El asentamiento campesino La Ceiba, ubicado en el estado Bolívar, ve amenazada su tradición turística y de pesca debido a los altos niveles de delincuencia y la escasez de gasolina en la zona.
Este lugar llegó a ser un sitio concurrido para la compra y venta de pescado a orillas del río Caroní. Allí, los pescadores artesanales pescaban para consumo propio, para vender en el pueblo y para abastecer los mercados municipales de San Félix y Puerto Ordaz, reseñó El Correo del Caroní.
De acuerdo con el diario regional, la escasez de combustible comenzó a intensificarse en esa región desde hace dos años, lo que afectó directamente a la actividad pesquera. Esto ya que sin gasolina, los pescadores no tienen como activar sus botes para adentrarse al río Caroní, sino que solo puede estar en sus orillas.
Según indicaron, mientras antes podían pescar entre 80 y 200 kilos de pescado diariamente, ahora pescan entre 15 y 20 kilogramos por faena. Esto solo alcanza para el consumo propio y la venta local.
«Aparte, para trabajar a canalete, tienes que ir con dos o tres personas más para que te ayuden a remar hasta conseguir un mejor lugar para pescar, y a ellos también hay que pagarles. Entonces aumenta la inversión que hay que hacer y se reducen las ganancias», explicó José Figuera, pescador local que ha trabajado en el pueblo por al menos 40 años, para El Correo del Orinoco.