El medio de comunicación colombiano Noticias RCN publicó varios audios del jefe del frente décimo de las disidencias de las FARC, Jorge Eliécer Jiménez Martínez, alias Arturo, en comunicación con sus soldados y los residentes de La Victoria, Apure, en el que le ofrece a Nicolás Maduro un diálogo para terminar los enfrentamientos.
«Hemos mandado comunicados donde estamos dispuestos a llegar a un diálogo. Estamos dispuestos a sentarnos en una mesa donde haya medios de comunicación para esclarecer ante el mundo, esa mal ideología satanizada que nos han hecho a nosotros, haciéndonos creer que estamos peleando territorio por narcotráfico», dijo Arturo.
Asimismo, aseguró que Maduro está siendo traicionado por integrantes de su círculo.
«Los traidores están dentro de ustedes mismos, andan con ustedes, comen con ustedes, ustedes los abrazan y los saludan con un antifaz, una máscara falsa revolucionaria», señaló.
Arturo enfatizó que el frente décimo no quiere enfrentar ni atacar a los soldados del ejército venezolano. «Estamos esperando una buena respuesta y ¿Qué es lo que han hecho?, siguen bombardeando, bombardeando y bombardeando y nosotros no hemos respondido», declaró.
Por otro lado, afirmó que posee varias diferencias con las fuerzas de Iván Márquez, y que está esperando que el régimen emita una respuesta oficial para terminar con el conflicto bélico.
También dijo que el frente décimo está siendo comandado por Gentil Duarte, quien según el disidente recibió bombardeos en Colombia.
Lo que se sabe de alias Arturo
Su nombre verdadero es Jorge Eliécer Jiménez Martínez y es jefe de una disidencia de las FARC, el frente décimo, habiéndose convertido en integrante de la exguerrilla en 1987, a sus 17 años de edad.
Durante 1991, fue ascendido a jefe del frente 28, con el que formó parte de ocupaciones guerrilleras como la de la base militar del Billas en marzo de 1998.
En 2004, su ambición por el dinero lo condujo a desertar de las FARC y llevarse consigo a un grupo de hombres, además de casi 160 millones de pesos.
Posterior a ello, fue detenido y procesado bajo los cargos de secuestro, rebelión, hurto y homicidio.
Su condena fue de 40 años, firmó un acta de compromiso con la Jurisdicción Especial para la Paz, acordando no volver a delinquir.
Tiempo después, se trasladó hasta Venezuela para volver a fundar, bajo las instrucciones Iván Mordisco, el frente décimo. Ahora es quien coordina ataques, extorsiones y reclutamiento de menores de edad.