Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, afirmó que una vez que culmine la demanda contra El Nacional, dedicará su atención al proceso legal por difamación que tiene abierto contra La Patilla.
«Ravell, te informo una vez termine el proceso jurídico contra El Nacional me dedico a La Patilla; porque yo soy un señor mayor y no puedo tener dos frentes al mismo tiempo. Termino con el El Nacional y voy con La Patilla, tranquilo», indicó durante su programa Con El Mazo Dando.
Sobre el caso de El Nacional, Cabello dijo que «no es del gobierno venezolano que aplicó un proceso legal. Es una demanda personal de este que está aquí. Que ya está llegando a su fin, el proceso legal está concluyendo».
Reiteró que de recibir el pago resultado de la demanda contra el medio, procederá a comprar vacunas para los venezolanos. «Si me pagas en efectivo, en cheque (con fondo, verificado), toda esa plata es para comprar vacunas. Si no tendré que cobrarme de tus bienes. Y también lo dije: eso será la sede de la universidad internacional de las comunicaciones».
Demanda contra El Nacional
El pasado 16 de abril, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia dictó una sentencia contra El Nacional en la que se exige el pago de 237.000 petros, aproximadamente 13.366.800 dólares, a Diosdado Cabello por daños morales.
En fecha 11 de agosto de 2015 fue presentada la demanda contra El Nacional por Diosdado Cabello, representado por los abogados Ytala Hernández y Alejandro Castillo, luego de que se replicara un trabajo del diario español ABC en el que, con el testimonio de Leamsy Salazar, su exescolta, se señalaba al líder chavista de estar vinculado con negocios de narcotráfico.
Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional, valora como “una aberración jurídica” la sanción judicial de cerca de 13 millones de dólares contra su empresa de comunicaciones por presunta difamación a Cabello.
Otero sostiene que la sentencia contra El Nacional comete “una irregularidad universal” y estima que pasa a formar parte de un período de oscurantismo de las libertades de prensa y expresión en Venezuela.