La biodiversidad y el ecosistema del lago de Maracaibo, en el estado Zulia, se han visto afectados por los constantes derrames petroleros en el área, señaló Gustavo Carrasquel Parra, director general de la Fundación Azul Ambientalista.
En entrevista con el diario La Verdad, Carrasquel explicó que el petróleo forma una capa impermeable en el agua que obstaculiza la entrada de luz solar necesaria para la fotosíntesis del fitoplancton y otros microorganismos acuáticos.
Otra de las consecuencias de los derrames de crudo en el lago de Maracaibo, señaló el experto, es que los hidrocarburos afectan el intercambio gaseoso y cubren la piel y las branquias de los animales acuáticos hasta causarles la muerte por asfixia.
La presencia de esos materiales hace que el ecosistema del lago y la costa se vuelva inhóspito para la flora y la fauna, como peces, cangrejos, delfines, manatíes y especialmente aves, al degradar las fuentes de alimento de estas especies.
En el caso específico de las aves, el petróleo destruye la capacidad de las plumas de repeler el agua. Esto ocasiona que los animales no puedan aislarse de las temperaturas frías, ocasionando la muerta por hipotermia.
En los manglares, el petróleo pesado cubre las raíces aéreas impidiendo el intercambio de gases necesarios para la supervivencia.
Carrasquel señaló que los peces se envenenan al consumir presas contaminadas con petróleo, lo que afecta toda la cadena alimentaria, incluidos los seres humanos.
“Los hidrocarburos destruyen los huevos o producen crías con malformaciones”, dijo.
El director general de la Fundación Azul Ambientalista afirmó que los 25.000 kilómetros de tuberías sublacustre presentan fugas casi todo el año, ante la falta de mantenimiento de los sistemas de la industria petrolera.