Por LISSETH BOON
Aunque parezca paradójico, hoy no resulta imperativo ser glaciólogo, astrofísico o geomorfólogo para participar en la misión, de cualquier otra manera muy compleja y especializada, de conservar el último glaciar de Venezuela. Como tampoco hace falta ser experto en cambio climático o estudioso de esas masas de hielo acumuladas, y ahora en vías de una segura extinción, en los picos más altos de los Andes venezolanos.
Eso es lo que sugiere lo que va hasta ahora de la operación, súbitamente anunciada en diciembre de 2023 por el gobierno de Nicolás Maduro, para al menos ralentizar con un método experimental -tender un manto térmico- el deshielo del glaciar La Corona del Pico Humboldt, a 4.942 metros de altura, en áreas del Parque Nacional Sierra Nevada de Mérida.
El esfuerzo ha coaligado a una organización privada, la Fundación Probiodiversa, junto al Ministerio de Ecosocialismo (Minec), el Instituto Nacional de Parques (Inparques), el Observatorio Nacional de la Crisis Climática (ONCC), la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la gobernación del estado Mérida, controlada por el oficialismo chavista.
Entre los entendidos en materia ambiental causó gran extrañeza que una organización creada originalmente para la protección de la diversidad biológica de Venezuela, y que hasta 2021 se limitaba a impulsar campañas conservacionistas para salvar a especies amenazadas como el venado paramero, o de cola blanca, de Mérida (Odocoileus lasiotis), haya reaparecido a finales de 2023 como partícipe de la cruzada en defensa del último glaciar de Venezuela, que se derrite sin remedio por causa del cambio climático global.
Esa cruzada supone cubrir una porción del glaciar con unas mallas geotextiles que reflejan los rayos del intenso sol de latitudes casi ecuatoriales. El 6 de diciembre, el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, recibió en la aduana del puerto de La Guaira 35 rollos del material geotextil, cada uno con un peso de 80 kilos y medidas de 2,75 metros de ancho por 80 de largo. Además del propósito mismo del acto, llamó la atención que el funcionario apareciera acompañado por el biólogo Alfredo Riera Seijas, director de la Fundación ProBiodiversa, quien afirmó, para subrayar la importancia de la ocasión, que “ningún país se ha atrevido a proteger los glaciares tropicales en proceso de desaparición”.
Desde entonces, Riera Seijas comenzó a figurar en todos los eventos oficiales relacionados con el manto del glaciar. Solo los reportes de comercio exterior arrojan pistas sobre las razones de esta exposición pública y del involucramiento de ProBiodiversa.
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