Clíver Alcalá
Foto: Archivo

Clíver Alcalá, antigua mano derecha de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y quien terminó distanciado del régimen de Caracas, lamentó el daño y dolor causado a su familia por sus acciones.

«Lo único que lamento es que mi amor por Venezuela haya causado tanto dolor a mi familia», dijo Alcalá, de 62 años de edad, en su primera entrevista tras las rejas, ofrecida a The Associated Press.

Y agregó: «Asumo toda la responsabilidad por mis acciones pero son ellos quienes pagan las consecuencias»

El mayor general retirado se encuentra en un centro correccional del norte del estado de Nueva York esperando sentencia el jueves por cargos federales no relacionados de proporcionar armas a guerrilleros financiados por el narcotráfico que podrían encarcelarlo por tres décadas.

La entrevista tuvo lugar a principios de este mes, justo dos días antes de impactantes testimonios ante el tribunal que no tenían nada que ver con los delitos de los que Alcalá se había declarado culpable.

En el nuevo testimonio, los narcotraficantes convictos, aseguró AP, alegaron que presenciaron a Alcalá, hace dos décadas, aprovechando su posición como uno de los oficiales militares más poderosos de Venezuela para brindar paso seguro a cargamentos de toneladas de cocaína en pistas de aterrizaje de tierra, puestos de control fronterizos y un aeropuerto importante.

A cambio, dicen que le pagaron millones de dólares en sobornos; en un momento llegó a cobrar 150.000 dólares por cada vuelo cargado de cocaína que salía hacia Centroamérica.

El exmilitar fue extraditado a Estados Unidos desde Colombia en 2020 y el 29 de junio de 2023 se declaró culpable de “proporcionar, ayudar e instigar la provisión de apoyo material o recursos” a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y de “recibir y transferir armas de fuego y municiones, sabiendo y teniendo motivos razonables para creer que dichas armas de fuego y municiones se utilizarían para cometer el delito federal de terrorismo”.

Según su confesión escrita, que leyó él mismo en la audiencia, desde 2006, mientras se desempeñó como general de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, brindó apoyo a las FARC.

Como parte de un acuerdo de culpabilidad alcanzado el año pasado, los fiscales retiraron todos los cargos de drogas contra Alcalá. En cambio, dejaron solo dos cargos de suministro de armas a las FARC, consideradas por Estados Unidos como una organización terrorista extranjera.

Los fiscales ahora están instando al juez de distrito estadounidense Alvin Hellerstein a considerar incluso los cargos previamente desestimados y las acusaciones no probadas de contrabando de drogas al dictar sentencia, algo que sorprendió a Alcalá cuando se declaró culpable de los delitos menores.

Alcalá y su vida en prisión

Alcalá aseguró a la agencia AP que ha utilizado su tiempo en prisión para reflexionar sobre sus decisiones, errores y arrepentimientos.

Ha leído más de 200 libros, la mayoría de ellos libros de historia, y ha corrido 5 millas en una cinta caminadora todos los días.

“No había corrido tan rápido desde que era teniente”, bromeó sobre su mejor ritmo personal, una milla de 7 minutos. «Los guardias simplemente me miran como si estuviera loco».


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