En Arauca hacen presencia el frente de guerra oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y dos redes de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los frentes décimo y 28, que, de acuerdo con un informe de inteligencia, no suman más de 150 hombres en territorio colombiano.
Esto, “porque las zonas campamentarias se ubican en la frontera, en territorio venezolano, y allí las redes criminales suman cerca de 1.500 hombres, incluidos los de la ‘Segunda Marquetalia’”, señala el documento.
El general Jorge Eduardo Mora López, comandante de la Octava División del Ejército, le dijo al diario El Tiempo que los hechos registrados en Arauca, que cobraron la vida de 23 personas, son el resultado de la disputa de estas redes en territorio venezolano por el control de las economías ilícitas, especialmente el narcotráfico, que ha encontrado en el país vecino a su mejor aliado en el cartel de los Soles y el gobierno de Nicolás Maduro.
“Los grupos residuales (disidencias) están en confrontación con Maduro, por eso han sostenido combates y confrontaciones con la fuerza nacional e incluso les han ocasionado bajas”, dijo el general Mora quien reiteró que en este momento la guerrilla del ELN está en enfrentamiento con las disidencias por temas de narcotráfico, por lo que buscó una alianza con la Segunda Marquetalia, la de Iván Márquez.
De acuerdo con el comandante de la División, la hipótesis que ha tomado fuerza indica que el ELN y las disidencias habían hecho una alianza, “pero las disidencias empezaron a meterse con la población en la frontera, hecho que molestó a la guerrilla, y se rompió el pacto”. El oficial puntualizó que por el asunto del narcotráfico “no hay lealtad, no hay pactos, aquí es todos contra todos”.
El general Mora dijo que por ello el ELN atacó en la madrugada del 2 de enero el campamento de alias Arturo, jefe del frente 28, y el campamento de alias Antonio Medina, jefe del décimo.
“En territorio colombiano lo que pasó fue que el ELN vino a buscar a los disidentes que alcanzaron a huir de los campamentos y pasaron la frontera buscando protección de sus milicianos, que son personas de civil al servicio de estas redes. Los del ELN los ubicaron y los mataron”, afirmó el general Mora.
De hecho, según pobladores de Arauca, milicianos del ELN pasaron por Tame, Saravena, Arauquita y Fortul –donde se encontraron los cuerpos sin vida– advirtiendo a los pobladores que se debían quedar el fin de semana en sus hogares porque iba a haber enfrentamientos.
El oficial señaló que entre los muertos está alias Fredy. “A él y a tres de sus escoltas los asesinó el ELN en El Botalón (territorio colombiano). Fredy dirigía todas las milicias en Arauca”, dijo Mora, quien agregó que con base en fotos y entrevistas con la población se ha podido concluir que varios de los muertos eran parte de las disidencias. El oficial advirtió que serán las autoridades pertinentes las encargadas de verificar identidades y antecedentes.
Según el general Mora, entre las víctimas hay cuatro ciudadanos venezolanos. “Es un dato importante porque quiere decir que están reclutando también a los ciudadanos del país vecino, quienes entran a delinquir y a matar a los integrantes de nuestra Fuerza Pública, como se registró en Vichada, donde fueron asesinados dos militares”, afirmó.
El comandante de la Octava División agregó que Arauca enfrenta una amenaza híbrida, que es cuando se conjugan una serie de actores, armados y no armados, que se aglutinan por las economías ilícitas, lo que obliga a acciones contundentes de las autoridades.
Aseguró que pese a la situación de orden público, los comerciantes, transportadores, sectores económicos y la población civil de la región pueden trabajar el día a día porque el Ejército y la Policía están comprometidos en su seguridad y eso se refleja en el crecimiento económico de Arauca.
En palabras de Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), esta guerra a muerte que sostienen estos grupos y que tiene atemorizada a la población civil se debe, además, a un cambio de las dinámicas en el territorio. “La frontera está muy caliente”, aseveró.
