Vanessa Rosales, de 31 años de edad, quien presuntamente le vendió cytotec, una pastilla para abortar, a una adolescente de 13 años de edad, permanecerá bajo arresto domiciliario en el estado Mérida mientras continúa el proceso judicial en su contra.
El caso se dio a conocer el pasado 8 de enero, luego de que organizaciones no gubernamentales organizaran un tuitazo pidiendo la libertad de la mujer que se desempeña como docente.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvieron Rosales el pasado 12 de octubre de 2020, junto a otra mujer identificada como Yohana Carolina Izarra, de 41 años de edad, quien no recibió beneficio de medida sustitutiva y permanece detenida.
La docente asesoró, y presuntamente vendió la pastilla cytotec a la joven de 13 años de edad que quería abortar tras ser víctima de abuso sexual, según informó el periodista de sucesos Román Camacho.
Al momento de ser detenida, los oficiales encontraron alrededor de 600 pastillas de misoprostol (cytotec) en la casa de Rosales.
Las autoridades aún investigan el origen del medicamento, porque la docente no tenía ninguna preparación en medicina para recetar dicha pastilla para abortar.
Rosales se enfrenta a los cargos de agavillamiento, asociación para delinquir y aborto inducido por terceros.
El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, señaló que el agresor de la adolescente, quien continúa prófugo, fue identificado como Carlos Terán, de 52 años de edad.
El Ministerio Público dictó orden de captura contra Terán el pasado mes de noviembre de 2020, y el 10 de noviembre se solicitó una alerta roja vía Interpol.