Julio Borges, comisionado de las Relaciones Exteriores de Venezuela, designado por Juan Guaidó, fijó posición sobre las acusaciones emitidas este jueves por el Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros funcionarios del régimen.
Instó a la Fuerza Armada Nacional a «oír con mucha claridad» las acusaciones de EE UU contra el régimen.
Aseguró que estas acusaciones llevan 10 años de investigación con pruebas, documentos y hechos. «Las pruebas, documentos y hechos han demostrado que el gobierno de Nicolás Maduro tiene conexiones con el crimen organizado, lo que explica la pobreza y la destrucción en la que se encuentra Venezuela», dijo en Twitter.
Borges denunció que Maduro ha convertido el país en un refugio para el terrorismo, lo cual lo convierte en una amenaza para la región. «Maduro encabeza un Estado criminal y así lo denunciamos en todas las instancias internacionales. Ha convertido a Venezuela en refugio para el terrorismo y una amenaza para la región. Las acusaciones de EE UU no son contra el pueblo, sino contra jerarcas de la dictadura», indicó.
Recompensa
Estados Unidos ofreció este jueves una recompensa por la captura de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los otros 12 funcionarios del régimen que fueron acusados este jueves por los presuntos delitos de narcoterrorismo.
«El régimen venezolano, una vez dirigido por Nicolás Maduro Moros, sigue plagado de criminalidad y corrupción. Durante más de 20 años Maduro y varios colegas de alto rango supuestamente conspiraron con las FARC, causando la entrada de toneladas de cocaína y devastando las comunidades estadounidenses. El anuncio de hoy se centra en erradicar la extensa corrupción dentro del gobierno venezolano. Un sistema construido y controlado para enriquecer a aquellos en los niveles más altos del gobierno. Estados Unidos no permitirá que estos funcionarios venezolanos corruptos utilicen el sistema bancario estadounidense para trasladar sus ganancias ilícitas desde Suramérica ni promover sus esquemas criminales», aseguró el fiscal general de Estados Unidos, William Barr.