Los larenses se reunieron en las calles de la ciudad este sábado, 14 de enero, para celebrar el Día de la Divina Pastora en su visita N°. 165 en la tradicional y tercera procesión más grande del mundo.
Los feligreses abarrotaron la entrada de Santa Rosa Lucía, luego de dos años sin poder realizar esta concentración debido a la pandemia del covid-19.
Procesión de la Divina Pastora
Desde las 5:00 a.m. las personas dieron inicio a la primera misa y luego la imagen fue sacada del templo para que las personas, en compañía de sus familiares y amigos, la contemplaran.
De acuerdo con información de La Prensa de Lara, la primera misa comenzó en Santa Rosa ofrecida por el padre Humberto Tirado. Luego a las 6:00 a.m. culminó la primera misa, mientras llegaban corredores que salieron desde El Obelisco, al oeste de Barquisimeto.
A las 7:00 a.m. sacaron la imagen de la Divina Pastora del templo de Santa Rosa para los creyentes presentes. Algunos de los feligreses se mantuvieron dentro de la iglesia haciendo vigilia, mientras algunos pagan promesa y otros asisten con sus seres queridos por devoción y tradición.
Hablan los feligreses en la procesión de la Divina Pastora
El Nacional conoció algunos testimonios de devotos que acudieron a la procesión y el denominador común fue la fe que tienen hacia la virgen.
«Me siento grandiosa, no se veía tanta gente desde hace tanto tiempo. Le pedí por la salud de mi hermana que está enferma y por la salud de mi mamá. Les pido a todos que vengan y sigan creyendo que esto está muy hermoso», dijo Carmen Oscado.
Por su parte, Danny Montero comentó: «Hemos conseguido a muchas más personas que anteriormente, hay muchos amigos y familias contentas. Tenemos 20 años caminando con la Divina Pastora y estamos rezando para los que están afuera y los que seguimos en Venezuela. Pedimos por la salud y el bienestar».
Alí Fernández, otro asistente a la procesión, indicó: «Vengo de San Felipe, estado Yaracuy y me parece que está espectacular. Se siente la procesión bonita, ver a la virgen es algo maravilloso que se vive todos los años. Pido la salud por mí y mis amigos. Le pido que me ayude a poder levantarme de la silla de ruedas».