En el marco del Día del Maestro, cientos de docentes salieron a las calles para continuar con las protestas que iniciaron hace un año para exigir mejoras salarias, bonificaciones y discusión del contrato colectivo.
Pese a las trabas impuestas por el gobierno, tanto en la ciudad de Caracas como en otros estados del país los trabajadores del sector educativo salieron a las calles desde tempranas horas de este lunes 15 de enero para expresar sus reclamos a las autoridades competentes, que se niegan a solventar la grave crisis que padecen los docentes desde hace años.
En la capital, las concentraciones de los maestros inicialmente iban a llegar hasta el Ministerio de Educación, sin embargo, cambiaron los planes a última hora luego de que el gobierno nacional anunció una serie de actividades por la presentación de la memoria y cuenta de Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional.
Los docentes se reunieron en la Plaza Morelos, frente a la sede de la Defensoría del Pueblo, lugar al que también se sumaron otros gremios que también exigen mejoras salariales, pues en la administración pública los salarios rondan entre 10 y 30 dólares.
Frente al Ministerio de Educación, el chavismo dispuso una serie de tarimas, mientras que organismos de seguridad del Estado cerraron todos los accesos hacia el centro de Caracas para evitar el posible desplazamiento de los manifestantes.
Un piquete de la Policía Nacional Bolivariana fue desplegado en la avenida México, a la altura de la Escuela Experimental Venezuela, para impedir que la protesta de trabajadores y docentes avance hacia Parque Carabobo y el centro de Caracas, de acuerdo con la ONG Provea.
«Hoy estamos aquí para exigir que se firme finalmente la convención colectiva del sector educación, que liberen a los docentes detenidos, que tenemos derecho a reclamar en nuestra sede. Ese Ministerio de Educación le pertenece a todos los docentes activos y jubilados, a los obreros y administrativos. Hoy pretendieron sabotear una vez más nuestra convocatoria, pero aquí estamos firmes y decididos a recuperar la educación de nuestro país», manifestó Gricelda Sánchez, coordinadora de Fordisi, desde la manifestación.
También instó a la sociedad civil, a los padres y representantes a que se sumen a las protestas de los educadores. «Es por el futuro de sus hijos», añadió.
Las protestas de los maestros venezolanos iniciaron el lunes 9 de enero de 2023. Un año después, los motivos para manifestar siguen siendo los mismos: aumento de salario para todos los docentes activos, jubilados y pensionados y que se calcule de acuerdo con el costo de la Canasta Alimentaria, discusión y firma de la contratación colectiva, derogación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), el cual denuncian que disminuye los montos de las bonificaciones y las primas de los trabajadores.
A estos reclamos, los docentes suman la petición de liberación de sindicalistas detenidos, así como el traslado de manera arbitraria de maestros adscritos a las gobernaciones al Ministerio de Educación, mejoras de las condiciones de las escuelas públicas del país, entre otras.
En la mayoría de las protestas que se llevaron a cabo durante 2023 también se exigía la renuncia de Yelitze Santaella, ministra de Educación que todavía se mantiene en el cargo. Los docentes denuncian que la funcionaria se niega a llegar a un acuerdo.
Ya son casi 700 días los que ha pasado el gobierno nacional sin aumentar el salario mínimo, que se mantiene en 130 bolívares, mientras la inflación crece y con ella los precios de alimentos, pasajes y otros elementos esenciales para la vida de los venezolanos.
La mayoría de los docentes tienen sueldos que van desde los 10 hasta un máximo de 30 dólares, lo que les ha llevado a dedicarse a otras actividades para sobrevivir. Esto ha tenido un impacto en los días de clases de las instituciones públicas, que en su mayoría adoptaron un horario mosaico: clases presenciales solo dos o tres días a la semana.
Sobre este punto, Danielina Mayora, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros en el estado Mirada, señaló que los docentes se han visto en la obligación de adoptar estos horarios intermitentes debido a que los salarios no les permiten siquiera cubrir los pasajes para trasladarse a las instituciones.
Señaló que pese a todos esos inconvenientes los docentes venezolanos siguen ejerciendo su profesión a fuerza de vocación.
María Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros, exigió al gobierno la discusión de la tercera convención colectiva. «No es nada nuevo lo que estamos diciendo, es una continuidad de hace dos años», agregó.
«Estamos exigiendo que el gobierno nacional se siente con las ocho federaciones para discutir la convención colectiva», añadió la coordinadora de jubilados del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza del Gobierno del Distrito Capital.
Márquez también indicó que más de 100.000 maestros han migrado o renunciado a sus cargos en los últimos años ante la grave crisis del sector; mientras que Ofelia Rivera, coordinadora de la Unidad Democrática del Sector Educativo, señaló que más de 2 millones de estudiantes han desertado en los últimos años debido a las condiciones que atraviesan las escuelas.