Diosdado Cabello, ministro de Interior y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, afirmó el lunes que juramentarán a Nicolás Maduro el 10 de enero próximo como presidente del país.
«Arranca la Navidad, a pesar de que algunos sectores no quieren Navidad, porque no pueden darse ni Feliz Año ni echarse un trago, nada. Arranca octubre, noviembre y diciembre, y el 10 de enero juramentamos al presidente de la República», dijo.
Esto a pesar de que hasta la fecha las autoridades electorales del país, y a dos meses de las elecciones presidenciales, no han publicado los datos que demuestren que Maduro ganó los comicios. Caso contrario, la oposición democrática publicó en una página las actas que confirmarían que el ganador fue Edmundo González Urrutia, con casi 70% de los votos.
El chavismo se basa en datos no auditados del Consejo Nacional Electoral y en una decisión del Tribunal Supremo de Justicia que, sin tener competencia para ello y con un procedimiento cuestionado por su falta de transparencia, concluyó que los resultados anunciados por el ente comicial son verdaderos.
«No nos importan las presiones»
Cabello criticó a los países que piden que se restablezca la democracia en Venezuela. En su discurso, arremetió contra Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, quien apoya la resolución del conflicto en el país y advierte que el gobierno estadounidense aplicará las sanciones al régimen de Nicolás Maduro si «desoye» la voluntad expresada por los venezolanos el 28 de julio.
Su declaración responde a una publicación del diario ABC de España que señala que la administración de Joe Biden insta al gobierno español de Pedro Sánchez a que presione al régimen chavista.
«Es uno de los tontos útiles del imperialismo, cada vez que necesitan que alguien diga una estupidez, buscan a un tipo como Brian Nichols. La verdad es que no nos importan las presiones que le puede hacer Estados Unidos a España para que sigan con sanciones contra nosotros», opinó el dirigente chavista.
Y también atacó a Edmundo González, líder de la oposición venezolana:
«A ellos lo que los mueve es la plata, el robo. A Edmundo hay que agregarle que es un asesino de jóvenes, él tenía escuadrones de la muerte desde la Embajada de Venezuela en El Salvador en los años 80. Está acostumbrado a matar jóvenes, curas y ahora se le ve que es ladrón. Él huyó cobardemente como, según dicen por allí, huirá María Corina Machado».