Mujer, madre y política son roles que pueden ir de la mano, con responsabilidad y organización. Así lo cree Delsa Solórzano, presidenta del partido político Encuentro Ciudadano y candidata a las primarias de la oposición.
Con más de 20 años de militancia política, dedicados a la defensa de los derechos humanos, Solórzano, abogada penalista de profesión, ve en las primarias la posibilidad de presentar sus ideas a la población y dirigir los destinos de la nación a partir de 2024.
«La verdad es que me he preparado toda la vida para esto. Todas las personas nos formamos a diario para ser mejores en nuestra profesión y, en mi caso particular, lo he hecho para conducir a Venezuela en distintos ámbitos y aspectos», sostiene con convicción.
En una entrevista concedida a El Nacional desde la sede de Encuentro Ciudadano, el partido que formó en diciembre de 2018 después de haber renunciado a las filas de Un Nuevo Tiempo, se le ve confiada, con la seguridad de quien sabe que transita el camino correcto.
«Cuando llega el momento en el que sientes que tus ideas no son los suficientemente escuchadas o, a veces, ni siquiera debatidas porque son otros los que toman las decisiones, y tú quieres que tus ideas estén sobre la mesa por lo menos para el debate, no para imponerlas porque no creo en imposiciones, para que estas ideas se escuchen, hay que poner el nombre», asegura.
Delsa Solórzano, igualdad de fotografía
En una época donde la igualdad de género está en el eje del debate, Solórzano reconoce que las mujeres realmente no ocupan espacios de verdadera toma de decisiones en Venezuela, ni del lado del gobierno de Nicolás Maduro ni en las filas de la unidad democrática.
Hoy en Venezuela de la decena de partidos que conforman la oposición solo tres están dirigidos por mujeres: Encuentro Ciudadano, con Delsa Solórzano al frente; Vente Venezuela, bajo el liderazgo de María Corina Machado; y Primero Justicia, que hace menos de seis meses juramentó a María Beatriz Martínez como su nueva presidenta.
«Aquí durante más de estos 20 años de régimen ha habido claramente un caudillismo encabezado por hombres, que tiene como escudo a las mujeres pero que no toman ninguna decisión», dijo al referirse a lo que califica como «igualdad de fotografía», que ha aplicado el chavismo al incluir a mujeres en cargos públicos.
En cuanto a la oposición, el escenario parece no ser muy distinto. «Por el lado de las fuerzas democráticas la participación política (de las mujeres) es bastante complicada», señala.
«Si bien las mujeres en la mayoría de los partidos están en las bases de las organizaciones, no llegan a espacios de verdadera de toma de decisión», admite.
Este es un panorama, sin embargo, que está dispuesta a cambiar, tomando en cuenta el rol que ha jugado la mujer venezolana en el escenario sociopolítico durante los últimos años. Han sido las mujeres las que han estado al frente de las manifestaciones de calle, quienes han mostrado grandes destrezas para administrar el hogar en tiempos de crisis y quienes encabezan los famosos consejos comunales, que tienen un gran liderazgo en los sectores populares.
«Es hora de que todo lo que podemos aportar las mujeres por Venezuela en todos los ámbitos, desde los espacios técnicos, profesionales, empresariales y políticos, se ponga al servicio y a la disposición del país», defiende.
El punto de inflexión
Pese a lo complicado que es cumplir el rol de madre, profesional y política, en un país en el que la represión y persecución está a la orden del día, hoy siente que vale la pena el esfuerzo.
El «amor indescriptible» que dice sentir por Venezuela justifica su activismo político por el país. Aunque, como madre, al principio fue un tema muy complejo de abordar con su hijo, muy pequeño en esos años en los que la represión se incrementó (2014–2017).
Un allanamiento en su vivienda, cuando su hijo Pedrito se encontraba solo, fue el punto de inflexión para ella. Hoy recuerda, con los ojos aguarapados y un nudo en el pecho, la llamada que recibió de su pequeño hijo cuando se encontraba comprando un periódico y las palabras que no podrá borrar de su memoria: «Mami, aquí está la policía, te vinieron a buscar. Quieren entrar… No vengas, que no te atrapen».
«Ese día entendí que yo tenía que explicarle qué hace su mamá para que él pudiera comprender con mis palabras, para que la verdad se la contara yo y no se la contara la dictadura», rememora.
Hoy en día, un adolescente Pedro Izquiel Solórzano la acompaña en sus actividades políticas e, incluso, ha sido quien la ha presentado en momentos tan memorables como el aniversario de Encuentro Ciudadano, en diciembre pasado, y el lanzamiento de su candidatura, hace menos de un mes.
