La Misión internacional independiente de la ONU para Venezuela documentó 11 casos relativos a 19 víctimas de violencia sexual y basada en género (un hombre, 19 mujeres -incluida una mujer de edad avanzada- y cinco niñas) durante el período posterior a las elecciones presidenciales, detalla un informe, dado a conocer íntegramente este martes 15 de octubre, donde se presentan “conclusiones detalladas sobre las graves violaciones de derechos humanos y delitos cometidos en Venezuela contra personas opositoras o percibidas como tales durante el período comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024”.
Los casos y situaciones documentadas por la misión en este período indican que funcionarios de la GNB, la PNB y la Dgcim perpetraron la mayoría de los actos de violencia sexual y de género en contra de mujeres y niñas a las que se detuvo y se les estimagtizó como guarimberas: “Estos hechos se llevaron a cabo generalmente en centros de detención preventiva, como la Dgcim de Boleíta y distintos comandos de zona de la GNB en diferentes estados, y en la sede de la PNB de Maripérez, en Caracas”.
“Por lo general, los hechos se produjeron durante el período anterior a la presentación ante los tribunales y antes de que las personas fueran trasladadas a otros centros de detención”, advierte.
La Misión de la ONU señala que las fuerzas de seguridad emplearon estereotipos de género para ejercer control, castigo y humillación contra mujeres, hombres e incluso niños y niñas: “Los insultos de ‘perra’ o ‘puta’ están destinados a reducir a las mujeres a su sexualidad, que es vista como algo inherentemente negativo y peligroso si no es controlado”.
“Del mismo modo, los hombres fueron atacados por su orientación sexual con insultos homofóbicos que equiparan la homosexualidad con debilidad, y poniendo en duda su masculinidad como forma de humillación”, detalla.
¿Qué dice el informe de la misión sobre el uso de violencia sexual y de estereotipos de género?
Los actos de violencia sexual y basada en género que fueron investigados por la Misión de la ONU incluyeron: amenaza de violación y de actos de violencia sexual; violencia sexual, incluyendo manoseo de senos, glúteos y genitales; desnudez forzada delante de custodios y otros detenidos de sexo opuesto, en ocasiones con obligación de realizar ejercicios físicos; requisas invasivas; explotación sexual y sexo transaccional coercitivo; insultos sexistas; y denegación de derechos sexuales y reproductivos.
Hubo dificultad para documentar los casos. El acceso a las víctimas, testigos y familiares se restringió considerablemente. Muchas de las víctimas tenían miedo de denunciar y hablar con actores externos. Otras personas supervivientes de violencia sexual prefieren no hacer pública la violación de sus derechos. Además, algunas víctimas llegaron a normalizar ciertas violaciones a su integridad, como las requisas invasivas y actos de desnudez forzada cuando se hacen visitas a lugares de detención.
Dado que la mayor parte de los detenidos son hombres, “las madres y esposas, especialmente, han sufrido un impacto desproporcionado debido a los roles de género tradicionalmente asignados a las mujeres”.
Deshumanización y humillación de los detenidos, lo que buscan los cuerpos de seguridad según la Misión de la ONU
Hasta el 24 de agosto, Foro Penal reportó 226 mujeres y niñas detenidas, informó la Misión de la ONU. “En muchas ocasiones, las detenciones fueron acompañadas de violencia de género, especialmente en contra de mujeres y niñas, con un enfoque particular en la deshumanización y humillación de los y las detenidas”, asevera.
En uno de los casos documentados, dos niñas denunciaron que fueron detenidas por un comando de la GNB “y que los funcionarios las insultaron y les tocaron entre las piernas, por encima de su ropa, mientras las golpeaban”.
En otro caso, la Misión señaló que una madre y una hija menor de 18 años, que fueron detenidas el 3 de agosto por agentes de la Dgcim: “Durante su traslado a la sede de la Dgcim, los funcionarios tocaron los genitales de la niña”.
Otras dos niñas de 16 años y 17 años de edad fueron detenidas por la GNB en un estado nororiental: “La detención se produjo mientras paseaban por la calle donde había una manifestación. Las niñas fueron entregadas a funcionarios de la PNB, que las sometieron a amenazas, manoseos -incluidos en los genitales- y privación de alimentos en un contexto intimidante”.
“La Misión investigó el caso de una niña que sufrió malos tratos en detención pese a que había manifestado estar embarazada. La víctima fue obligada a hacer ejercicios físicos como saltar y trotar, mientras la amenazaban con hacerla abortar por ser una ‘puta perra’”, se detalla en el informe.