Los venezolanos deben tener claro a lo que se enfrentan para lograr un cambio político. De eso está convencido el analista político Carlos Blanco, quien conversó este miércoles con la diáspora venezolana en Madrid.
Blanco se refirió a la crisis política que vive el país y señaló que es necesario establecer una estrategia y un objetivo claro para la salida de Nicolás Maduro del poder.
«Creo que deberíamos entender que para lograrlo hay cosas fundamentales. Primero hay que tener un diagnóstico del tipo del poder al que nos enfrentamos, en segundo lugar hay que tener un liderazgo coordinado y en tercer lugar debemos tener objetivos claros», dijo. «También hay que tener una estrategia compartida y finalmente necesitamos alianzas internacionales amplias».
En ese sentido, indicó que desde el inicio del chavismo Venezuela se ha convertido en un territorio de conflicto internacional. A su juicio, en el país hacen vida fuerzas pólíticas de otras naciones y grupos irregulares.
«Venezuela es el escenario de un conflicto internacional desde el inicio. Por no haber estado claro desde el inicio, ha sido una lucha simétrica entre unos venezolanos heroicos peleando en contra de un monstruo internacional», señaló el analista.
Y agregó: “Hay que considerar que Venezuela es una nación devastada. En su territorio hay, al menos en 70%, factores delictivos. Es una población regada por el mundo. Ha habido migración externa y hay una migración interna”.
Se refirió a las estructuras de poder y detalló cómo funcionan las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) y las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI).
“La estructura de las Fuerzas Armadas ha creado virreinatos y así va ocurriendo en las zonas de defensa integral. Hacia abajo, en el área de defensa integral, hay una desintegración militar. Ahí, esa base, ese tejido, es la real estructura del poder del país. Luego están las estructuras criminales; estas bandas cumplen una función de orden público, de entrelazamiento para las actividades ilegales”, dijo.
Blanco indicó que esa situación afecta el tejido social venezolano y puntualizó que a esos grupos no les interesa mantener el control. Por el contrario, señaló, funcionan para mantener el poder.
“Estas unidades de trabajo político son tejidos que se mueven entre la legalidad y la ilegalidad. Los mecanismos de extorsión evidencian la manera más generalizada en la que se desarrolla la supervivencia de estas bases. Maduro es el principal entre varios socios y por eso tiene que ser un constante negociador del poder”, manifestó.
Carlos Blanco sobre la oposición
Al referirse al papel de la oposición venezolana, el analista político consideró que si hay factores políticos que enfrenten la situación en un país «cada vez más arruinado» es muy difícil que el gobierno consiga estabilidad.
“El salario del trabajador venezolano sigue siendo 5 dólares y todo los demás no cuenta ni para aguinaldo ni prestaciones. Entonces el descontento que se está generando ahí es muy fuerte. Hay una situación en la que todo depende de que ese descontento se convierta en fuerza. Todo el mundo sabe que el apoyo popular de Maduro es muy bajo, pero el descontento no es fuerza”, explicó.
Resaltó que la unidad opositora no es un punto de partido, sino parte de la estrategia para llegar a un objetivo: «En Venezuela ha habido unidad. La hubo en varias elecciones, por ejemplo en las de Rosales y en las de Capriles. También hubo unidad cuando el gobierno interino de Juan Guaidó y para las elecciones de 2015. Ha habido unidad porque el propósito era compartido».
Indicó que para llegar a esa unidad se necesita un proceso político que la construya. Sostuvo que en la actualidad la unidad debe ser para lograr la salida del régimen chavista.
También analizó el escenario de las primarias opositoras, que a su juicio aún están en riesgo de no realizarse. Dijo que el país requiere de un liderazgo civil sólido y comprometido a no cambiar de estrategia sin lograr el objetivo.
«Lo que podemos lograr es la creación de una fuerza que tenga un liderazgo claro, apoyado por todos los que pierdan esa primaria, para salir del régimen. Después de las primarias se debe producir un proceso que genere la capacidad de obligar al régimen a aceptar condiciones para unas elecciones», dijo.
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