Al menos 300 personas desaparecieron en las trochas venezolanas desde el año 2015, según Walter Márquez, presidente de la Fundación El Amparo y director general del Comité Internacional contra la Impunidad en Venezuela. Este dato lo reveló luego de que las Autodefensas Unidas de Colombia reconociera estar detrás de la desaparición de 200 personas y de señalar que hay varias fosas comunes.
“Son graves las denuncias de que hay fosas comunes en San Antonio, Ureña, Boca de Grita, La Fría y San Cristóbal, con más de 200 cadáveres trasladados a estos territorios, o que pudieron asesinarlos allí, mayoritariamente colombianos, pero no descartamos que haya venezolanos”, dijo.
Márquez indicó que la cifra puede alcanzar los 500 si se suman los 300 desaparecidos que manejan las organizaciones no gubernamentales de la época, con la presencia del hampa común, disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, los elenos y del Tren de Aragua, reseñó el medio digital La Nación.
Esto, además, se consideraría un crimen de lesa humanidad. “Es una gravísima violación de los derechos humanos que amerita una inmediata investigación y una respuesta para los familiares de las víctimas”, manifestó.
Dijo que en esa cifra de desaparecidos hay migrantes, carretilleros y ciudadanos asaltados cuando cruzaban las trochas en el tiempo en el que estuvo cerrada la frontera por las diferencias políticas entre los gobiernos de Colombia y Venezuela.
El activista criticó que en Colombia y Venezuela haya opacidad informativa sobre estos casos. Exigió, ante esa situación, que se amplíe la auditoría de las víctimas a través de sus familiares y afirmó que ambos Estados son corresponsables por la falta de acciones en la seguridad fronteriza.