VENEZUELA

Denuncian la incursión violenta de militares a comunidad indígena en Bolívar

por El Nacional El Nacional

Habitantes de la comunidad indígena pemón Ayu´töy–Las Bonitas denunciaron la incursión violenta de militares a sus territorios, en el sector La Paragua del estado Bolívar, el pasado domingo 10 de diciembre.

“Irrumpieron en la comunidad cuatro helicópteros militares, causando estruendos y levantando polvo y arena sobre las casas, en una acción que catalogamos de atropello, amedrentamiento y hostigamiento», dijo Romualdo Sifontes, capitán de Ayu´töy, citado por la organización no gubernamental Provea.

Rechazó que para ellos el gobierno de Nicolás Maduro no represente alternativas de solución y apoyo para que la comunidad atienda sus necesidades, enviando como alimentos, ropa, medicamentos y materiales. Por el contrario, afirmó, instruyó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que los atacaran.

Esta «incursión violenta» en la comunidad indígena de Bolívar, señaló la ONG en su página web, formaría parte de la Operación Roraima 2022. Según Domingo Hernández Lárez, comandante estratégico de la FANB, el despliegue pretende desactivar campamentos ilegales de explotación minera controlados por presuntos grupos terroristas y narcotraficantes de Colombia.

Provea señaló que en el operativo participaron funcionarios de la Zona Operativa de Defensa Integral Bolívar y de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana.

«Antes de que llegara al poder el presidente Chávez, la comunidad luchó para proteger sus formas de vida y sus tierras ante las invasiones mineras, solicitando en incontables ocasiones a las instituciones públicas apoyo para frenar la minería y desalojar a los mineros, sin que se lograra respuesta alguna» aseguró Sifontes.

Minería, «alternativa ante las penurias»

En cambio, resaltó, la actividad aumentó y llegó a los predios de la comunidad, lo que ha causado daños irreversibles en sus territorios.

«Somos conscientes de los efectos adversos causados por la minería al ambiente, pero las realidades han cambiado y estamos obligados a afrontarlas como sea. La comunidad no defiende como suya la actividad de minería, desearía que no exista, pero es la alternativa que tiene ante las penurias que padece», argumentó el líder indígena.

«La comunidad entiende que no puede esperar pasiva alguna bondad de las instituciones del gobierno, sea nacional, estadal o municipal. Por eso tomó como una forma de solventar las necesidades y carencias, la actividad minera y lo hace de manera organizada la cual se traduce en obras sociales», añadió.