«No ha sido fácil cada vez que he sido agredida, por ejemplo, y saber que él tiene miedo. Pero el reto es que ese miedo no lo paralice, que no lo haga sentir que no vale la pena luchar, sino que entienda cuánto vale la pena sacrificar por la nación, por Venezuela», manifiesta.
«La primaria es sin CNE»
Como una mujer de firmes principios y valores, inculcados por sus abuelos en su niñez, y defensora de los derechos humanos, para Solórzano es inconcebible participar en unas primarias con el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«La primaria es sin CNE con la rectoría de una Comisión Nacional de Primaria», asegura.
La líder de Encuentro Ciudadano ve oportuno resaltar dos anuncios importantes que hizo la comisión el pasado 15 de enero: Primero, «que el manejo de la data, de la información de quienes participaron es un manejo que no va a tener el régimen bajo ninguna circunstancia«. Segundo, «que han establecido un proceso de conversación con el CNE para que preste los colegios para poder hacer las primarias«. Esto, tomando en cuenta que es el ente rector el encargado de autorizar el uso de las escuelas como centros de votación.
«No creo que haya un candidato que quiera que se violente la identidad del elector. No creo que haya nadie que esté dispuesto, si es un demócrata, a entregarle a la dictadura una nueva lista Tascón para que nos hagan tanto daño como el que ya nos han hecho. Han pasado 20 años y siguen haciéndonos daño con esa bendita lista», asevera.
Si bien no se muestra conforme con la participación de dirigentes de partidos judicializados en el proceso de primarias, considera que hay que darle un «voto de confianza» a la CP, instancia que, de acuerdo con el Reglamento de Primaria, es la encargada de admitir las postulaciones.
Organización de cara a las primarias
Para Encuentro Ciudadano las elecciones presidenciales están vencidas desde 2018. Es por ello, que «desde hace rato» está preparado para las primarias, tanto que fue de los partidos que propuso que se celebraran en el último trimestre de 2022 y, posteriormente, en junio de este año.
El reto de cara al 22 de octubre es, para ella, involucrar a los ciudadanos y organizarse para cuidar los centros electorales. «El reto es tocar corazones puerta a puerta, cara a cara. Yo sola no puedo. Lo hace el partido todos los días en cada rincón de Venezuela. Nuestra gente está en la calle, en todos los municipios y en todas las parroquias del país, explicándole a la gente que vienen unas primarias, que hay varios candidatos, pero que el partido invita a la ciudadanía a que escuche nuestras propuestas», explica.
«Para mí esto tiene que ser un debate de ideas y no de insultos ni de gritos. Nuestro país necesita propuestas, necesita ideas y esas las estamos difundiendo en cada rincón del país», agrega.
Como mujer y dirigente política que ha obtenido cargos en circunstancias adversas, su compromiso es «trabajar, trabajar y trabajar hasta lograr nuestro objetivo».
«Cuando formamos el partido dijeron que no se podía. Imagínate tú, hace cuatro años ya no había medios libres y un partido en estas circunstancias, dirigido por una mujer, no se podía, y sí se pudo. Y vamos a ganar la Primaria«, enfatiza.
—¿Por qué postular su nombre a las primarias?
—Llegó el momento, después de haber fundado el partido con una ideología clara y de haber trabajado durante cuatro años en la generación de un plan de gobierno para la Venezuela que viene, que es la Venezuela de la transición, de poner a la orden la posibilidad de este plan de gobierno para Venezuela desde sus bases, que hoy están absolutamente destruidas. Además, siento que es hora verdaderamente de un cambio en el esquema político nacional, que le ofrezca a la gente la posibilidad de un liderazgo distinto, nuevo, que no tenga nada que ocultar, que no tenga rabo de paja. Y eso es Encuentro Ciudadano. Por eso hemos puesto el nombre a la orden del país, otra vez, pero desde una nueva perspectiva que no es simplemente la de acompañar a otro, ahora es poniendo nuestras ideas sobre la mesa porque creo que estas primarias tienen que ser un debate de ideas.
—¿Cuál es el rol de Delsa Solórzano y de la mujer dentro del escenario político actual?
