La elección primaria, en la que se elegirá al candidato opositor que se mida contra Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2024, es una herramienta política que permitirá «recomponer la unidad». Así lo cree Andrés Velásquez, precandidato presidencial por La Causa.
«La unidad hoy por hoy está resquebrajada. Cuando se habla de unidad dentro de los factores de la plataforma democrática, no se asume con responsabilidad», reconoce en entrevista con El Nacional.
El dirigente opositor resalta la importancia de «recomponer la unidad» e ir a las presidenciales con un candidato único. Considera que la primaria es la mejor fórmula para elegir al abanderado de oposición, puesto que involucraría a los ciudadanos, al otorgarle la facultad de elegir a su candidato presidencial.
«Esa es la fortaleza que tiene la primaria, nos permite empoderar al ciudadano y, de una vez, involucrarlo en el proceso presidencial de 2024«, agrega.
A su juicio, si los dirigentes no trabajan por la unidad para enfrentar «al régimen de Maduro y los corruptos que lo acompañan», no van a obtener una victoria en los comicios presidenciales.
«Contra Maduro está más del 80% de la población; más del 80% de la población está pidiendo a gritos que se produzca un cambio político en el país. Incluso, gente del mismo sector del partido de gobierno quieren un cambio y eso es posible hacerlo en esta oportunidad, si efectivamente llevamos a feliz término la primaria», sostiene.
El CNE espanta votos
Para Andrés Velásquez, la intervención del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la primaria, convocada para el 22 de octubre, sería desfavorable. «El CNE es espanta votos», afirma con contundencia.
Al ser una elección interna de los factores de oposición, sostiene, no se le debe pedir ninguna participación al Poder Electoral. A lo sumo, continúa, se le puede solicitar la autorización de los centros de votación. «Si queremos que haya una mayor y más amplia participación ciudadana, el CNE debe estar alejado de este proceso», recalca.
No descarta que el gobierno establezca restricciones para saborear la primaria e impedir que se desarrollen estrategias que «pongan en peligro su permanencia» en el poder la Presidencia de la República.
«No tengo ninguna, pero ninguna duda, que el régimen va a pretender saborear todo tipo de estrategia que se dirija a su desplazamiento del poder», asevera.
Compromiso con la libertad y democracia
Con la convicción y firmeza que lo ha caracterizado en su carrera política y sindicalista, Andrés Velásquez aspira por cuarta vez, luego de 20 años, a la Presidencia de la República. «El compromiso que tengo con la libertad y la democracia en Venezuela, precisamente, es lo que demanda mi participación activa, como la debe demandar de toda la dirigencia política de las distintas organizaciones», sostiene.
Coherencia política, constancia en su activismo y la honestidad de sus gestiones, indica, son algunas de las características que lo diferencia del resto de los precandidatos.
«El Proyecto de la Venezuela Digna», es el plan de gobierno que promueve para reconstruir a Venezuela «sobre bases de dignidad y valores» ante la inexistencia de democracia, libertad e instituciones.
El mismo, está enfocado en tres ejes fundamentales: la economía, la política y las personas. En la economía, plantea, entre otras cosas, el paso de una Venezuela rentista a una productiva, una amplia apertura petrolera, un Banco Central de Venezuela autónomo y la eliminación del instructivo de la Onapre.
En cuanto a la política, propone una reforma constitucional para eliminar la reelección indefinida y establecer una doble vuelta para elegir al presidente. Además, propone la creación de una Fiscalía Anticorrupción y devolverle la institucionalidad a la Fuerza Armada Nacional, eliminando el derecho al voto de los militares.
Andrés Velásquez asegura que, por su compromiso con el cambio, de no resultar electo en la primaria, «el pueblo puede tener la certeza de que yo haré cumplir mi palabra y apoyaré totalmente, con todos mis esfuerzos, al que resulte electo«.
«No es un tema de un redentor, de un mago que va a venir a resolverme los problemas del país. Necesitamos juntos, hacer valer la mayoría que somos y reconstruir Venezuela en unidad nacional», enfatizó.
-Esta es su cuarta candidatura, ¿qué lo llevó a postular su nombre, 20 años después de su última aspiración?
-Soy un luchador político, un luchador social y un activista político de toda la vida. He estado en eso desde muy temprana edad y la actividad política me ha puesto en esa circunstancia, de asumir responsabilidades de candidatura presidencial. Ante la crisis de liderazgos y de partidos, es cuando más se requiere estimular la participación de los venezolanos y la necesidad de darle esperanza al pueblo en un momento estelar en nuestra vida política, en la antesala de una elección presidencial de 2024, donde tenemos una oportunidad de victoria si hacemos las cosas como son. El compromiso es primaria, unidad y cambio político. El país, en la situación en la que se encuentra, requiere del mayor de los compromisos de su gente, de sus políticos con experiencia, de sus políticos comprometidos con la libertad y con la democracia, y que de verdad quieren devolverle a Venezuela su dignidad. Reconstruir este país bajo parámetros de valores de dignidad, es para nosotros un reto, un desafío y la razón por la que hoy estamos en este nuevo compromiso.
