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Análisis de entorno: Ya se respiran aires de cambio

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Revisando la línea de tiempo que va desde agosto del 2023 hasta esta fecha nos damos cuenta que en una sociedad totalmente dominada por el gobierno desde el punto de vista del control absoluto que se tenía (y aún tiene) sobre las personas y sobre lo que hacían y no hacían y no podían hacer, descubrir que el proyecto opositor pudo avanzar desde las primarias, pasar por las inhabilitaciones, llegar al candidato y colocarlo tres veces en el tarjetón electoral, además de ir a las elecciones en un ambiente de calma y terminar ganándolas, lleva a darle un segundo pensamiento.

Si bien como siempre dije, el mérito compartido entre María Corina Machado y el pueblo de base de nuestra sociedad venezolana, no hubiera llegado tan lejos, avanzando casilla tras casilla, si ese gobierno absolutista, de alguna manera no lo hubiera permitido.

Y esa misma inercia continuó hasta nuestros días con la líder María Corina Machado -de una manera compleja conectándose con la gente en bases continuas, y con el presidente electo, ya en el exilio, haciendo su trabajo en el campo internacional.

Quiero volver a la permisividad que dio pie a que Edmundo pudiera operar desde Madrid y que, sin ser Injusto con el enorme esfuerzo y riesgo de María Corina Machado, ella pudiera operar oculta en el país, sin ser detectada.

Porque hay que estar claros en que el desplazamiento a lo largo de la línea de tiempo tuvo en el gobierno gente que no solo lo permitió, sino que también lo alentó. Mientras al mismo tiempo hubo gente que puso palos en la rueda, pero por más intentos que hicieron no lograron (y todo indica que no lo lograrán) detener el avance hacia el proceso de cambio.

Porque las inhabilitaciones, las prohibiciones de desplazarse por aire, las prisiones y presiones de los que colaboraron con la campaña opositora, desde las señoras de las empanadas, pasando por los mesoneros en los restaurantes, y el cierre y castigo para posadas y hoteles, era evidentemente un ala de gobierno que no estaba de acuerdo con que ese avance ocurriera y menos que menos, que fuera exitoso.

A lo largo de los meses fui compartiendo con ustedes un escenario que identificaba a los permisivos como «institucionales», y a los que se oponían como «radicales». Los primeros incluían al grupo de gobierno (Maduro Delcy y Jorge), y los segundos a Diosdado y a Padrino, todos como caras visibles de sus propios grupos e intereses compartidos.

Según ese escenario frente a un resultado electoral previsible y anticipado, los institucionales estaban dispuestos a reconocer y aceptar el triunfo de Edmundo González, y tenían previamente acordado con los Estados Unidos unas ciertas condiciones que, dadas las circunstancias, lucían razonables para ellos, aunque no justas para la sociedad venezolana que quisiera castigarlos por todo el daño y el mal que le han hecho al país y a su gente.

Pero quienes evidentemente no estaban al tanto de esa situación fueron los radicales que sobre las 4:00 pm del 28 de julio se dieron cuenta que los números que manejaban en el chavismo, de 6 millones para el gobierno y 5 millones para la oposición, no solo no estaban sucediendo sino que a esa hora ya el resultado era irreversible y se produjo el golpe interno que cambió el foco en el liderazgo de la revolución asumiendo Diosdado Cabello la jefatura, “pateando el tablero” e iniciando un movimiento defensivo siguiendo la vieja práctica de que la mejor defensa es el ataque; y si ese ataque es brutal, entonces se rompe con lo conocido se profundiza la prisión, la tortura y la muerte, de todo aquel que pudiera significar una duda sobre que lo que pasó, en realidad no había pasado.

Aunque de cara adentro ya habían cambiado los pesos, las jerarquías y los objetivos de la revolución, de cara afuera seguían siendo percibidos como el mismo chavismo solo que todas las negociaciones previas comenzaron a desmoronarse. Y a medida que se radicalizaban presentaban la peor cara y dificultaban, frente a tanta barbarie, algún tipo de salida negociada en el futuro.

Lo anterior no quiere decir que las vías de negociación están cerradas, sino que las facilidades y flexibilidades que se habían pactado con Estados Unidos en las reuniones previas al 28 de julio, ya no están disponibles y están arrancando desde cero como si lo anterior no hubiera ocurrido.

