El comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofanb), Remigio Ceballos, informó el miércoles en la tarde que ordenó el despliegue de la Infantería de Marina en la zona fronteriza del estado Apure, donde desde el pasado 21 de marzo se desarrolla un conflicto sobre el cual el régimen ha evitado hablar con claridad.
Ceballos aseguró que esta estrategia tiene la finalidad de reforzar e incrementar “la seguridad y presencia militar, para combatir y expulsar a todo grupo irregular colombiano”.
A la fecha el régimen no ha ofrecido un balance oficial y completo sobre lo que ha ocurrido. Fuentes como ONG o periodistas apuntan a que al menos 16 militares han muerto en el conflicto y otros 37 han resultado heridos. Además, 5.000 personas fueron desplazadas a territorio colombiano.
Durante esta situación ha salido a relucir también el desprecio del chavismo hacia la FANB, de acuerdo con las denuncias de la ONG Fundaredes, que en mayo publicó un documento en el que criticó el hermetismo de las autoridades para hablar sobre las bajas militares.
Fundaredes subrayó que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, demostró su desprecio hacia la vida de los soldados de la FANB al hablar de “cruentos combates” en los que hubo bajas de militares venezolanos pero sin precisar el número de muertos.
“Reportaron varios heridos pero no suministraron número ni identificación, la mayoría de ellos no fallecieron en el campo de batalla porque pudieron huir aún malheridos, sin que los comandantes de la operación y el alto mando militar no hubiesen agotado los recursos necesarios para el rescate de los heridos, quienes caminaron entre tres y cinco días en territorio desconocido y dominado por Grupos Armados Irregulares (GAI)”, dijo la organización.