-¿Es la primaria, de verdad, capaz de unir a la oposición en un solo sentir?
-La unidad hoy por hoy está resquebrajada. La primaria es una herramienta política que permite, recomponer la unidad. Nos permite escoger un solo candidato y hacer valer la mayoría que somos porque, definitivamente, somos mayoría. Este proceso nos permite tener un candidato designado por la población, organizar, movilizar y brindarle nuevas esperanzas al pueblo para que efectivamente logremos la victoria en 2024. De manera que, yo si creo que la primaria es una política demasiado importante para los factores democráticos.
– Hay candidatos que han dicho que no van a participar en la primaria, ¿esto no perjudica a la unidad?
-Son 23 años con Chávez y con Maduro, con este régimen y con las condiciones que tenemos contrarias, donde el país tiene conocimiento claro de quién es quién. Hoy nadie se puede camuflajear ni disfrazar de nada. La gente está muy clara y conoce tanto conducta, comportamiento, coherencia política, firmeza, claridad y honestidad de cada uno de los dirigentes políticos del país. Convocando a una elección de los factores democráticos, la gente va a acudir y vamos a tener un candidato de unidad. Por otro lado, evidentemente, pueden ser perfectamente calificados como «Caballos de Troya», en alianza con el régimen. Son de esos que creen que cohabitando o metiéndose a vivir en la misma cama con Maduro, van a desplazar al dictador. Eso no es posible, esa fórmula no existe. Si tú normalizas la dictadura, más difícil será sacar al dictador porque más fuerte hace a la dictadura. En ese sentido, no me preocupan que vayan a surgir porque la gente sabe, la gente los tiene clasificados y los que llaman «alacranes». Están abiertamente más que cohabitando, en una alianza soterrada con el régimen, porque trabajan para el régimen y reciben dinero del régimen. Eso es una realidad.
-¿Cómo combatir el ambiente de apatía y desconfianza que hay en el venezolano?
-Estamos participando para estimular a la población a participar, para explicarle al pueblo venezolano. Ya le he dado una vuelta al país y voy para una segunda vuelta explicando la importancia que tiene la primaria, una política unitaria y la participación activa del pueblo en la elección presidencial. No hay que andar buscando discursos enrevesado o rebuscados sino referirse a la realidad que vive el pueblo venezolano. Maduro pretendió vender la burbuja de que Venezuela se arregló, pero el país sabe que no es así. Hoy están los educadores del país, los trabajadores de las empresas de Guayana, del sector salud y de todo el sector público en la calle. La molestia es una sola porque el salario desapareció. La realidad del país es un golpe a la cara a cada uno de los ciudadanos, con servicios públicos inservibles, con un país destruido, borrado prácticamente del mapa, porque yo hoy diría que Venezuela no existe. No hay instituciones, no hay empleo, no hay salarios, no hay justicia, no hay libertad, no hay democracia, no hay nada. En un país con una situación así, es muy fácil comunicarse y creo que la situación de crisis social tiene incluso mayor poder de convencimiento que cualquier campaña que puedas hacer. Apuesto, entonces, a que los venezolanos ni se resignan, ni se arrodillan porque siguen peleando; no se acostumbran a vivir en medio de la mediocridad a la que nos han llevado y a este control social. Esa realidad, que es inocultable hoy en día, con la que los venezolanos no puede seguir viviendo, tiene que generar un despertar.
-Alrededor del 80% de la población rechaza al gobierno de Nicolás Maduro, ¿cómo se puede canalizar este rechazo para que se convierta en un sólido respaldo para la oposición?
