La transacción, tal y como está descrita en los documentos, se puede sintetizar así: una empresa panameña le debía a Pdvsa cerca de 200.000 dólares, pero la empresa panameña no contaba con los fondos suficientes para saldar su deuda con la petrolera estatal venezolana, entonces surgió una solución sencilla para dejar satisfechas a todas las partes: un tercero salió al rescate, pagó la deuda de la empresa panameña en aprietos y, a cambio, la deudora entregaría al tercero el único activo que tenía para pagar, un buque.
Hasta aquí todo luce como un trámite que solucionó un entuerto menor, otra compra rutinaria de deuda en los mercados, que involucraba una cantidad nimia para las magnitudes de la industria petrolera.
Pero allí estaba el detalle: el rescatista no era cualquiera, sino Roberto Leyba, un abogado y acaudalado empresario, pareja sentimental por un tiempo de la segunda hija de Hugo Chávez, María Gabriela, y, en especial, consultor jurídico de la propia Pdvsa.
Por Marcos David Valverde
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