En una carta dirigida a la opinión pública, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) seccional Caracas fijó posición frente al despido del comunicador social Seir Contreras de Globovisión. La organización condenó la medida y aseguró que se trata de una violación de la libertad de expresión.
«La Junta Directiva del Colegio Nacional de Periodistas Seccional Distrito Capital condena el despida del comunicador Seir Contreras por parte de Globovisión. Razón por la cual expresamos nuestra preocupación, por representar una clara violación al ejercicio de un derecho humano inalienable: la libertad de expresión», dice un comunicado compartido a través de las redes sociales.
El CNP de Caracas denunció asimismo que se trata de vulnerar el derecho al trabajo de Contreras.
Globovisión despidió a Contreras un día después de que durante una entrevista a Ramón Magallanes, diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV, en el programa Primera Página, el comunicador discutió acerca de la realidad del país con el oficialista. El medio, de acuerdo con lo reportado por la ONG Espacio Público, dio el cese «en una llamada corta, de menos de 2 minutos».
«En las democracias, los medios asumen posturas evidenciadas en sus líneas editoriales, las cuales pueden defenderse con profunda pasión en el plano editorial. Pero en el plano informativo deben ser respetuosas de la pluralidad», escribió el CNP seccional Caracas.
Seir Contreras y la entrevista en Globovisión
De acuerdo con los videos publicados en las redes sociales, se observa que la discusión entre el periodista y el entrevistado ocurrió luego de que Magallanes evadió las preguntas propuestas. El oficialista acusó a Contreras de desconocer la realidad de Venezuela y de estar involucrado con partidos de oposición. Ante eso el periodista se refirió a la ineficiencia del Estado en cuanto a salarios y servicios públicos desde su propia experiencia ciudadana.
El documento firmado por el CNP concluye: «Los medios de comunicación prestan un servicio público, por lo que no corresponde responder a intereses políticos que vulneren la misión fundamental del periodismo: informar, defender las democracias y ejercer la función de contraloría social tan necesaria en las sociedades modernas».