—No es el mismo, pero son cosas complementarias. Mi rol en este momento es desde la organización partidista, con un partido como el nuestro, como Encuentro Ciudadano, justamente el encuentro de la gente, de la ciudadanía; donde la ciudadanía tiene que ser el centro, el eje de toda política. En el caso de la mujer, cuando tú evalúas que, a lo largo de estos años, en las manifestaciones de calle, por ejemplo, la mayoría de aquellos que participaron somos mujeres, cuando evalúas que, en los consejos comunales, más allá de todo lo que se le pueda criticar a esa figura que fue partidizada, la mayoría son mujeres, eso demuestra que las mujeres tienen capacidad de liderazgo, de organización y capacidad de encontrar a la gente, de reconciliar al país desde la justicia. No creo en una reconciliación por una reconciliación misma, ni en una unidad en torno a aquellos que han desangrado a la nación, que son criminales de lesa humanidad, que han robado Venezuela desde la plata hasta las organizaciones políticas, que no le pueden rendir cuentas al país. Yo creo en la unidad con la gente y ese es un rol es un rol fundamental que cumplimos y ejercemos las mujeres y, además, lo hacemos desde la empatía. Por otro lado, desde el punto de vista incluso de la administración, las mujeres en Venezuela somos grandes administradoras que, a pesar de la dificultad y de la crisis, echamos para adelante, sacamos adelante a nuestros hijos y nuestros hogares.
Delsa Solórzano y el liderazgo femenino
—Como usted ha mencionado, el gobierno ha tratado de impulsar el liderazgo femenino, colocando a mujeres hasta de ministra de Defensa, y en la oposición también le han tratado de abrir espacios de participación. ¿Cree que se ha alcanzado una equidad e igualdad de género en la política nacional?
—Desde el punto de vista del régimen, ellos han mantenido algo que se denomina igualdad de fotografía. Ponen las mujeres al frente con aquel mito de que las mujeres son más difíciles de atacar, cosa que será para la de ellos porque a mí me ataca todos los días el régimen, o bien con las agresiones físicas y atentados que he sufrido, o bien con un pasquín que tiene «cavernícola» una vez a la semana con el dinero del Estado. Cuando evalúas, incluso, los esquemas de dirección de las organizaciones políticas (de oposición), hasta hace nada yo era la única mujer presidente de un partido político de las fuerzas democráticas y esa es una realidad. Aquí en Encuentro Ciudadano nosotros no vemos su género, su preferencia sexual o su edad. Nosotros aquí vemos el talento de la gente y, con base en ese talento, y en cuanto puede aportar a la reconstrucción del país, con eso mismo se estructura un partido político. Tenemos, por ejemplo, mujeres presidente del partido en estados donde nunca habían tenido mujeres presidente de un partido.
—¿Ha sido Delsa Solórzano discriminada por ser mujer?
—Sí, claro. Claro que sí, pero, así como la mayoría de los actos se persecución no los denuncio y la gente no tiene ni idea desde cuándo no me persigue el Sebin, cosa que sigue haciendo todos los días… Yo estoy aquí para preocuparme por el país, no para que el país se preocupe por mí. Estoy aquí para decirle aquí a cada mujer y a cada hombre de Venezuela que la discriminación es una violación a los derechos humanos. Estoy aquí para preocuparme por los problemas de la gente y resolver los problemas, para que ningún ciudadano en nuestro país sufra de discriminación.
—¿Se puede decir hoy que la mujer venezolana que está representada en la política nacional?
—Hoy puede decir la mujer venezolana, la familia venezolana, el hombre venezolano que va a estar representado en la política nacional y que va a poder elegir, en el proceso de primarias, a una persona que sea capaz de levantar a nuestra nación hacia un punto tal donde todos los que se fueron quieran volver. Yo aspiro ser esa representación.
—¿Política, mujer y familia van separadas o de la mano?
—Yo trato de que vayan de la mano. Mi hijo, que es mi sol, mi guía y que ha crecido con esta mamá, está conmigo siempre. Por supuesto, procuro todos los días e intento ser una mejor mamá. Eso es algo que también se aprende todos los días porque los muchachitos no vienen con un manual, antes decían que venían con una arepa bajo el brazo, ahora ni eso (risas). Pero a las mamás no nos meten a los muchachitos con un manual en la barriga. Lo que sí puedo decir es que uno debe profesar con el ejemplo para sus hijos y para el país, y en mi caso también para el partido. Yo puedo ser política, puedo ser mamá, puedo ser ama de casa, porque yo hago mis cosas yo misma, y puedo ser una profesional también. Soy una profesional del Derecho que trabajo, que me gano mi vida trabajando, que además estudio, que además soy clases. ¿Eso que implica? Implica varias cosas, uno, que las mujeres somos capaces de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Dos, implica una enorme responsabilidad y, tres, significa que hay que ser muy organizados con el tiempo. Tiempo para mí, para lo personal no tengo, porque el día nada más tiene 24 horas, uno a veces le pide dos horas prestadas al día siguiente, pero las cosas se van complicando. Pero bien vale la pena porque Venezuela merece todo, merece que la rescatemos.
