Mientras muchas universidades nacionales están comenzando a seguir los protocolos para llevar a cabo elecciones, la Universidad Simón Bolívar (USB) tomó un camino diferente. Sus líderes lo dicen de forma simple: no quieren que haya elecciones.
Isabella Noy es una de esas dirigentes, quien además es aliada de Todos por la Educación. Destaca que las irregularidades en la Simón Bolívar empezaron luego de la muerte del rector Enrique Planchart, el 27 de julio de 2021.
Planchart estuvo en el cargo durante 12 años. Luego de su muerte, Noy explica que el protocolo indica que se debe llamar a elecciones, por lo que durante ese trance se designarían autoridades interinas. “Su único trabajo es llamar a elecciones en los próximos 6 meses”.
Aunque existían varios nombres postulados para asumir el cargo, la comunidad universitaria se encontró con la designación de tres nuevas autoridades, que no contaron con la aprobación del Consejo Universitario. Esta designación fue hecha por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y el Ministerio de Educación Universitaria.
Las autoridades designadas fueron: Jorge Stephany, Víctor Theoktisto y José Hernández.
En este sentido, el dirigente estudiantil Luis Becerra opina que si bien los interinos son profesores de la USB, en un proceso electoral jamás hubiesen llegado a los cargos que hoy ostentan.
Desde entonces en la USB el movimiento estudiantil ha llevado a cabo un sin fin de protestas para llevar a cabo las elecciones. Pero los rectores interinos siempre han dado la misma respuesta. «No están dadas las condiciones para celebrar los comicios».
Aunado a esto la pandemia sirvió de narrativa a los interinos para escudarse en la falta de presencialidad, pero Noy explica que ahora que en la Universidad Simón Bolívar hay presencialidad, pero los rectores temporales no tocan el tema.
De hecho, en protestas más recientes Stephany le dijo al presidente de la Federación de Estudiantes que el único interino aquí era él, por lo que las elecciones se llevarían a cabo sólo cuando él quisiera.
Incluso Becerra destaca que en la actualidad los tres rectores dejaron de usar el título de interino. “Eso ha dejado bastante desconcertada a la comunidad universitaria”.
Mientras tanto, la representante estudiantil ante el consejo directivo ha propuesto el tema en reiteradas oportunidades. “En un momento le dijeron que si hacían elecciones en la UCV ellos estudiarían el caso”.
Pero, en la actualidad el tema sigue estando pospuesto, y ahora el tiempo se ha dilatado mucho más por el receso vacacional.
La llegada de los tres interinos a la USB ha generado una serie de irregularidades que sobrepasan el período de estas figuras en el poder. Empezando porque Noy recuerda que este venció a principios de 2022, pero aún se mantienen en los cargos.
La opacidad informativa sobre los ingresos de la Simón Bolívar es otra realidad a denunciar. Noy y buena parte de la comunidad universitaria desconocen a dónde va el dinero generado por los conciertos que se realizan en el campus.
Sin embargo, esto no termina aquí. De acuerdo con fuentes vinculadas a la USB, quienes prefirieron ocultar su identidad por miedo a represalias, denunciaron que uno de los tres rectores cubrió las ventanas de un reconocido salón para llenarlos de máquinas para minar bitcoin. “Eso es ilegal, ni hablar de sus camionetas del año”.
En la USB denunciar conductas de esta índole y perseguir la línea electoral es causal de abrir un procedimiento administrativo, de recibir amenazas o la expulsión.
La fuente comentó que en una oportunidad una autoridad le hizo un llamado de reunión en un laboratorio. “Cerraron la puerta con llave. Me gritaron, golpearon el escritorio. Fue algo tan violento que hoy tengo traumas por eso”.
Antes ciertas cúspides de protestas los diversos líderes estudiantiles han sido forzados a firmar documentos para retractarse.
“Si a los rectores interino no les parece algo, eso es suficiente razón para perseguirte”. Además, dicho documento fue publicado en todas las redes.
“Si no, abrirán un expediente disciplinario”. comenta Noy.
La vigilancia en las redes de estos estudiantes es permanente. Si escriben algo indebido para los interinos les llega un correo con amenazas.
Noy, quien preside la Comisión Electoral Estudiantil estima que en el último trimestre del año se lleven a cabo las elecciones: a más tardar en enero.
“Venimos de renovar la federación de estudiantes, el cogobierno. Solo nos faltan las autoridades rectorales”.
Esta estudiante define a los rectores interinos de “despóticos” por su negativa a escuchar y a seguir las normativas institucionales.
En el último consejo directivo pusieron cinco miembros de seguridad en las puertas del rectorado. “No querían dejar entrar a la representante estudiantil. Hubo que llamar al secretario del rectorado, cuando ella es miembro permanente. Es un abuso de poder, solo salen a dar la cara cuando se sienten presionados”.
Por su parte, María Victoria Restrepo, investigadora de Todos por la Educación y representante de la alianza en Miranda, lamenta la situación actual de la Simón Bolívar.
“Está siendo dirigida por autoridades que carecen del compromiso académico, de servicio y de transparencia que debe detentar cualquier persona que asuma dichos cargos. Ya en más de dos ocasiones han hecho público el desprecio que tienen hacia las demandas estudiantiles, la libertad de asociación, la libertad de cátedra y la libertad de pensamiento”.
Restrepo recordó el acto de abandono en plena graduación tras un discurso crítico de una graduando. Para la activista, la realidad de la USB no hace más que empeorar pese a los esfuerzos de sus estudiantes y personal comprometido con la institución.