Marcos Rodríguez Cantero, cónsul de España en Venezuela, espera la aprobación para visitar a Rocío San Miguel, quien está recluida en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Fuentes cercanas al diplomático informaron a El Nacional que este sábado acompañó a Miranda Díaz y a su padre Víctor Díaz Paruata al centro de detención para constatar el estado de la defensora de derechos humanos, quien tiene también nacionalidad española. Sin embargo, todavía no han autorizado la visita de Cantero.
También acudió a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) junto a los familiares de Alejandro González, exesposo de la defensora de derechos humanos, quien también fue aprehendido.
A San Miguel, presidenta de la organización no gubernamental Control Ciudadano, la detuvieron el viernes 9 de febrero junto a varios familiares, incluida su hija. La acusan de traición a la patria, terrorismo y asociación.
En el caso de González, lo imputaron por revelación de secretos políticos y militares concernientes a la seguridad de la nación.
El Ministerio Público ha asegurado que ambos están vinculados con la Operación Brazalete Blanco, que tendría como fin atentar contra Nicolás Maduro y varios de sus funcionarios.
Se tiene previsto que el 22 de febrero se realice una nueva audiencia contra San Miguel y González. Ese día se espera que acepten el registro de los abogados libremente elegidos por los detenidos.
Rechazo a la detención de Rocío San Miguel
Numerosas organizaciones han condenado la detención de la activista. A través de distintos mensajes han manifestado su preocupación y han exigido al gobierno de Venezuela que respete sus derechos.
Algunas de las organizaciones que han rechazado esta detención son Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional.
Por estos reclamos, el gobierno de Venezuela anunció la suspensión de las actividades de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos en Caracas.