—Una dinámica política tan complicada como la que tiene el país, ¿cómo le explica la política y su papel en ella a su hijo?
—Creo que sí algún error cometí fue no haberle explicado a Pedrito, cuando era más pequeño, cuál era mi rol público, profesional. Yo siempre estaba en la calle, luchando siempre. Me refiero en 2014–2017. En 2014, él estaba mucho más chiquito y pensar que él, de repente porque estaba muy chiquitito, no era capaz de entender lo que estábamos enfrentando, hasta que él vivió el primer allanamiento en mi casa. Ese día entendí que yo tenía que explicarle qué hace su mamá. Fue un momento muy especial para él y para mí, como madre e hijo. Él no solamente comprendió lo que hago, sino que su amor por Venezuela se exacerbó. He procurado desde ese momento para acá explicarle todo, cada paso que doy y decirle una cosa que es fundamental, decirle que yo lo único que le quiero heredar a él es país y orgullo de su apellido. Y su orgullo por su apellido pasa porque él nunca sienta vergüenza de ser mi hijo, porque a él nunca nadie le vaya a decir en la calle es tu mamá es una ladrona, tú mamá está metida en un hecho de corrupción. Nunca. Si algo quiero yo para mí muchacho es que él esté orgulloso de mí.
—Señala que ha recorrido 17 estados en los últimos meses, ¿con qué se ha encontrado en el interior? ¿En qué se diferencia el interior del país de la Gran Caracas?
—No es la primera vez, no es que estoy recorriendo Venezuela porque soy candidata. Yo no puedo decir que ha disminuido la calidad de vida, ¡es que desapareció la calidad de vida! Es el entender que la pobreza urbana y la pobreza rural son distintas, que la clase media urbana y la clase media rural -si es que alguna queda- no es lo mismo. No es lo mismo el tipo de pobreza que hay en Tucupido, en el estado Guárico; en Capatárida, en Falcón; o en Petare, Los Teques o Guaremal. Las dificultades que enfrentan cada una de las regiones del país es distinta, pero si alguna cosa es común en cada uno de los rincones de nuestra geografía es la sonrisa de los venezolanos, que a pesar de la dificultad no la pierden. El ánimo de levantarse todos los días a echarle pichón, esas ganas de echar para adelante. Esto tiene solución si nosotros salimos de la Venezuela rentista, que nos dijo quédate en tu casa porque a ti te va a llegar la gotita de petróleo, el granito de oro a la puerta de tu casa. Y no te dijimos, durante más de 20 años, que la clave está en el estudio, en el trabajo, en el esfuerzo, en una empresa privada sólida y robustecida que tenga garantías y seguridad jurídica para producir verdaderamente, y que pueda generar un empleo digno donde la gente gane un salario que sea suficiente para satisfacer sus necesidades.
—Las primarias tienen fecha, ¿cómo se prepara Encuentro Ciudadano?
—En el marco de nuestro recorrido por el país, nosotros vamos a terminar de dar la vuelta a Venezuela en un par de semanas y arrancamos de cero otra vez a volver recorrer los 24 estados, en un país donde no hay acceso a los medios de comunicación. Esto tiene dos etapas, la primera, organizarse y ganar la primaria. Y luego, que esa persona que tú elijas no solamente que tenga un plan de país, sino que tiene que estar claro que aquí hay que luchar para que haya elecciones libres porque no es cierto que están dadas las condiciones, que todo está chévere, que ganas las primarias, mañana vas y compites con las dictaduras, ganaste y te entrega el coroto. Las cosas como que no es así cuando uno está en dictadura. Para que pueda haber un proceso que nos permita a nosotros competir, tener garantía del voto secreto, que nos permita, además, ganar y que se reconozca el triunfo, hay que lucharlo también. ¿Cómo se lucha? De la mano de la comunidad internacional… que sea garante de la legalidad y la constitucionalidad. Es una etapa de lucha para que se establezcan condiciones mínimas, entendiendo que estamos en dictadura, y haya una elección donde se pueda competir, se pueda ganar, se pueda reconocer y asumir la fuerza democrática. Pero no solamente basta con la comunidad internacional, es necesaria la ciudadanía. También hace falta mucha madurez de las fuerzas democráticas, que entiendan que aquí nadie puede solo, que nadie es dueño de la verdad ni tiene la varita mágica de Harry Potter, sino que tenemos la obligación de articular con todas las fuerzas democráticas para que juntos, de la mano, con la sociedad civil y la comunidad internacional, obtengamos estas condiciones y podamos producir ese cambio político en Venezuela.
