El gobierno de Venezuela rechazó la posición de Canadá ante la detención de la activista Rocío San Miguel, acusándolo de mantener una actitud «imperialista y arrogante» hacia el país.
Yván Gil, ministro de Relaciones Exteriores, dijo: «El gobierno de Canadá, atrapado en su complejo de superioridad, creyéndose imperio y desde su miseria moral, insiste en atacar a Venezuela. ¡Saquen sus narices de nuestra Patria!».
Las autoridades socialistas criticaron al gobierno de Justin Trudeau por lo que consideran una «intromisión injustificada» en los asuntos internos de Venezuela.
Además, acusaron a Canadá de ignorar «otras violaciones graves de los derechos humanos» en el mundo, como el conflicto armado en la franja de Gaza. «Con un historial vergonzoso en su propio territorio, demuestra cuán ruin y mentiroso puede ser para hacerle el juego a terroristas y desestabilizadores», dijo Gil.
El gobierno de Canadá había expresado su preocupación por la detención de la activista Rocío San Miguel y otros defensores de derechos humanos en Venezuela. Por esta situación, el gobierno canadiense instó al chavismo a cumplir con el acuerdo de Barbados, con el que se espera se garanticen los derechos humanos y el respeto a la democracia.
Allanaron su residencia en Caracas
A Rocío San Miguel la detuvieron el pasado viernes por presuntamente estar vinculada a una trama conspirativa para asesinar a Nicolás Maduro. Su equipo legal denunció el miércoles el allanamiento de su vivienda en Caracas y expresó temor ante la posibilidad de que sembraran evidencias en su contra.
El arresto de activista, presidenta de la ONG Control Ciudadano, fue confirmado dos días después por el fiscal Tarek William Saab. Además de San Miguel, también se decretó la privación de libertad para Alejandro José González Canales, su expareja.
A Miranda Díaz San Miguel, hija de Rocío San Miguel, la detuvieron y excarcelaron posteriormente, con prohibición de salir del país y de declarar a los medios, junto con otros tres allegados de la defensora de derechos humanos.