VENEZUELA

Ceballos acusó a la oposición de utilizar las cárceles para «avivar la insurrección contra el Estado venezolano»

por Avatar EFE

El ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, informó que la cárcel de Tocuyito, la que tiene mayor población de Venezuela con más de 2.000 presos, ha sido intervenida este miércoles, tras una operación de seguridad penitenciaria en la que las autoridades hallaron material de interés criminalístico que será revelado próximamente.

Señaló que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) hicieron un extraordinario trabajo en la toma de la cárcel, en el estado Carabobo, como parte de un plan de reimpulso del sistema penitenciario, a través del cual se ha «conocido que parte del delito se producía desde algunos centros».

«Estamos acabando con todo eso para garantizar la paz, la tranquilidad, el bienestar de todos los venezolanos, y tomar control de todas esas actividades ilegales», dijo en declaraciones al canal estatal VTV.

Ceballos aseguró que «la oposición violenta, que quiere seguir con la violencia, ha tratado de utilizar los centros penitenciarios para avivar la insurrección contra el Estado venezolano».

Agregó que supuestamente 99% de los centros están bien ordenados, y falta muy poco para garantizar el control de aquellos donde «necesitan hacerse algunos ajustes en particular».

Este operativo en Tocuyito se lleva a cabo un mes después de la intervención de la cárcel de Tocorón, donde el gobierno desplegó a unos 11.000 agentes de seguridad, tras lo que fue desmantelada la organización criminal transnacional Tren de Aragua, cuyo líder, Héctor Guerrero, alias el Niño Guerrero, todavía no ha sido capturado.

Este centro penitenciario fue desalojado por completo para un proceso de reestructuración, según el Ejecutivo.

El 10 de octubre, las autoridades revisaron los planes que evalúan aplicar hasta el final de año para fortalecer el sistema penitenciario, donde la mayoría de las cárceles y calabozos policiales, según organizaciones no gubernamentales, sufren un hacinamiento que ha empeorado las condiciones sanitarias.