El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, Ipys, publicó el jueves 13 de agosto su más reciente trabajo sobre las campañas de manipulación que se realizan desde el poder en redes sociales. El reporte, titulado La dictadura del Hashtag, parte de un estudio realizado por la Universidad de Oxford, El Orden Global de la Desinformación 2019.
Este último recopiló evidencias de dichas campañas organizadas formalmente en 70 países. Entre otros aportes, el estudio concluyó que Venezuela se ubica en el puesto 12 del mundo con tropas cibernéticas de gran capacidad que merecen una especial atención.
En cada país existe al menos un partido político u organismo de gobierno que utiliza las redes sociales para manipular la opinión pública a escala local, afirma el Ipys. Muchos regímenes autoritarios se han apropiado de las redes sociales. Esta propaganda digital se utiliza como una herramienta de control de la información para suprimir los derechos humanos fundamentales, desacreditar la oposición política o, también, acallar las opiniones discrepantes.
El trabajo de Ipys detalla que en el país existen tropas cibernéticas que diseñan campañas de desprestigio, escándalos distractores y cortinas de humo para alejar los temas importantes o reemplazar escándalos.
Asimismo, afirma que el régimen de Maduro tiene la tropa cibernética con mayor capacidad de influencia en Latinoamérica en la actualidad. Esta posición destaca también con respecto a otras regiones del mundo como, por ejemplo, Rusia y Cuba.
En el ranking global del informe Oxford, Cuba no aparece como un país con poderío digital. Sin embargo, existe una perfecta sinergia y alineación de esfuerzos entre cuentas que promueven la desinformación y las narrativas propagandísticas rusa, cubana y madurista. En el caso de los dos últimos su relación los hace virtualmente indistinguibles.
Cuba aparece como uno de los principales aliados presente en la narrativa del chavismo tanto a nivel de la estrategia de la comunicación como en la amplificación de los mensajes.
La patria y el storytelling oficialista
El Ipys señala que la construcción narrativa del conflicto es en un elemento fundamental para fomentar la falta de confianza en los medios de comunicación. De esta forma, se puede promover un entorno en el que la verdad pueda ignorarse o utilizarse como se considere oportuno. Esto es parte de la pospolítica y su capacidad de “desintermediarse” de los periodistas para hablar directamente a las audiencias.
«De esta manera desde la primera publicación en el perfil de @chavezcandanga en abril de 2010, Twitter se convirtió el lugar ideal para pelear la ‘batalla de las ideas’. El bolivarianismo, la patria, el socialismo del siglo XXI han sido los grandes pilares del storytelling chavista-madurista de los últimos 20 años», explican.
Y añaden: La desinformación ha fungido como catalizador en la desconstrucción de la memoria y reconstrucción de la historia. Ahora ese discurso es una conversación en línea enriquecida.
Uno de los mejores ejemplos de esta amplitud de conversación son los hashtags de Twitter que hacen la conversación «buscable» y la convierten en » tendencias». Este es uno de los puntos de partida de las campañas de desinformación.
Los comodines: Whatsapp y Youtube
Desde 2018 se ha encontrado evidencia de una mayor actividad de las tropas cibernéticas en las plataformas que comparten imágenes y videos, tales como Instagram y Youtube. También se ha hallado evidencia de tropas cibernéticas organizando campañas por Whatsapp. Estas redes sociales irán cobrando mayor importancia en los próximos años. Es decir, ocurrirá paulatinamente a medida que más gente use estas plataformas con fines de comunicación política.
Cifras del ecosistema de la desinformación
En 2019 se suspendieron 1.196 cuentas de Twitter en el país ante la sospecha de usarse en una campaña de influencia impulsada por la cúpula de Nicolás Maduro. En enero 2020 Twitter suspendió cuentas asociadas con el régimen y el ejército de Venezuela. Entre ellas se incluyó el Ministerio de Petróleo del país y el comando operativo de las Fuerzas Armadas.
Con 1 millón 300.000 usuarios activos Twitter reúne la mayor cantidad de audiencia venezolana después de Facebook y Whatsapp. Los tuits amplificados por cuentas oficialistas tienen un patrón de 600 interacciones en un lapso de 2 horas.
1.000 cuentas son responsables de casi 50% del total de todas las menciones de un hashtag. Las campañas impuestas, casi diariamente, pueden registrar una actividad de hasta 200.000 tuits alrededor de un hashtag. Además, en agosto 2019 el Ministerio de Comunicación e Información (Minci) generó 226.000 tuits.
La tropa: el ejército digital
El informe semestral del observatorio venezolano de actividad digital Probox indica que la alta capacidad de generación de tendencias del oficialismo en las redes sociales no fluye de forma natural. Por el contrario, esta responde a la difusión de contenidos en forma inorgánica y usando tropas cibernéticas.
«En ocasiones, muchos mensajes son amplificados de forma sistemática y automática por programas de computadora (bots) o con procedimientos semiautomáticos (cyborgs)», afirma el Ipys en su estudio.
En 2019, el usuario más mencionado en cuentas con un comportamiento inusual fue Nicolás Maduro. Le seguía el medio oficialista Correo del Orinoco y el presidente de la asamblea nacional constituyente, Diosdado Cabello, así lo refiere un informe del DFR Lab reseñado por el Ipys.