Nicolás Maduro anunció este domingo la suspensión de actividades laborales en el Distrito Capital y en los estados Vargas, Miranda, Zulia, Táchira, Apure y Cojedes, exceptuando, entre algunos oficios, a las cadenas de distribución de alimentos. Sin embargo, este lunes algunas panaderías en Caracas fueron cerradas por las autoridades nacionales.
Los demás sectores esenciales que están exceptuados son los servicios sanitarios y de salud, seguridad policial y militar, transporte (con el uso obligatorio de tapabocas), electricidad, gas, combustible, desechos sólidos y telecomunicaciones.
El ministro para la Defensa del régimen, Vladimir Padrino López, anunció este domingo que el personal que labore en los sectores antes mencionados deberán portar su carnet de identificación a los entes de seguridad que comenzaron a desplegarse a las 5:00 am de este lunes para velar con el cumplimiento de la cuarentena anunciada por Maduro.
Foto: Cortesía
El Nacional entrevistó a varios trabajadores de panaderías ubicadas en la capital ante la irregularidad que se presentó.
«Uno tiene el compromiso con los empleados de pagarle semanalmente y mantenernos abiertos para vender lo que se produce. La gente viene a comprar y se va», dijo la trabajadora de uno de estos establecimientos.
Otro ciudadano comentó que en Venezuela se creó un caos sin necesidad y criticó el uso de las mascarillas, «no sé cuál es el pandemonio que han creado, caminé desde La Carlota y la gente iba con el tabapoca en la cara. Eso no es necesario, simplemente no te le acerques a la persona, ya tomaste tu previsión», expresó.
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Miedo ante pérdida de inventario en las panaderías
En otra panadería, uno de los empleados explicó que de acuerdo al régimen los locales de comida podían trabajar desde las 7:00 am hasta las 7:00 pm. «Sin embargo se presentan los funcionarios de la Alcaldía de Chacao ordenando a cerrar el local de mala manera y sin explicaciones», indicó.
El empleado mostró su preocupación ante la posibilidad de que los alimentos perecederos que vende en el local puedan dañarse. «Si no los saco entre hoy, mañana o una semana tengo que botarlos», dijo.
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