Pasadas las 6:00 pm, hora en que los centros de votación debían cerrar a menos que hubiese gente en cola, zonas de Caracas se quedaron vacías mientras grupos de ciudadanos exigían a las afueras de algunas instituciones ingresar para participar en la verificación ciudadana y, así, defender el voto, una actividad pública que, según el Consejo Nacional Electoral, debe comenzar al concluir el acto de escrutinio.
Pero lo que se vio en algunos centros de votación fue amedrentamiento por parte de colectivos a la ciudadanía, caídas de transmisión y protestas para exigir derechos políticos. También hubo puntos electorales que lucían solitarios, con pocas personas a la espera de defender el voto.
En la Unidad Educativa Agustín Aveledo, en La Pastora, otro grupo de ciudadanos exigía ingresar para participar en la verificación. Foto: Isaac González
¿Qué pasó con la defensa del voto?
El caso del Liceo Andrés Bello, en la avenida México, fue uno de los más graves. Cientos de ciudadanos esperaban a las afueras de la institución para ingresar, pero un grupo de funcionarios policiales, con escudos en mano, cerraron las puertas mientras se intentaba negociar con la gente. Antes, un grupo de colectivos atacó a los ciudadanos, que en respuesta expresaron improperios, contaron testigos.
“Llegaron a las 6:00 pm. Pasó una masa de colectivos, unas 200 motos lideradas por alguien identificado con el gallo pinto (sobrenombre usado por el presidente Nicolás Maduro durante su campaña). Cargaban una bandera grande. Agredieron a una policía y un niño. Llegaron para amedrentar”, expresó una ciudadana que prefirió no revelar su nombre.
Un joven de 25 años de edad, que también prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que los colectivos agredieron a un señor de la tercera edad y a una muchacha la hirieron en el tabique: “A mí me rompieron la camisa. Me golpearon entre cuatro. A la policía le pegaron. Estábamos pidiendo libertad porque esto (el gobierno chavista) ha durado mucho tiempo. Pensamos que nos quieren hacer fraude”, expresó refiriéndose a las complicaciones para asistir a la verificación ciudadana.
La Unidad Educativa Miguel Antonio Caro, en la avenida Sucre de Catia, seguía abierta pasadas las 6:00 pm a pesar de que no había electores en cola. Foto: Isaac González
Jorge Salcedo, de 23 años de edad, explicó pasadas las 7:00 pm que estaban esperando la revisión de votos y para ello se organizaron ciudadanos que querían ser partícipes. “Van a negociar para que abran. Nosotros estábamos acá pacíficos. Los motorizados alteraron el orden público. Golpearon personas. Se fueron porque agredieron a una PNB y se la llevaron inconsciente”, aseguró. Pasadas las 8:00 pm aún no habían podido ingresar al centro.
En la Unidad Educativa Agustín Aveledo, en La Pastora, otro grupo de ciudadanos exigía ingresar para participar en la verificación. Bryan Eduardo, de 24 años, señaló que los encargados les dijeron que el lugar era un megacentro de unos 3.800 votos, lo que habría provocado el retraso. “Hay que esperar. No ha empezado el escrutinio, estamos esperando que abran la puerta”, dijo pasadas las 8:00 pm. Luego un funcionario del punto les comunicó que había ocurrido un problema con la transmisión y, posteriormente, al parecer iban a negociar para permitir el ingreso.
Mientras los ciudadanos esperaban afuera gritaron consignas molestos, incluso golpearon en un momento el portón, rezaron el padrenuestro y afirmaron que el gobierno ya había perdido por medio de cánticos.
En el centro de votación de la Universidad Nacional Abierta, en San Bernardino, ciudadanos también exigieron ingresar para poder participar en la verificación, pero denunciaron malos tratos por parte de los encargados del lugar y luego llegaron al menos 20 colectivos para amedrentarlos. Foto: Isaac González
Agresiones en la Universidad Nacional Abierta
En el centro de votación de la Universidad Nacional Abierta, en San Bernardino, ciudadanos también exigieron ingresar para poder participar en la verificación, pero denunciaron malos tratos por parte de los encargados del lugar y luego llegaron al menos 20 colectivos para amedrentarlos.
“Nos empezaron a grabar, grabaron a mi mamá, a personas de la tercera edad. Nos decían que si se encendía la candela ellos la iban a apagar. Nos dijeron ‘cagados’ y que ahora que había motorizados no haríamos nada”, expresó una joven que prefirió mantenerse en el anonimato.
“Hubo momentos en que se caldearon los ánimos. Se dijeron cosas. Se grabaron unos a otros. La gente dentro del centro grababa. Nos llamaban fanáticos. Luego los colectivos se fueron, se quedaron cinco y otros dieron más vueltas. Un testigo nos dijo que no nos dejarían pasar por mal comportamiento”, añadió.
En otros centros de votación, pasadas las 6:00 pm, había poca presencia ciudadana e incluso de funcionarios del Plan República. La Unidad Educativa Miguel Antonio Caro, en la avenida Sucre de Catia, seguía abierta a pesar de que no había electores en cola. La coordinadora indicó que tenían que esperar la orden del Consejo Nacional Electoral para cerrar. Mientras que el Liceo Fermín Toro y el Colegio San Judas Tadeo lucían solitarios en sus alrededores. Este último con cuatro ciudadanas enfrente que querían ingresar para la verificación pero no sabían nada de lo que ocurría dentro.
Mientras tanto, pasadas las 9:00 pm los alrededores del Palacio de Miraflores estaban repletos de funcionarios de inteligencia. Los accesos que permiten pasar frente a la edificación estaban cerrados, pero cerca se podía escuchar música y, según militares, había sido instalada dentro una tarima.