La Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de contundente mayoría oficialista, aprobó este jueves por unanimidad llamar a un referendo consultivo para reforzar los derechos del país sobre la Guayana Esequiba, un territorio de 160.000 kilómetros en disputa con Guyana.
El presidente de la AN, el chavista Jorge Rodríguez, presentó la propuesta «para que el pueblo de Venezuela, por vía del voto secreto y directo, tome decisión y refuerce los inalienables derechos de Venezuela y su pueblo sobre el territorio de la Guayana Esequiba«.
Esta región, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes, que la han reclamado cada una como suya durante casi 200 años y se encuentra en un nuevo episodio de tensión, luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declarara competente para resolver la disputa, algo que Venezuela rechaza.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899, que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), una decisión contra la que Venezuela protestó de inmediato, en un reclamo que tras varias fases se mantiene hasta la fecha.
Venezuela defiende que el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, es el que rige esta controversia, pues -asegura- se trata del «único instrumento jurídico vigente» y depositado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para resolver con negociaciones la disputa.
Rodríguez dijo este jueves que la gran consulta nacional, cuya fecha de realización no ha sido estimada, será una ratificación por historia y por derecho de que este territorio forma parte indisoluble del sagrado suelo de la patria.
El gobierno rechazó el martes la «ilegal ronda de licitación» de bloques petrolíferos que lleva a cabo Guyana, al considerar que esta pretende disponer de áreas marítimas en la zona en disputa.
El presidente guyanés, Irfaan Ali, respondió que su país tiene derecho a desarrollar sus recursos en cualquier parte de su territorio, y reafirmó que el reclamado por Venezuela, situado al oeste del río Esequibo, pertenece a Guyana, declaraciones que fueron deploradas posteriormente por Caracas.
La llamada revolución bolivariana advirtió a las empresas que participen en ese proceso que aplicará «todas las medidas necesarias para evitar la explotación ilegítima de los recursos naturales que pertenecen» a Venezuela.