En el Zulia aumentan los casos de covid-19. En los últimos días, el régimen de Nicolás Maduro ha informado sobre incrementos diarios significativos de los casos de coronavirus, los cuales suelen vincularse en su mayoría con los migrantes venezolanos repatriados. De ellos, algunos ingresan por el paso colombovenezolano en Paraguachón.
Además, la semana pasada se informó acerca de la detección de un foco de infección en Maracaibo, específicamente en el conocido mercado Las Pulgas, lo que para los marabinos representa un verdadero drama ante las condiciones sanitarias en la entidad, declararon habitantes de la región a El Nacional.
Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen de Nicolás Maduro, dijo el miércoles que el virus muestra un comportamiento atípico, disímil y dispar en el estado Zulia, comparado con el resto del país.
Añadió que hasta ese día se habían contabilizado 121 contagios en solo 10 días en ese mercado. A lo cual se suman otros dos casos confirmados este jueves por Maduro. Con lo que la cifra asciende a 123.
Además, han ocurrido siete muertes, informó Rodríguez.
En ese sentido, Maduro expresó preocupación por la situación.
«El coronavirus en Zulia no ha llegado a grave, pero es amenazante. La enfermedad se traga al paciente y lo mata en cuatro días», dijo.
El Hospital Universitario no está en condiciones
Esta semana se difundió un video en redes sociales en el que se observa a una familia reclamar que los mantienen ingresados en el Hospital Universitario de Maracaibo, pese a no presentar sintomatología de coronavirus, mientras que otros pacientes con notorias dificultades de salud no son atendidos.
Al respecto, un ciudadano explicó a El Nacional que ese recinto no está en condiciones para atender eficientemente ni a los contagiados con coronavirus ni a los pacientes con otros problemas de salud.
«Ni los ascensores funcionan. Pero la mayor dificultad es que hace poco removieron al director y pusieron en su lugar a una médico integral», dijo.
Detalló que, en razón de esa sustitución, los pocos médicos y enfermeras del hospital se niegan a trabajar con normalidad.
A ello se unen las consabidas dificultades en materia de suministro de medicamentos e insumos, fallas de energía eléctrica y escasez de agua.