Arauca, históricamente, ha sido un fortín del ELN que aprovechó la salida de las antiguas FARC para tener un control territorial más fuerte. Pero la llegada de las disidencias cambió las dinámicas en la región, pues estos frentes intentan recuperar los espacios que tenían antes del proceso de paz. A esto se suma que ahora hay mayor presencia de la Fuerza Pública.
Según González, había cierta estabilidad, pese a las dinámicas de la ilegalidad, que fueron alteradas. “Hay muchos negocios hacia el tema de la minería ilegal y el arco minero de Venezuela. No solo es el narcotráfico, son muchas otras cosas. Yo creo que es una disputa por ese control de esa frontera”, aseguró.
Y es que González aseguró que las mismas dinámicas al otro lado de la frontera cambiaron. Antes, Apure, por ejemplo, era un sitio de descanso de los ilegales, donde huían de la Fuerza Pública colombiana. Pero, ahora, el conflicto se trasladó allá para manejar las economías ilegales en ese país.
Incluso se está viendo un fenómeno que antes no ocurría en Venezuela: el cobro de extorsiones y reclutamiento. Y allá, entonces, se desató otra guerra. “El asunto es que, como no hay entendimiento con Venezuela, la Guardia es vista por el Ejército como aliada de una fracción de la guerrilla. Y si la guardia ataca al Eln, dicen que la guardia está aliada con Iván Márquez. Y si ataca a los del frente 10, dicen que está aliada con el Ejército”, comentó el analista.
Los habitantes de Arauca, por su parte, piden que los saquen de la guerra. Si bien reconocen que durante los últimos días ha habido mayor presencia de la Fuerza Pública, así como de otras instituciones del Estado, aún persiste el temor y muchos están confinados en sus hogares, especialmente en Tame, Saravena, Arauquita y Fortul. “Allá ustedes con su guerra y ustedes con su tema de armas, pero, por favor, lo único que estamos pidiendo es que dejen a la población civil tranquila, que nos saquen de su guerra”, aseguró Mayerly Briceño, líder social de Arauca.
«En el departamento no hay gobernabilidad»
El general Jorge Eduardo Mora López, comandante de la Octava División del Ejército, habló con El Tiempo sobre la situación en el departamento y la guerra entre disidencias y ELN.
¿Qué resultados hay contra estas redes en Arauca?
El año pasado se logró la afectación, muertes en combate y capturas, de 651 personas, de las cuales 58 eran del ELN, 119 de las disidencias, 34 del clan del Golfo, 39 de grupos de delincuencia organizada y 401 de delincuencia común que tiene conexión con los grupos armados organizados.
¿Cómo funciona esa alianza?
Estas redes contratan a delincuentes organizados en Colombia para que realicen secuestros exprés, extorsiones y ellos, desde Venezuela, quedan tranquilos, eso es parte de la amenaza híbrida que mencioné.
Llegan dos batallones más a Arauca…
Vienen a reforzar dos aspectos fundamentales. El primero, la ocupación de los corredores de movilidad, un factor a favor de los delincuentes por tener una frontera tan porosa con Venezuela, que cuenta por Arauca con más de 450 kilómetros, se quieren copar los pasos ilegales. Y, dos, proteger la infraestructura crítica del Estado: oleoductos, gasoductos, vías y torres de energía.
¿Arauca está bajo el poder de estos grupos? Aquí hay gobernabilidad. En Arauca los siete alcaldes trabajan coordinadamente, los cascos urbanos funcionan sin problema.
La producción económica de Arauca se mantiene, es un departamento que el año pasado produjo el 17 por ciento del gas del país, el 4 por ciento de la ganadería nacional, el petróleo. El problema es la disputa en Venezuela por el narcotráfico, por las toneladas de cocaína que llegan allá, auspiciadas por el régimen de Maduro. El problema es que estos delincuentes pasan a Arauca.
El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece El Nacional, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.