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AP: La disputa entre Wilmer Ruperti y un magnate griego por un petrolero que está frente a la costa del golfo de Texas

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El petrolero Alkimos, de bandera de Malta que se encuentra frente a la costa del golfo de Texas, ha puesto en disputa al magnate venezolano Wilmer Ruperti y a Evangelos Marinakis, uno de los hombres de negocios más poderosos de Grecia y propietario del club de fútbol más exitoso de ese país, Olympiakos.

En un reportaje publicado por la agencia AP, el periodista Joshua Goodman cuenta que el enfrentamiento comercial ocurre por las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela que impiden traer combustible al país.

El Alkimos se encuentra frente a la costa del golfo de Texas desde hace dos meses mientras se desarrolla la lucha legal de alto riesgo en una corte federal como resultado de las sanciones.

La primera ronda, dice AP, al parecer favoreció a Marinakis, cuya firma Capital Ship Management Corp opera los Alkimos.

El miércoles los oficiales federales de Houston están programados para subastar la carga del barco, que se estima en 100.266 barriles de gasolina de alto octanaje que tienen un valor de más de 5 millones de dólares.

Esta subasta es una respuesta a la orden del juez Lynn Hughes de incautar la carga, que según él probablemente iba a terminar en Venezuela.

AP, que tuvo acceso a las presentaciones judiciales, indica que el caso comenzó de manera «inocente»: a finales de marzo, el barco construido en China y que mide 156 metros fue atracado en Panamá cuando lo contrataron para entregar la gasolina a Aruba.

Pero las instrucciones de envío decían que la carga sería transferida en el mar a otro barco que había hecho visitas a puertos venezolanos exclusivamente durante el año pasado.

Por otra parte, ES Euroshipping AG, la compañía registrada en Suiza que fletó los Alkimos, era propiedad de Ruperti, quien está vinculado al régimen de Nicolás Maduro.

A principios de año otra compañía suiza controlada por Ruperti facturó a Pdvsa por un adelanto de 12 millones de euros con el que planeaba comprar hasta 250.000 barriles de la misma gasolina de 95 octanos que contrató a los Alkimos para transportar; y para evadir las sanciones de Estados Unidos la empresa abrió una cuenta bancaria en euros y rublos en el Derzhava Bank, con sede en Moscú.

El Alkimos pertenece a Brujo Finance Company, compañía registrada en las Islas Marshall, pero su operador es Capital Ship Management, que pertenece a Marinakis.

AP explica que es probable que el arbitraje entre los dos magnates demore meses. Los funcionarios, por su parte, consideran que este caso es una señal de que las sanciones contra Venezuela han sido efectivas.

Hace dos meses Ruperti se vio envuelto en otra polémica. En medio de la agudización de la escasez de gasolina en el país, el magnate logró que se trajeran 300.000 barriles de combustible con el argumento de que era una ayuda humanitaria. Además, proyectó colaborar con 1 millón de barriles más.

Por esta razón el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo ha estado investigando desde principios de junio.

«La investigación se centra en un cargamento que Wilmer Ruperti, un excapitán de petrolero que ahora es un hombre de negocios adinerado, envió en abril desde Trinidad y Tobago», dijeron autoridades estadounidenses a Reuters.

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