La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, otorgó este lunes el premio Mujer Coraje a mujeres de 15 países, incluidas heroínas de Colombia, España, Guatemala y Venezuela, a las que prometió que EE UU apoyará y defenderá en su lucha por la justicia y la igualdad.
Biden garantizó que la nueva administración estará del lado de las niñas y mujeres de todo el mundo para defenderlas, en contraste con la política del gobierno de Donald Trump (2017-2021), en el que dijo, los derechos humanos pasaron a un segundo plano a favor de intereses políticos.
«Hoy volvemos a comprometernos con ustedes para ser merecedores de su valor y sabemos que nuestras vidas están ligadas de una forma poderosa. Eligiendo cada día honrar esa conexión, estaremos con ustedes mientras construimos un futuro más brillante para todos», aseguró la primera dama.
Sus palabras desataron aplausos en un auditorio del Departamento de Estado casi vacío por las restricciones del coronavirus y en el que cada año se celebra la entrega de estos premios.
Normalmente suelen acudir las mujeres homenajeadas, pero esta vez algunas intervinieron en unos breves videos.
La memoria de las mujeres en Colombia
En uno de esos videos, la activista colombiana Mayerlis Angarita habló de la «satisfacción» que siente al liderar la ONG Narrar para Vivir, fundada hace dos décadas para ayudar a mujeres víctimas de la violencia en los Montes de María, en el Caribe colombiano.
La propia Angarita tiene en su piel cicatrices del conflicto: su madre desapareció cuando era niña y ella ha recibido amenazas de muerte por su labor social.
Actualmente, su ONG agrupa a más de 840 mujeres y su objetivo es recuperar la memoria histórica de las supervivientes del conflicto.
Una voz por mejores hospitales en Venezuela
Otra de las premiadas es la venezolana Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, que impulsó las protestas sociales en su país de 2018 y a la que EE UU reconoció por estar en «la primera línea» de la lucha por los derechos de los trabajadores de la salud, sus pacientes y sindicatos.
«A pesar del hostigamiento, la enfermera venezolana sigue en la calle y seguimos en la calle porque estamos convencidos de que el coraje, la valentía y el compromiso son elementos esenciales para devolver al país la libertad y la democracia», aseveró Contreras en uno de los videos mostrados en la ceremonia.
Contreras ha sido una de las principales voces del sector de la salud que ha denunciado la grave crisis de los hospitales públicos en Venezuela.
Una vida convertida en una misión de socorro
Asimismo, Washington homenajeó a la religiosa española Alicia Vacas, responsable de las Misioneras Combonianas para Medio Oriente y Asia y quien ha convertido su vida en una misión de socorro.
Durante 8 años regentó una clínica en Egipto que atendía a 150 pacientes de bajos ingresos cada día y, luego, en Cisjordania, ha trabajado con la empobrecida población beduina.
En concreto, Vacas ha diseñado programas de formación para mujeres beduinas y ha creado jardines de infancia para los más pequeños, un mérito que mencionó este lunes el Departamento de Estado al otorgarle el premio.
Un «ícono de la justicia en Guatemala»
EE UU también reconoció la valentía de la jueza guatemalteca Erika Aifán, a la que consideró un «ícono» de la justicia en su país y quien está a cargo del Juzgado de Mayor Riesgo D del Organismo Judicial guatemalteco, por lo que preside en casos de alto nivel de corrupción y violencia.
Su alto perfil le ha convertido en objeto de difamaciones y amenazas de violencia.
En un video, Aifán reconoció que el sistema de justicia guatemalteco sigue presentando «retos», pero reiteró su compromiso.
«A pesar de las fuerzas de oposición que he enfrentado a lo largo de mi carrera, he procurado la lucha contra la corrupción y, junto con otros jueces, nos hemos esforzado para incrementar la transparencia en el sistema de justicia guatemalteco», aseguró.
Siete afganas premiadas a título póstumo
Por último, el Departamento de Estado premió a siete mujeres afganas asesinadas en 2020 y entre las que figura Fátima Khalil, quien trabajaba para la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán y que sufrió un atentado cuando iba a trabajar, ataque en el que también murió su chofer.
En total, además de las siete mujeres afganas, este lunes resultaron premiadas otras 14 mujeres originarias de Bielorrusia, Irán, China y Somalia, entre otros países.
Desde la creación de este galardón en 2007, el Departamento de Estado ha galardonado a más de 155 mujeres de 75 países.