La diferencia de fondo que en su momento tuvieron los dos bandos, consistía en que los institucionales estaban dispuestos a entregar, mientras que los radicales querían quedarse a cualquier costo.

Ya a más de 4 meses de la toma de control por parte de Diosdado Cabello luce difícil creer que los institucionales no se hayan plegado a los radicales, por aquello de ser Maduro la cara visible que manifiesta la posición más dura. Aunque seguramente, en este momento, sigue habiendo una mayor predisposición a negociar y entregar por parte de los institucionales, pero lo más probable es que, al estar todos en el mismo barco, la posición de todos, tienda a coincidir con él «nos quedamos a cualquier costo».

Cuando comentaba que las líneas de negociación siguen abiertas, la diferencia con el pasado es que ahora los incluiría a todos (incluso a Diosdado) lo cual hace más difícil el tema «paquete»; porque los compromisos, delitos y demandas no son iguales para todos, haciendo que los más comprometidos quieran los beneficios de lo que les espera a los menos comprometidos.

Un error importante que está cometiendo el gobierno es preferir negociar con Estados Unidos, que negociar con María Corina Machado, porque con ella seguramente conseguirían un trato en mejores condiciones que lo que están intentando directamente con los americanos.

Pero el sesgo radical es tan fuerte, que seguramente terminarán entregando el poder por las malas, y con el pueblo masivamente en la calle, exigiéndoles que se vayan… que ya nadie los quiere… y que son la fuente de los problemas, y que ni remotamente pueden ser parte de la solución.

asedio María Corina Machado Machado Jesús Martínez Medina

Lo que no deben olvidar los antiguos dirigentes de los partidos es que el nuevo gobierno debe necesariamente contar con el soporte institucional porque el soporte directo del pueblo de base sin contar con intermediarios, hoy lo tiene María Corina Machado. Foto: Pedro Rances Mattey / AFP

Político

Siempre pensando en un futuro positivo, lo que hoy es una férrea unidad detrás del liderazgo de María Corina Machado y de la presidencia de Edmundo González Urrutia pudiera cambiar. No hay que perder de vista que se trata de diferentes partidos políticos que en algún momento y luego de la toma de posesión comenzarán poco a poco a retomar sus banderas partidistas, y las diferencias ideológicas y conceptuales comenzarán a manifestarse; más que nada por la necesidad de fortalecer la democracia la que, según nuestro entendimiento está apoyada en partidos que representan diferentes sectores de la sociedad.

De lo que con el advenimiento del chavismo y la brutal intervención a través de órganos institucionales viciados y corrompidos, comenzó a intervenirlos y a dividirlos, entregándolos a los alacranes que ya nunca más recuperarán la voluntad popular a menos que todos ellos se inscriban en el PSUV que funcionará como el receptáculo de lo que fue quedando del otrora mayoritario partido del chavismo, que hoy, ambos, están reputacionalmente muy afectados.

Ese proceso de reconstrucción es importante que se produzca con el concepto de bottom up o sea desde las bases, reconstruyendo los liderazgos locales y regionales y recién desde allí confirmar o sustituir los liderazgos que hoy, salvo honrosas excepciones, han quedado desacreditados por su comportamiento personalista y egoísta a la vista de todos.

Hasta que apareció en la escena nacional y con un liderazgo formidable, María Corina Machado que se erigió en aglutinante de las bases, dejando atrapada en el medio a esa dirigencia perversa que tendrá que ganarse nuevamente el favor de las bases que ellos mismos se ocuparon de perder.

Y hablo de excepciones porque esta semana tuve la oportunidad de asistir al aniversario de Alianza Bravo Pueblo que desde mi ángulo se convirtió en el paradigma de estos tiempos: donde sin perder el liderazgo propio de Antonio Ledezma, Mitzi Capriles y Richard Blanco, tuvo un excelente contacto con las bases en lo más profundo de la geografía social venezolana al mismo tiempo que todos, jefes y seguidores, reconocían el liderazgo de María Corina Machado y la  presidencia de Edmundo González Urrutia.

