La organización defensora de los derechos de la niñez Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) afirmó en su último informe sobre el suicidio en Venezuela que el tema de la salud mental debe comenzar a ser prioritario en el país.
En el documento, presentado este 9 de marzo por Vanessa Moreno Losada, se denunció la falta de visibilidad al grave problema del suicidio infantil en Venezuela. El informe se tituló El suicidio infantil: un problema olvidado en medios de comunicación y políticas públicas. Este aborda el tema de la salud mental en la infancia y adolescencia en el territorio.
Uno de los hallazgos más relevantes del informe es que en el país no se menciona a los niños, niñas o adolescentes en los programas de salud mental. Al contrario, se deja un vacío sobre la falta de protección de esta población para tratar casos de depresión y salud mental.
“No hay acciones privilegiadas ni preferentes para la atención de niños, niñas y adolescentes. Se puede decir que el norte de los planes y las decisiones que se tomaron no estuvieron orientadas a lograr el beneficio y garantizar el derecho de esta población”, se señala en el informe.
Opacidad en los datos
A partir de una revisión de memorias y cuentas y presupuestos de la nación se detectó que hubo tres programas que abordaban el asunto de la salud mental. Sin embargo, estos son deficitarios e insuficientes. De hecho, solo se pudo recabar datos de las memorias y cuentas entre 2014 y 2017, pues el resto no ha sido publicado por el Estado.
Menos de 1% del presupuesto total del Ministerio de Salud es asignado al área de salud mental.
“La niñez está invisibilizada en los proyectos identificados. Pero también en los servicios que presta la red hospitalaria en materia de atención psiquiátrica y psicológica. Esta realidad evidencia la violación al derecho a la salud mental de niños, niñas y adolescentes”, destacó Cecodap.
Asimismo, los proyectos de salud mental pública no cumplen con los requisitos mínimos de la perspectiva de los derechos de la niñez. “Los planes ni en su diseño ni en sus objetivos consideran la niñez como un asunto a abordar. Además, año tras año los proyectos cambian y no se exponen resultados concretos”, se explica.
La falta de datos sobre profesionales de la salud, sanitarios, por distribución de habitantes, o al menos la organización de los servicios de salud mental especializados en los niños y adolescentes generó preocupación a los investigadores.
Se concluyó que no hay centros de salud psiquiátrica especializados en niñez, pero tampoco hay datos sobre la disponibilidad en la red sanitaria de servicios para la atención de la salud mental.
“No existen en todos los estados datos estadísticos de consultas psiquiátricas y psicológicas demandadas por niños, niñas y adolescentes cada año”, recordó Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap.
Diagnóstico del problema
En el informe de Cecodap se advierte que los casos de suicidios de niños en el país están en aumento desde 2017, cuando la emergencia humanitaria compleja se acentuó en el país. “Anualmente, hemos encontrado un incremento significativo de este tipo de sucesos: en 2014 se reportaron 11 casos de suicidio de niños, niñas y adolescentes; en 2015 se registraron 14 suicidios; en 2016, fueron 17 casos, y en 2017 el informe señaló que habían ocurrido al menos 34”, dice el documento.
La investigación agrega que para 2019, los casos de suicidios de la infancia cerró en 88. Para el primer semestre de 2020, el Observatorio Venezolano de Violencia documentó 19 casos más.
Para Cecodap estas aproximaciones permiten tener una idea del alcance del problema, pero no detallar patrones masivos de conducta. “No existe una caracterización oficial del suicidio infantil que permita establecer patrones y que responda a una estrategia de prevención nacional”, denuncia.
Los detonantes del suicidio fueron identificados como 50,7% por conflictos familiares, 3,8% por abuso sexual y 3,8% por trastornos psiquiátricos. En el resto, 30,8% de los casos, no se identificó el motivo de la acción.