-A lo largo de todos estos años aquí hay que reconocer lo errático que ha sido la dirección política. He estado permanentemente haciendo esfuerzos por la unidad, pero quienes han tenido la responsabilidad de dirigir la política opositora del país, no dan pie con bola, como se dice. La victoria política más importante, que nos hubiese resolver esta crisis política que hoy tiene Venezuela, que fue la victoria electoral del año 2015, ¿a dónde fue a parar? ¡Eso se perdió! Las elecciones de gobernadores del año 2016 las cambiaron por el revocatorio, sabiendo el control que en los revocatorios se hace desde el poder, que ya se había vivido con Chávez. Son reiterados y demasiados los errores que la dirección política opositora ha venido teniendo, y que generalmente se ha circunscrito a cuatro partidos (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo), como todos lo sabemos. El pueblo venezolano participó y ha estado dispuesto a dar pelea, a luchar con movilizaciones, votando, no votando, haciendo todo lo que se le ha indicado a lo largo de este tiempo sin resultados efectivos. La gente tiene, evidentemente, desconfianza en el liderazgo político. Los partidos se redujeron prácticamente a nada, los partidos no movilizan hoy a nadie y es por eso que ni en manos de los partidos ni de la dirigencia actual está la posibilidad de un entendimiento para definir un candidato. Hay que poner esto en manos de la población. Hoy no hay cabida para un mesías, para un redentor, un salvador de la patria o cosa por el estilo, hoy el liderazgo tiene que entender que esto es una responsabilidad colectiva del liderazgo político y pueblo. Ese liderazgo tiene que ser capaz de entender no solamente los errores en los que se han incurrido, sino la necesidad de ir hacia adelante y unir al pueblo contra una dictadura.
-¿Sería favorable contar con el CNE en la primaria?
La primaria es una elección interna de los factores opositores y, como elección interna, no tienes que pedirle ninguna participación al CNE. Aquí hay que tener claro que el régimen utiliza los cuadernos electorales para identificar y hacer listad, y luego cometer todo tipo de delitos, desde chantaje político, exclusión y todo esto que sabemos es capaz, inescrupulosamente, de hacer el régimen. Si quiero más participación, al CNE lo tengo que mantener alejado para dar confianza a la población. La Comisión Nacional de Primaria debe garantizar la identidad de todos los que participan en este proceso. El CNE no le da mayor fortaleza a esta consulta que queremos hacer, todo lo contrario, nos limita la participación de la gente.
-Se puede decir que en la primaria de medirá la capacidad de movilización de la oposición, ¿cree que el gobierno intente impedir el proceso?
-El gobierno va a hacer todo lo que esté a su alcance para impedir que desarrollemos estrategias que pongan en peligro su permanencia en el poder. Por eso, no me extrañaría que establezcan restricciones para saborear el proceso primario. Y luego, para el proceso mismo de la elección del año 2024, lo que viene es una pelea por condiciones electorales.Ua vimos a Jorge Rodríguez condicionando la celebración del proceso electoral. Ellos están ahí chantajeando, planteando por delante un chantaje con sanciones, como si los venezolanos tuvieran que ver con la imposición de esas sanciones. Hay un mandato constitucional, tiene que realizarse una elección presidencial. Jorge Rodríguez, el resto de la pandilla de Maduro y el mismo Maduro, pueden decir misa, pero yo los quiero ver negando la elección presidencial. Eso es un desafío al pueblo venezolano y al resto de la comunidad internacional. Que digan que no al proceso electoral para todavía ir más a fondo, todavía comprometernos más y para que vean de pie a este pueblo exigiendo elecciones presidenciales. ¡Que le echen, que se atrevan!
-Las garantías electorales están condicionadas a las negociaciones, pero no siempre surten efecto. Esta, por ejemplo, el caso de Freddy Superlano, quien mediante negociaciones se le permitió participar en las elecciones del 2021, pero luego fue invalidado, ¿qué garantía hay de que no se repita un escenario similar?
-Ese es el desafío, ese es el reto que tenemos por delante, el pueblo venezolano y toda su dirigencia política. Esto no es un asunto solo de dos o tres partido ni de tres o cuatro dirigentes, es un asunto de un país. Soy optimista en el sentido de saber que este pueblo va a pelear cada vez que sea requerido en momentos estelares. A pesar de que la cosa está quieta, de repente allí está subyacente siempre en el fondo el cambio y, en el momento menos esperado, este país sale adelante y da la cara, y no va a ser distinto ahora. La campaña para el proceso electoral del 2024 va a ser muy reñido, comenzando por el tema de las condiciones electorales. El candidato que vaya a representar a la unidad tiene que comenzar un recorrido por toda Venezuela explicando palmo a palmo el desafío que tenemos por delante, tiene que lograr de nuevo comunicarse con toda la comunidad internacional democrática para que estén atentos a lo que vaya a ocurrir y, por supuesto, debe fajarse a pelear por condiciones electorales que garantice que el voto de los venezolanos pueda, efectivamente elegir. Sé que el régimen va a poner cuánta condición le de la gana de poner por delante, pero más allá de los obstáculos, la necesidad de cambio en Venezuela, se va a imponer.
-¿Su plan de gobierno qué estaría enfocado?
