Antonio Ledezma presentó su nuevo libro «La Tumba», en el que describe el sistema carcelario que ha instalado el gobierno de Nicolás Maduro para encerrar a los disidentes que suman más de 280 presos políticos civiles y militares actualmente.
En el texto, el exalcalde Metropolitano de Caracas narra los detalles de su encierro por más de mil días que lo hicieron conocer de cerca las cárceles del Helicoide, Ramo Verde y finalmente su casa convertida en su propio calabozo.
El evento fue presidido por el alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida quien destacó la importancia de la historia real que plasma el autor en su obra. El senador Dionisio García Carnero fue el moderador y el cierre estuvo a cargo del cuarteto Antifona que interpretó el Gloria al Bravo Pueblo.
Ledezma que ahora experimenta la condición de desterrado, desde que emprendió una espectacular fuga el 16 de noviembre de 2017, cuenta en las páginas de su libro como se organizó y se ejecutó su escape, quienes participaron en esa evasión, las alcabalas que traspasó y los inconvenientes que debió sortear durante ese recorrido de más de 1.000 kilómetros hasta llegar al Puente Simón Bolívar y posteriormente pisar tierra colombiana.
El político explica cómo «un preso tiene que prepararse para vivir con la soledad. En ese oscuro panorama coexiste con custodios, internos, religiosos, animales. Debe aprender la lírica carcelaria, a esperar pacientemente a la familia y a estar prevenido a verla sometida a vejámenes; a sentir cómo, por lo general, la familia termina pagando contigo una condena que tampoco debe».
La Tumba: «Los días se confunden con las noches»
En esta obra editada por Almuzara que adquirió los derechos de autor, Ledezma plasma una historia para muchos desconocida como que «el Helicoide era un centro comercial, conocido en todo el mundo, una atracción turística que hasta el magnate Nelson Rockefeller quiso comprar, una creación exquisita según Pablo Neruda, un símbolo al que Salvador Dalí́ llegó a ofrecer sus servicios para contribuir a su decoración».
Por el contrario, ahora el Helicoide, explica el exalcalde, aloja la sede del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), «institución que no tiene como uno de sus principales valores el respeto a los ciudadanos y la protección del pueblo. Todas las personas que entran en el Helicoide saben que su destino más próximo es el desprecio y la carencia de los DD HH».
Otra historia, que permite conocer la verdad de la cárcel conocida como «La Tumba», la ofrece en su libro Ledezma al confirmar que «ese edificio se construyó para que fuera sede de CA Metro de Caracas (Cametro) y que hoy conocemos como la cárcel ‘La Tumba'». Un edificio que Sergio Lillo describe como «una estructura con una luz blanca omnipresente. En ese espacio los días se confunden con las noches y las noches no permiten descansar del encierro. Así es ‘La Tumba’, siete celdas bajo cinco plantas de sótanos en plena plaza Venezuela de Caracas en las que se recluye a opositores al régimen y lideres estudiantiles».
«La Venezuela de Antier»
En su libro, asimismo, el exgobernante de Caracas no deja de contar la tragedia que representa para los presos que son trasladados a Fuerte Tiuna, instalación militar en donde existen unas celdas insalubres de una casa vieja que llaman «La Venezuela de Antier», donde permanecen aislados, sin atención médica, sin actividades recreativas ni deportivas y solo salen al sol media hora una vez por semana.
«Otros centros de torturas son los conocidos como La Mariposa y Los Chaguaramos en donde cuelgan a los presos de un árbol, los muelen a palos y les disparan al borde de sus oídos para reventarle los tímpanos, tal como le hicieron al capitán Rafael Acosta Arévalo», narra Antonio Ledezma en su libro «La Tumba».
Con información de nota de prensa.