Curiosamente en esa misma semana apareció un comunicado de Primero Justicia apoyando indubitablemente a Edmundo González y María Corina Machado. Ojalá ese sea el comportamiento del resto de los partidos cuyas bases, en general, apoyan a María Corina Machado y no necesariamente a los que antes dirigían esas agrupaciones.

Ese comportamiento democrático de unidad que nos ha llevado a transitar desde el 22 de octubre de 2023, hasta que ocurra el cambio de gobierno, es de esperar que continúe cuando tengan que apoyar las medidas de gobierno que seguramente no serán populares, pero sí serán necesarias.

Porque lo que no deben olvidar los antiguos dirigentes de los partidos es que el nuevo gobierno debe necesariamente contar con el soporte institucional porque el soporte directo del pueblo de base sin contar con intermediarios, hoy lo tiene María Corina Machado.

Y quien trate de levantar banderas de disidencia sin la representatividad necesaria terminará en el mismo foso al que están yendo a parar todos los que, por razones personales, le entregaron el país a un poder que lo estaba destruyendo.

Tenemos que tener cuidado en cómo tratamos a esta nueva democracia que está naciendo prácticamente desde cero, como pudo haber sido el histórico 23 de enero del pasado. Es una democracia frágil y vulnerable y depende del patriotismo, generosidad y espíritu de entrega de todos los venezolanos, el que logremos que a la vuelta de los años seamos una verdadera democracia.

Porque por antipático que nos parezca escucharlo, la democracia que teníamos hasta el año 2000, era una democracia tan imperfecta que se inmoló frente al canto de sirenas de un modelo que resultó ser nada más que un canto-relato sin ninguna -absolutamente ninguna- capacidad de lograr algo bueno.

Social

Siempre se dijo que la situación socioeconómica de las fuerzas armadas en Venezuela era un reflejo o un espejo de la situación social del país como un todo. Y esto es así porque a diferencia de otros países de la región, la extracción de los miembros de estas fuerzas, en una gran mayoría, es humilde y buscan la institución como mecanismo de progreso socioeconómico para ellos y para sus familias.

Porque además siempre había sido un orgullo pertenecer a las fuerzas, en la conciencia de que eran las fuerzas armadas de la República y que eran políticamente no beligerantes.

Con la llegada del chavismo, si bien aún siguen siendo un reflejo de la sociedad venezolana, un par de aspectos cambiaron para mal -y para peor- el rol en la sociedad de quien detenta el monopolio de la fuerza letal; porque dejaron de ser de la República para pasar a ser «profundamente chavistas», porque se volvieron partidariamente beligerantes, y porque hoy son mal vistos y negativamente percibidos por la sociedad.

Algunos aspectos que explican lo anterior, son los siguientes:

  1. violaciones de derechos humanos: informes de organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han documentado casos de violaciones de derechos humanos perpetradas por miembros de las Fuerzas Armadas, incluyendo abuso de poder, detenciones arbitrarias y represión de manifestaciones. Se ha denunciado un uso excesivo de la fuerza contra civiles y opositores políticos;
  2. implicaciones en el narcotráfico: existen acusaciones de que algunos altos oficiales están involucrados en actividades de narcotráfico y crimen organizado. Estos vínculos han llevado a sanciones internacionales contra ciertos miembros de las Fuerzas Armadas, aumentando aún más la desconfianza pública;
  3. descontento interno: a pesar de la lealtad al gobierno, hay un notable descontento entre las filas de las Fuerzas Armadas por la crisis económica. Muchos efectivos enfrentan desafíos económicos, lo que ha resultado en deserciones y una creciente incertidumbre sobre su futuro;
  4. control político y militar: el gobierno de Maduro ha fortalecido el papel de las Fuerzas Armadas en la política, integrándolas en la administración del país. Esto ha creado una estructura donde los militares tienen influencia no solo en la seguridad, sino también en la economía, lo que genera tensiones internas y conflictos de interés;
  5. reacción internacional: la situación ha llevado a una mayor intervención de actores internacionales, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, que han impuesto sanciones a miembros del gobierno y las Fuerzas Armadas en respuesta a las violaciones de derechos humanos y la corrupción.

