El presidente de EE UU, Joe Biden, rindió homenaje este martes a los manifestantes y activistas que, a su juicio, mantienen viva la democracia en países como Cuba y Venezuela, durante su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU.
«Puede que los autoritarios del mundo quieran proclamar el final de la era de la democracia. Pero lo cierto es que el mundo democrático está en todas partes. Está vivo en los activistas contra la corrupción, los defensores de derechos humanos, los periodistas, los manifestantes pacíficos en primera línea de esta lucha en Bielorrusia, Birmania, Siria, Cuba, Venezuela y en muchas otras partes», agregó.
Esa fue la única referencia de Biden a Latinoamérica y el Caribe durante su primer discurso ante la ONU, más allá de una alusión al trabajo de su gobierno con la Organización de Estados Americanos (OEA) para mejorar la sanidad y las oportunidades económicas en el continente.
El discurso de Biden fue en buena parte un alegato a favor de la democracia, que describió como «la mejor herramienta» que existe para «aprovechar completamente el potencial humano».
«El futuro pertenecerá a aquellos que abrazan la dignidad humana, no a los que la pisotean», sentenció el presidente.
Pese a ese alegato contra quienes intentan sofocar a su pueblo con una mano de hierro, Biden aseguró que no está interesado en una nueva Guerra Fría con países autoritarios como China. Tampoco está interesado en un mundo dividido en bloques rígidos.
Biden pronunció su discurso en la primera jornada de debates anuales de la Asamblea General de la ONU, que reúne en Nueva York a alrededor de un centenar de líderes internacionales a pesar de la pandemia, con una agenda marcada por el covid-19, la crisis climática y la situación en Afganistán.