El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú condenó la detención arbitraria de Freddy Guevara y las acciones de hostigamiento contra Juan Guaidó porque considera que «erosionan las posibilidades de diálogo entre los venezolanos» para resolver la crisis política mediante elecciones libres y democráticas.
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En un mensaje publicado en Twitter, la cancillería de Perú agregó que el «respeto irrestricto» a los derechos humanos y «el restablecimiento de las libertades políticas» son condiciones indispensables para un proceso impulsado por los propios venezolanos para alcanzar una salida pacífica y constitucional a la crisis, con el apoyo de la comunidad internacional.
El Servicio de Inteligencia de Venezuela detuvo este lunes a Guevara, un estrecho colaborador de Guaidó, quien denunció «amenazas» en su contra.
Guevara fue detenido por los funcionarios de ese cuerpo cuando se encontraba en una autopista de Caracas, según se pudo ver en un video que él mismo trasmitió a través de sus redes sociales.
Casi en paralelo, la esposa de Guaidó, Fabiana Rosales, denunció que la Policía había llegado a su residencia para llevarse detenido a su marido, quien, según videos difundidos por su equipo, intentó eludir su arresto encerrándose en su vehículo blindado.
En declaraciones a la prensa, Guaidó dijo que la presencia de sus vecinos y de los periodistas le ayudó a evitar su detención.
«No hay orden de detención porque lo que (…) hicieron fue hostigamiento, amenazas. Amenazaron con armas de fuego, de guerra, en un edificio residencial donde vivimos con nuestra familia», dijo al tiempo que condenó la detención de su compañero de filas.
Mientras la Fiscalía confirmaba la detención de Guevara, Nicolás Maduro comenzaba una reunión pública con otro sector minoritario de la oposición que se extendió más de tres horas como una forma de promover el «diálogo» nacional.
Durante el encuentro, en el que no mencionó a Guevara directamente, Maduro dijo que tiene pruebas que involucran a un sector de «la extrema derecha» opositora en los combates de la semana pasada entre bandas criminales y policías en Caracas.