los pacientes, y los integrales están a cargo de la hospitalización.
Protocolo para ingresar a un paciente
Las personas llegan desde muy temprano y hacen colas a las afueras del Poliedro, hasta el el personal de la milicia les permite el ingreso a las instalaciones. Entran en una carpa de espera, luego pasan por un área de desinfección y de allí a una sala de triaje donde le toman los datos e indican qué síntomas tienen.
Posteriormente se les hace una prueba TDR cuyo resultado entregan en aproximadamente hora y media. Esta prueba rápida de detección de antígeno SARS-CoV-2 que se realiza con una muestra obtenida a través de un hisopado nasal. Es efectiva en personas que presentan desde 0 a 7 días con síntomas.
Atienden entre 450-480 personas diarias. Entre 20% y 30% resultan positivos en la TDR.
Dependiendo de los síntomas que tenga el paciente y el resultado de la prueba, son enviados a rayos x, y se les mide el nivel de oxígeno en la sangre.
Quienes resulten asintomáticos y presenten síntomas de leves a moderados, son hospitalizados. Los médicos no recomiendan que quienes puedan presentar complicaciones se queden, pues las unidades de oxigeno son escasas y no cuentan con lo necesario para atender pacientes de alta complejidad.
Solo aceptan a pacientes críticos en el hospital de campaña cuando llegan por emergencia o referidos de algún hospital.
Las personas que salen negativo en la TDR son enviadas a casa con indicaciones médicas en caso de que presenten algún síntoma.
No aceptan menores de edad.
Al ingresar, a cada persona le entregan un colchón, sábanas y almohadas. Si son asintomáticos reciben un kit que contiene vitaminas, paracetamol, aspirinas, Azitromicina, Ivermectina y Carvativir.
Para no colapsar la capacidad del Poliedro, algunos pacientes asintomáticos son enviados en un autobús a hoteles.
Los pacientes que se recuperan solo pueden ser dados de alta luego de resultar negativo en una prueba PCR.
¿Qué pasa cuando muere un paciente?
Cuando muere un paciente lo primero que hace el personal médico es elaborar una micro historia clínica de la persona que envían a un sistema computarizado al que Senamecf tiene acceso. Luego se hace un informe médico y se procede a elaborar el la acta de defunción.
Los cuerpos son llevados a una carpa refrigerada donde son etiquetados en el pecho con un adhesivo en el que se coloca nombre, cédula, diagnóstico y contacto del familiar. Allí pueden permanecer unas dos horas, hasta que los militares trasladan a los difuntos a una morgue que se habilitó en los sótanos de la cúpula.
A partir de allí, Senamecf se encarga de contactar a los familiares para que acudan a tramitar el acta de defunción y el permiso de cremación. Todo lo correspondiente al papeleo lo pueden realizar en las instalaciones del Poliedro, donde hay una taquilla habilitada para estas gestiones.
Hasta el 7 de abril habían fallecido dentro de las instalaciones del hospital de campaña un total de 147 personas a causa del covid-19. Actualmente muere un promedio de 5 personas cada día.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional