49% de los niños, niñas y adolescentes atendidos por el Servicio de Atención Psicológica (SAP) Crecer sin Violencia en el primer trimestre de 2021 presentaron alteraciones del estado de ánimo, relacionados con cuadros de ansiedad y depresión, según un reciente informe publicado por Cecodap.
“Este informe busca destacar la importancia central que tiene el derecho a la salud mental en el desarrollo de la vida de los niños, niñas y adolescentes. Hoy debemos alzar la voz a fin de que sea visibilizada la cara oculta de la pandemia: el sufrimiento emocional”, dijo Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap y del SAP Crecer sin Violencia.
El documento titulado Somos Noticia – Capítulo Salud Mental (2020 – 2021) reveló que el riesgo e ideación suicida en esta población pasó de 21,24% en 2020 a 25,93% en 2021.
“Sobre la base de este dato es posible indicar que uno de cada cinco personas atendidas que presentan alteraciones del estado de ánimo tiene algún tipo de ideación suicida”, advirtió Saraiba.
La organización ha ofrecido más de 7.512 consultas de atención psicológica gratuitas desde su fundación, de las cuales 4.365 fueron en 2020. 66% de las personas atendidas ese año fueron menores de edad.
12% del total de pacientes atendidos en el SAP Crecer sin Violencia dijo haber sufrido alguna forma de violencia. Saraiba especificó que 34% implican situaciones de violencia sexual, 25% acoso escolar, 19% intrafamiliar, 19% de género, 3% de derechos humanos.
«Encontramos que el confinamiento ha llevado a que se prolongue el contacto entre niños, niñas y adolescentes y sus agresores, los cuales se encuentran la mayoría de las veces en el entorno cercano de estos», indicó el profesional.
Los niños son castigados físicamente en casa. 18% de los casos en 2020 reportó el uso de violencia en la crianza, y en 2021 se incrementó 26,3%.
Sarabia alertó sobre la necesidad de abordar como prioridad el tema de salud mental y su impacto en niños y familias.
«Debe incorporarse a la escuela y otros actores en la prevención de estos casos. Es necesario exigir condiciones de atención pública», indicó.
Destacó que de continuar la persecución a las ONG, cientos de miles de niños quedarían sin atención psicosocial, pues hoy día el Estado no tiene condiciones para incorporarlos en el sistema de salud público.