Ante la aguda crisis hospitalaria en Venezuela pacientes crónicos han conseguido otra oportunidad de vida en el sistema médico de países de la región. Quienes tienen familiares en el extranjero cuentan con una ayuda importante para sus tratamientos, y en algunos casos han debido vender propiedades para comprar el pasaje a un nuevo destino y costear los gastos.
Es una cuestión de vida o muerte. Las personas hacen todo lo posible para comprar los medicamentos que necesitan o recibir los tratamientos gratuitos que en el sector privado superan los 3.000 dólares, reseñó La Prensa.
Tratamientos de alto costo
Quienes padecen de insuficiencia renal, cáncer, enfermedades hematológicas y otras deben hacerse un chequeo frecuente con los especialistas, pero los tratamientos de alto costo han dejado de ser regulares en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Y los pacientes deben recurrir a otras opciones.
Gloribeth Marín, de 52 años de edad, vivía en la urbanización La Caldera, en Barquisimeto, estado Lara. Vendió su casa en 600 dólares. «La regalé, pero tuve la confirmación de que me atenderían en Colombia y debía tener los reales a la mano», dijo.
En ese país recibió 7 sesiones de radioterapia gratuitas en un hospital de Cúcuta. Para que la admitieran, mostró un documento de tutela con la presentación de su caso, el trámite en Migración Colombia y reunir dinero para los pasajes, alquilar la habitación por un mes y los gastos de alimentación.
Yanirys Evíes, de la fundación Vida Renal Contigo, señaló que reciben donativos particulares desde Colombia, pero actualmente está varado un lote de inmunosupresores porque no tienen el dinero para cubrir el envío. «Es tan difícil nuestra situación. Nos limitamos por 50 dólares que pueda costar el envío porque no tenemos ese dinero», señaló.
«Es una desesperación incontrolable cuando se tiene el tiempo contado y no se cuenta con los recursos», expresó Milagros Seijas, en la Fundación de Pacientes Oncológicos de Venezuela. Agregó que la espera en hospitales como el Domingo Luciani o el Padre Machado, en Caracas, puede ser indeterminada.