El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que en Venezuela existe un patrón de entierros controlados cuando se trata de presos políticos que mueren bajo custodia del Estado.
Tras el fallecimiento de Jesús Rafael Álvarez y Osgual Alexander González Pérez, quienes murieron en la prisión de Tocuyito, el OVP alertó que sus entierros fueron controlados y vigilados por funcionarios policiales, sin que sus familiares pudieran tomar algún tipo de decisión sobre el procedimiento.
«Esto es un patrón que desde nuestra organización estamos documentando. Ni siquiera han permitido que las víctimas puedan tener un entierro digno y que sus familiares puedan dar un último adiós», indicó la organización en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Mueren dos presos políticos en Tocuyito en menos de 72 horas
La noche del 16 de diciembre fue entregado el cuerpo sin vida de Osgual Alexander González Pérez a su familia. El hombre fue trasladado desde el Internado Judicial de Tocuyito hasta la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, donde fue enterrado en horas de la mañana bajo la supervisión de funcionarios policiales, de acuerdo con el OVP.
González, de 43 años de edad, fue detenido junto a su hijo de 19 años el primero de agosto en el contexto de las protestas poselectorales. A ambos los llevaron al Internado Judicial de Tocuyito, en Carabobo, donde aquel comenzó a tener síntomas de depresión y un fuerte dolor abdominal, fiebre, entre otros síntomas, por los que fue hospitalizado. En el penal indicaron que tenía un cólico nefrítico, pero al parecer era hepatitis.
El preso político, según un reportaje del diario El Carabobeño, estuvo al menos nueve días hospitalizado y los síntomas, de acuerdo con los familiares, no apuntaban al diagnóstico dado en el penal, por lo que pidieron hablar con el director del recinto sin éxito.
«La falta de asistencia médica impidió que tuviera un diagnóstico adecuado para ser atendido. Una vez más queda en evidencia cómo el Estado vulnera de manera sistemática el derecho a la salud de los privados de libertad», señaló el observatorio.
La noticia de la muerte de González se conoció un día después de que fuera sepultado Jesús Rafael Álvarez, quien también murió bajo custodia del Estado en Tocuyito. Fue sepultado durante la mañana del domingo en Anaco, estado Anzoátegui.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos condenó este hecho, al que calificó como un crimen que no puede quedar impune, y exigió justicia para la familia.
La esposa de Álvarez, Anny Noemí Suárez de Álvarez, se encuentra detenida desde el 2 de agosto en el Destacamento 625 de la Guardia Nacional Bolivariana, en Puerto Ordaz.
Piden intervención para el penal de Tocuyito
El OVP pidió que el penal de Tocuyito sea intervenido y se inicie una investigación penal por el fallecimiento de dos presos políticos en menos de 72 horas, de los que se desconocen las causas de sus muertes.
«Recordamos que el Estado es el único responsable porque es quien debe velar por su integridad, salud y vida», insistió la ONG.
Familiares que se encontraban en las afueras de la cárcel de Tocuyito denunciaron, según el observatorio, que tuvieron que morir dos personas inocentes para que otros detenidos fueran evaluados. Sin embargo, aseguraron que solo fueron revisiones y no fue nada exhaustivo, a pesar de que existen presos que necesitan evaluaciones especializadas, exámenes médicos a profundidad y esto no es posible mientras continúen en prisión.