La Conferencia Episcopal Venezolana rechazó los atropellos que han sufrido los obispos por parte de funcionarios en el estado Mérida, hechos ocurridos en medio de la emergencia por los derrumbes, deslaves y desbordamientos de ríos por las lluvias generadas en los últimos días.
“Lamentamos y reprobamos la actitud de algunas autoridades civiles, así como de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes, lejos de cooperar desinteresadamente, no solo impidieron el acceso de gran parte de la ayuda enviada desde diversas partes del país, sino que han tenido una actitud de displicencia y ofensa hacia los miembros de la Iglesia y de otras instituciones”, expresaron los obispos.
El monseñor Luis Enrique Rojas ofició una misa en el sector El Corozo del municipio Tovar, uno de los más afectados por las condiciones climáticas. Luego, comenzó la entrega de alimentos, medicamentos, enseres y otros insumos a los habitantes del lugar, cuando funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana lo hostigaron.
Los uniformados aseguraron que recibieron órdenes de superiores.
“Les exhortamos, en nombre de las comunidades afectadas, a cambiar su actitud y ponerse al servicio de las instituciones que sí están colaborado. De tal forma, que los envíos de ayudas lleguen pronto a su destino, dando prioridad al tránsito de carga de insumos, movilizando contingentes para abrir los caminos y otras acciones en bien de la población afectada”, manifestó la Conferencia.
Los obispos, en un comunicado, hicieron un llamado a las autoridades nacionales, regionales y militares para que actúen no por intereses particulares. Subrayaron que los funcionarios deben recordar que están al servicio de todos los venezolanos y no de una parcialidad política.
“El dolor causado por la tragedia de causa natural lo compartimos y hacemos nuestro en toda Venezuela. La caridad no tiene límites ni pone condiciones para practicarla como poco discrimina los destinatarios de las obras de misericordia”, dijeron.
La Arquidiócesis de Mérida difundió también un comunicado del Presbiterio Arquidiocesano en apoyo a los obispo y en rechazo a los atropellos de algunos funcionarios.
“Nos hacemos solidarios con nuestros pastores y exhortamos a los funcionarios públicos a detener la arbitrariedad con la cual impiden que la caridad sea ejercida sin mayores obstáculos. No es este un momento para abusar de una población que viene sufriendo por la situación actual y que aún más lo hace por la tragedia natural”, expresó el presbiterio.