La primaria es sin CNE
—¿Con CNE o sin CNE?
—La primaria es sin CNE, eso forma parte de la necesidad de informarle a la gente. Es fundamental para nosotros que la dictadura no tenga acceso a saber quiénes participaron para evitar persecución de cualquier tipo, que va desde que te quitan el bono o el CLAP -que no es lo que yo quiero para Venezuela, pero tristemente es lo que mucha gente hoy necesita para comer-, hasta que te metan preso porque en Venezuela hay más de 300 prisioneros de conciencia. Entonces, es muy importante resguardar la data y la identidad del elector. Eso es fundamental. La primaria es sin el CNE y, lo que ha dicho la Comisión Nacional de Primaria, es que le está pidiendo el apoyo para la utilización de los colegios como centros de votación.
—¿Con partidos judicializados?
—Quien roba un lápiz es un ladrón, obviamente yo soy abogado penalista y eso tiene varios matices, pero quitando esos matices jurídicos, usted no se puede robar una cosa que no es suya, un partido que no es suyo usted no se lo puede robar. Si usted quiere, dentro de un partido político, acceder a la máxima instancia de dirección promueva elecciones. ¿No se le da? ¡Váyase! Yo lo hice, yo me fui y formé un partido político que hoy, gracias a Dios, está constituido en todos los rincones de Venezuela y que hoy es una de las principales fuerzas políticas del país, pero no me robé el otro partido, eso no está bien. Yo no voy a ir a jalarle mecate a Maduro, ¿qué es eso? Ojo, eso no significa que en un espacio político y democrático no deba haber conversación entre las fuerzas. Aquí hay gente que dice que es oposición, pero lo que anda es haciéndole el juego a la dictadura. Ahora, yo no soy rector ni miembro de la CP.
—Hay quienes opinan que, en lugar de unir, las primarias mostrarán las costuras de la oposición, ¿qué opina usted?
—Eso depende mucho de la madurez de la dirigencia. En mi caso, van a escuchar un debate de ideas, de propuestas. Nosotros no nos vamos a prestar para generar desánimo en la población. Yo estoy plenamente consciente que el verdadero enemigo viste de rojo y está en Miraflores.
—¿Qué tiene que tener el candidato que se enfrente a Nicolás Maduro en el 2024?
—Un amor irracional por Venezuela, gallardía, valentía y honestidad. Y capacidad de articulación porque nadie puede solo.
—¿Qué diferencia a Delsa Solórzano de los demás candidatos?
—Creo que soy, sino la única, una de las pocas que no ha sido candidata a la Presidencia. Tengo un plan de gobierno que está a la orden de la unidad y he demostrado, con hechos, que creo y fomento la unidad. No la unidad a costa de cualquier cosa sino la unidad en torno a un cambio político, a la honestidad, a la transparencia y a la rendición de cuentas.
—¿En qué se enfocaría su gestión, tomando en cuenta que de ganar un opositor se va a encontrar un país totalmente distinto al que recibió el chavismo?
—Hay que entender que alcanzar la democracia duele y una vez que la alcanzas hay que cuidarla. Luego, entender que la primera etapa, una vez que logremos recuperar la democracia, se llama transición. Hay que establecer mecanismos para la reestructuración del Estado. Hay que hacer un diagnóstico adecuado, que nosotros lo tenemos bien adelantado, de cuál es el estatus real, por ejemplo, del estado de Administración de Justicia. Pero luego, si tú entiendes que cuando te cortan la luz, que cuando no tienes agua, que cuando te tienes que parar a las 3:00 am en una zona popular plagada de inseguridad a esperar la bombona de gas y que un salario indigno es violación a tus derechos humanos. El Estado tiene que ser un Estado garantista de los derechos humanos y mi gobierno será un gobierno garantista de los derechos humanos.
—¿Qué mensaje le daría a esa población cuya confianza hay que recuperar para que salga a votar el 22 de octubre?
—Primero, que tienen razón porque, evidentemente, cuando tú ves una guerra de micrófonos piensas que no vale la pena, que todo el mundo es igual. Pero sí hay opciones, hay quienes estamos poniendo nuestro nombre de una manera diferente para decirle al país que hay opciones que pueden reconstruir a nuestra nación, lograr el retorno de quienes se fueron y dirigir a nuestro país con transparencia y honestidad. Sí podemos hacerlo.
@ebritop22