-Actualmente tenemos instituciones, no hay justicia, no hay poderes públicos de ningún tipo, no hay salarios, no hay empleo, los venezolanos fueron despojados de todo, tirados a los brazos del hambre, a los brazos de la corrupción. Ese es el país. Partiendo de que la dignidad es el sustrato del que derivan todos los derechos humanos, estoy promoviendo el «Proyecto de la Venezuela Digna», que plantea dignificar tres ejes de la vida nacional: la economía, a las personas y la política. En la economía, propongo establecer una amplia apertura petrolera, de acuerdo a nuestra necesidades de recursos, financiamientos, tecnológicas y de mercado, en el cual tenga amplia participación el sector privado interno e internacional. También crear un fondo pensiones y dignificar a los pensionados con las regalías de una industria petrolera fortalecida. Hablamos de un BCV verdaderamente autónomo e independiente, capaz de llevar adelante una política antiinflamatoria y una política monetaria que le devuelva fuerza a la moneda nacional. Además, darle un parado y ponerle orden a todo lo que tiene que ver con el Arco Minero del Orinoco, que para mí es el arco minero de la muerte, donde se trafica oro de sangre y se está cometiendo uno de las más grandes crímenes ecológicos del planeta en el estado Bolívar. Para dignificar a las personas, debemos, en primer lugar, restituir el valor social del trabajo. Queremos devolverle todos los derechos laborales a los trabajadores de Venezuela, queremos restablecer el contrato colectivo. Como sindicalista, puedo decir que el contrato colectivo es necesario porque es una herramienta útil para dirimir la controversia obrero patronal que se presenta.
Los servicios públicos, educación y salud. El retroceso que tiene Venezuela hoy lo podemos identificar en una sola cosa: el retroceso educativo. Para mí, el más importante servidor público es el maestro. El número uno de los servidores deberían ser los educadores, los mejor pagados, lo más reconocidos y dignificados en su condición humana y por el trabajo que desempeña. En la política, planteamos promover una reforma constitucional para desaparecer la reelección indefinida, una doble vuelta para elegir al presidente y que establezcamos lo que dice la Constitución de la alternabilidad, convivencia y pluralidad democrática. Retomar el proceso descentralizador y crear una fiscalía anticorrupción porque el tema corrupción tiene que ser tratado de manera especial en Venezuela. Si hay una marca que distingue a este régimen es la corrupción, eso es un sello que lo lleva pegado en la frente Maduro y su pandilla, y hay que atacarlo a fondo. La corrupción y los corruptos no pueden quedar en la impunidad.
Además, tiene que estar como un símbolo y fuerza de libertad la liberación de todos los presos políticos. Hay que devolverle la Fuerza Armada su verdadera institucionalidad, no que sea un partido político más. La Fuerza Armada en los cuarteles y cumpliendo las tareas asignadas por la Constitución, no puede estar al servicio de ninguna parcialidad política. La Fuerza Armada debe recuperar el respeto y reconocimiento que antes tenía en el pueblo venezolano, debe ser retirada en tanto negociado en el que la han metido, que han terminado hundiéndolo en la corrupción.
-¿Usted eliminaría el derecho al voto de los militares?
-Estoy en desacuerdo en que los militares estén participando en política y no deben tener derecho a voto porque quien tiene posibilidad de ir a un cuartel a hacer campaña electoral, son los que ejercen gobierno y es una participación desigual. El militar sabe que de acuerdo a su condición de subordinados ellos no son deliberantes de ninguna forma, cumplen órdenes. La cosa tiene que ser como antes era, los militares apartados de la política y punto.
-¿Qué diferencia a Andrés Velásquez de los demás candidatos?
-Soy coherente en la política, mi discurso va en función de lo que hago. Honestidad en la política, la política no está reñida con la ética y yo tengo como principio. Con toda autoridad digo que, se puede gobernar sin robar si existe la voluntad de hacerlo porque yo lo demostré en el estado Bolívar, con una conducta transparente de rendición de cuentas permanente. Firmeza en las decisiones que se tomen, carácter, compromiso, confianza para la población, que es lo que falta. ¿Por qué la gente no cree en la dirigencia política? Porque una cosa dicen y una cosa hacen, porque no son transparentes, porque están pensando más en el interés personal o partidista que en el interés nacional. Y hoy por hoy, no puede haber cosa más importante que Venezuela. Activismo político y constancia, yo no hago política para ser candidato, yo hago política para tener resultados de eficacia. Eficiencia en cuanto a bienestar, progreso y bienestar de vida para los ciudadanos.
-¿Un mensaje a los venezolanos?
.Que nos unamos, que me acompañen en este desafío que tenemos, en esta nueva misión que hemos asumido por Venezuela, con todo el compromiso que tengo con la necesidad de cambio.