A pesar de protestas, cacerolazos, tuitazos, y gestiones con las autoridades del Imas, Hidrocapital y gobernación de Miranda, la urbanización Mirávila, en el municipio Sucre, lleva 67 días sin recibir una gota de agua.
Mas de 2.500 familias, entre niños y adultos de la tercera edad, padecen la vicisitudes que supone realizar el aseo personal, la limpieza de sus hogares y alimentarse sin contar con suministro de agua.
Esta situación que vive el sector, desde hace más de un año, se ha agudizado con el deterioro del equipo de bombeo de la subestación de Mirávila, responsabilidad de Hidrocapital.
Los olores a excrementos, cloacas pestilentes, proliferación de moscas son algunos de los males que tiene que vivir esta comunidad en medio de la pandemia del covid-19.
Cansados por esta problemática, los vecinos convocan a nuevas manifestaciones de calle para exigir su derecho a una vida sana, pues no pueden seguir pagando entre 8 y 10 dólares para llenar tanques de 500 litros de agua que solo les duran 2 días.