64,9% de la población de Venezuela califica de manera negativa el servicio de agua potable, informó este jueves la ONG Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), que reportó un aumento de 4,5 puntos en esta percepción frente al 60,4% de la anterior medición, realizada en marzo.
Un sondeo elaborado entre octubre y noviembre por esta organización en 12 de las principales ciudades del país, en el que participaron 7.687 personas, indica que el descontento responde principalmente a una «distribución irregular» y a la falta del suministro, a pesar de contar con «tuberías instaladas en su comunidad o vivienda».
La ONG señaló que «apenas el 23%» de los venezolanos dice que «siempre» tiene «acceso continuo al agua», el resto de manera intermitente, a excepción de 4,9%, que niega recibir el servicio.
Ante las fallas en el suministro, calificado como «insuficiente e impredecible», los ciudadanos «dependen cada vez más de métodos alternativos», como solicitar el servicio de un camión cisterna, comprar botellones o recurrir a «otros sitios».
En tanques o en pipotes
En el país, las fallas también han afectado la cotidianeidad de los ciudadanos, que ajustan sus planes en función de los momentos en los que les llega el agua a casa, o para dedicar tiempo en buscarla en algún lugar, en caso de estar agotándose la que almacenaron.
92,3% de los venezolanos almacena agua sobre todo en un tanque o en pipotes, de acuerdo con el observatorio.
Expertos señalan como causas de la crisis de este y otros servicios, entre ellos el eléctrico, al «proceso de deterioro acelerado» de la infraestructura por el «abandono de las tareas de mantenimiento y reparación», así como a la falta de personal con «competencias técnicas» y especializado.