Los niños wayúu, pueblo indígena que habita en Colombia y Venezuela, están en riesgo de desnutrición e incluso de muerte debido a la pandemia de coronavirus y las medidas de aislamiento decretadas para combatirla, denunciaron Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria Johns Hopkins en un informe difundido este jueves.
Las entidades alertan de las dificultades de supervivencia de los miembros de este pueblo en el departamento colombiano de La Guajira, para quienes resulta sumamente difícil acceder a alimentos, agua y atención médica en un momento en que estos servicios son más necesarios.
«El gobierno colombiano debería adoptar medidas urgentes para proteger los derechos de los niños y las niñas wayúu», alertaron.
En el informe se explica que las comunidades indígenas de La Guajira no tienen acceso a alimentos suficientes ni al agua necesaria para practicar una higiene básica, incluyendo lavarse las manos, y la información y acceso a la atención en salud es sumamente deficiente, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
«Esta situación ha contribuido a que durante años los wayúu hayan sufrido uno de los niveles más altos de desnutrición infantil en Colombia, y resulta sumamente preocupante en el contexto actual del covid-19″, añadió.
Las dos entidades divulgaron además una publicación multimedia denominada Un pueblo resiliente: El pueblo indígena wayúu de Colombia enfrenta una crisis de desnutrición en medio de la pandemia, sobre las dificultades que enfrentan las familias wayúu en La Guajira, marcadas por la inseguridad alimentaria e hídrica y un acceso limitado a la atención en salud.
También se indica que la mala administración y la corrupción gubernamental generalizada, la crisis humanitaria en Venezuela y los efectos del cambio climático han agudizado los problemas, así como las actividades mineras que han degradado la calidad del agua y el acceso.
Con una población de al menos 270.000 personas, los wayúu son el grupo indígena más numeroso de Colombia y la gran mayoría vive en La Guajira, que tiene un territorio parcialmente desértico. Casi todos habitan en áreas rurales o poblados pequeños y sus fuentes de alimentos y de ingresos tradicionalmente han sido la agricultura de subsistencia, la búsqueda estacional de alimentos, la cría de cabras o la pesca.
El informe se basa en las cerca de 200 entrevistas realizadas por investigadores de HRW y del Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins, incluidos miembros y autoridades del pueblo wayúu, exiliados venezolanos, funcionarios de Naciones Unidas y del gobierno colombiano, representantes de ONG, funcionarios de organismos humanitarios, personal de atención de la salud, docentes y científicos ambientales.
También analizaron información y datos proporcionados por numerosos organismos gubernamentales, hospitales y organizaciones no gubernamentales internacionales y locales, así como varios documentos judiciales y de la Fiscalía General de Colombia sobre investigaciones en materia de corrupción.