Económico

Hoy tenemos un país eminentemente comercial con una muy poca profundidad de producción propia, ya sea industrial, artesanal o agropecuaria; es impresionante como la mayor cantidad de empleo está en comprar y vender algo y la manufactura importante se encuentra solo en algún lugar del centro del país, porque inclusive todo el tema de Guayana está muy deteriorado; y la construcción se ve que está disminuida en el país, así como el tema de los servicios también está muy limitado, y de poca presencia.

Por lo que, cuando se habla del nivel de actividad del país, este podría reducirse a una pequeña burbuja petrolera que aporta casi todos los dólares de la economía, y una gran capa comercial transaccional de última milla que aporta la actividad y la percepción de movimiento… aunque solo miren vidrieras y terminen sin comprar porque el dinero no les alcanza.

O sea que es algo que se importa, se vende y se entrega, sin necesidad de una inversión fija como puede ser una planta, o una máquina, es un local que se arma, se decora, y cuando cumplió su función, simplemente se recoge eso y ya desapareció. Y eso es válido tanto para un comercio como para un restaurant.

Hay que verlo también como que hay un porcentaje relativamente bajo de grandes cadenas nacionales que tienen una penetración diferente, porque en realidad tienen las espaldas financieras como para no tener que andar armando y desarmando locales, porque la parte del estudio previo antes de instalarlo ya les da una cierta tranquilidad, además de la sinergia que produce una marca a nivel nacional, ya sea en tiendas de ropa, electrodomésticos, supermercados o de farmacia.

Y cuando uno se refiere a la parte industrial, son muy pocas las industrias que son verticales y que terminan en la venta al público, como puede ser el tema de los productos de las Empresas Polar que arrancan en lo agropecuario y la importación, pasan por procesos industriales complejos, y terminan en un anaquel para venta directa al público.

Ese patrón de comportamiento sería el ideal para ir consolidando, etapa por etapa de la economía, una ventaja para el desenvolvimiento del país.

Las proyecciones para el año próximo 2025, que son las que importan en este momento, no son positivas, son más bien de entender que el modelo político que nos ha traído hasta aquí, nos ha encerrado en una encrucijada en la cual el país -por el tipo de política y por el tipo de relacionamiento con el resto del mundo- nos ha colocado en una posición de ser sujetos de sanciones por significar un peligro para para el resto de la sociedad internacional.

De hecho nosotros estamos prácticamente fuera de esos circuitos de negocios que se mueven en el hemisferio norte y de ellos con el hemisferio sur, porque independientemente del comercio puntual de petróleo y de algunos elementos de subsistencia que mantenemos con los Estados Unidos y algo con Europa, la fortalezas políticas que deberían de convertirse en fortalezas económicas, en nuestro caso, las tenemos con países que están fuera de la órbita de los flujos globales de negocio (Bielorrusia, Irán y Rusia) y no se puede descartar a China como gran proveedor de algunos tipos de bienes específicos.

Estamos en una situación de vulnerabilidad según la cual, y después de las elecciones del 28 de julio que el gobierno perdió, pero quiere hacer como si hubiera ganado, nos ha ido alejando más y colocándonos en la vía de sanciones aún más profundas; y colocándonos en lo social al borde de una guerra civil o de consecuencias mayores.

Lo anterior, por supuesto, afecta al sector económico que de ninguna manera va a invertir, y las compañías que producían los ingresos petroleros, en cualquier momento van a dejar de estar presentes en el país, y la presión va a ser tal que el reflejo más importante va a estar en la gente, en el consumidor y en el empresario de todos los niveles.

Nuestra economía no ha crecido ni tiene posibilidad de crecer; los números contables que se presentan que van desde el 8,6% a 3,2% o a 3% de crecimiento, son ficciones contables que no reflejan la actividad que todos los días vemos en las calles y en las empresas de Venezuela.

Es esa baja en el nivel de actividad que todo indica que va a profundizarse en el 2025, por lo menos mientras no se logre el cambio de gobierno. Porque eso tiene impacto directo sobre el empleo, y el empleo a su vez tiene impacto directo sobre la capacidad de consumo, y ese consumo tiene impacto directo sobre la demanda, que es la que promueve que alguien importe o produzca algún bien o servicio. O sea que se trata de un círculo vicioso que va involucionando y que ya hace tiempo que pasó del cero al negativo.

