VENEZUELA

Defiende Venezuela revela algunas irregularidades en las investigaciones sobre ejecuciones extrajudiciales en el país

por El Nacional El Nacional

Recientemente, la ONG Defiende Venezuela, a través de su Programa Transforma, elaboró un informe a través del cual proporciona un análisis detallado sobre el uso excesivo de la fuerza letal por parte de los organismos de seguridad del Estado en la vigilancia de las reuniones pacíficas.

El texto titulado: “Patrones e irregularidades en las investigaciones de las ejecuciones extrajudiciales en el contexto de las protestas masivas en Venezuela”, revela la participación de grupos civiles o “colectivos” involucrados en estos hechos y la omisión por parte del sistema de justicia en investigar a fondo estas situaciones.

Esto pudo ser identificado tras conocer el testimonio los familiares y analizar exhaustivamente los casos de: Daniel Quéliz, Yoinier Peña, Miguel Castillo, Diego Arellano, Augusto Puga, Manuel Sosa, Neomar Lander Fabián Urbina, Roberto Durán, Yaneth Ángulo, Leonardo González y Eduardo Orozco, quienes fueron víctimas de graves violaciones a los derechos humanos durante las protestas ocurridas en el país en 2017.

Entre las características más relevantes que se relacionan con todos estos casos están: la realización de investigaciones penales deficientes; protocolos de autopsia insuficientes desde la perspectiva del Protocolo de Minnesota; y la inexistencia de investigaciones que pudieran determinar la posible responsabilidad penal de los superiores, a pesar de la existencia de suficientes elementos confiables para creer que en Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad.

Investigación a medias

El texto señala cómo los organismos de seguridad del Estado, en complicidad con el ente responsable de la investigación penal, niegan a los familiares y sus representantes jurídicos el acceso a los expedientes que contienen la “información” sobre los casos de las víctimas. Lo que genera una omisión o poca transparencia de la información, un retardo procesal y un vacío legal que a su vez genera impunidad.

Adicional a lo ya expuesto, las víctimas indirectas también deben lidiar con maltratos, intimidación y amenazas por parte de los cuerpos policiales que buscan amedrentar para tergiversar la opinión de los mismos testigos.

También, quedó en evidencia cómo el Estado venezolano, en lugar de procurar verdaderas reparaciones, indemnizaciones y garantías de no repetición a las víctimas, más bien ha impulsado, en algunos casos, estrategias poco sutiles y desconsideradas, en las que de manera informal, se les ha ofrecido irrisorias sumas de dinero a las víctimas, con el fin de lograr su silencio.

No existe la intención de investigar

En el informe Defiende Venezuela presentó una serie de conclusiones que resume completamente la realidad del sistema de justicia en Venezuela y que el Estado no está realmente investigando los actos atroces cometidos por sus mismos funcionarios. En este sentido, algunas de las apreciaciones finales fueron:

Los 12 casos documentados por DV, no existió, a nivel interno, la intención de investigar o averiguar si hubo responsabilidad penal de los superiores por los eventos ocurridos de manera sistemática y generalizada.

La mayoría de los casos, hubo intentos por parte del Estado de criminalizar a las víctimas, atribuyéndoles “conductas indebidas o delictivas” con el fin de  justificar sus asesinatos o ejecuciones extrajudiciales, y de tergiversar las evidencias de  interés criminalístico.

Las fuerzas de seguridad y los órganos de investigación actuaron con desapego al  ordenamiento jurídico doméstico e internacional, fomentando la impunidad en todos los  casos documentados; esto ha generado desconfianza por parte de las víctimas indirectas, pues muestra la inexistencia de un sistema de administración de justicia, adecuado, eficiente, independiente e imparcial, que responda ante las violaciones de derechos  humanos.

No hubo intención por parte del sistema de justicia en esclarecer la verdad de los hechos e individualizar a los auténticos responsables de los asesinatos de los casos, ello en razón de que no se practicaron diligencias de investigación necesarias establecer la  verdad de los hechos por las vías jurídicas, y la justicia en la aplicación del derecho.

Desde Defiende Venezuela, exigimos que se investiguen a profundidad estos hechos, se puedan sancionar a sus responsables y reparar y otorgar garantías de no repetición a los familiares de las víctimas. Además, adoptar medidas dirigidas a frenar y erradicar las prácticas de ejecuciones extrajudiciales en el país.

El informe completo está disponible para su consulta aquí a través del documento.