Cabe mencionar que el salario del obrero u operador privado oscila entre los 148 y los 252 dólares mensuales, mientras que los profesionales se mueven entre los 288 y los 485 dólares mensuales, y la gerencia se mueve entre los 467 y los 883 dólares por mes. Pensando que esto se refiere solamente a la parte formal de la economía que es la menor parte; porque la gran masa de economía informal o empleo público está con niveles por debajo de los 100 dólares mensuales, siempre considerando que la cesta alimentaria ya superó los 1.000 dólares por mes. Y esa es un poco la situación promedio en cuanto a la relación entre ingresos y gastos.

Otro de los problemas que afectan, tal vez uno de los más importantes, es el de los combustibles que cruza transversalmente a los distintos sectores, con mayor impacto en la agricultura, luego en el comercio y en la manufactura. Pero no hay que perder de vista que el combustible tiene mucho que ver con la generación alternativa de electricidad, cuando la luz se va, lo que queda es acudir a las plantas y los grupos electrógenos, que requieren de ese combustible para poder funcionar, y si no se consigue, y la electricidad no fue respuesta, entonces se encuentra con la falta de electricidad.

Por eso lo que supera ampliamente al combustible es el problema de los cortes eléctricos, que en definitiva afectan profundamente a nivel transversal: a la parte industrial, la parte comercial y la vida residencial, donde uno de los números promedios arroja que 95% siente entre un muy alto impacto y regular impacto, lo cual quiere decir que solamente de 4% a 5% considera que su suministro está bien.

Bashar al Asad

Miembros de la comunidad siria ondean banderas sirias mientras asisten a una manifestación el 8 de diciembre de 2024 en Berlín, Alemania, para celebrar el fin del régimen del dictador sirio Bashar al-Assad después de que los combatientes rebeldes tomaran el control de la capital siria, Damasco, durante la noche. Foto: RALF HIRSCHBERGER / AFP

Internacional

La caída del gobierno de Siria, aunque en un contexto diferente, podría tener varias implicaciones para Venezuela, considerando la relación histórica entre ambos países y los cambios en el escenario geopolítico global, lo cual podría debilitar la influencia de aliados estratégicos como Irán y Rusia en la región, con especial impacto en Venezuela, que ha mantenido vínculos estrechos con estos países en términos de apoyo político y militar.

La inestabilidad en Siria podría inspirar o reavivar movimientos de oposición en otros países, incluida Venezuela. Los grupos de oposición podrían ver la caída de un régimen, como el de Bashar al-Assad, como un precedente para desafiar al gobierno de Nicolás Maduro. Porque a menudo utiliza la narrativa de amenazas externas para justificar sus acciones y mantener el control. Un cambio significativo en la dinámica de Siria podría ser utilizado para reforzar esa narrativa, tanto en términos de amenazas externas como de justificación de medidas represivas.

Si la caída del gobierno sirio significa un cambio en el apoyo militar y financiero provisto por aliados del régimen, esto podría liberar recursos que antes se dirigían a Siria y que podrían ser redirigidos a Venezuela en un contexto de necesidad creciente de apoyo. Aunque el no haber contado con ese apoyo cuando Bashar al-Assad lo necesitó, podría indicar que la Venezuela de Maduro, estando más lejos y en territorio hostil, tal vez no pueda contar con su apoyo.

Ese cambio significativo en la situación de Siria podría desatar un nuevo flujo de refugiados hacia Europa y otros lugares, incluyendo Venezuela, considerando que hubo una distribución no revelada de pasaportes venezolanos en manos de los terroristas basados en Siria. Esto podría influir en la política internacional y en la atención hacia América Latina, incluyendo Venezuela, que ya enfrenta su propia crisis migratoria y humanitaria.

Estos posibles impactos dependen de muchos factores, incluyendo la forma en que se desarrollen los acontecimientos en Siria y cómo respondan los actores internacionales al cambio en la situación.

Recomendación

  • Al gobierno: que entienda el momento histórico y mire más allá del corto plazo, porque no cuenta con los instrumentos, la credibilidad y la confianza como para detener el rumbo de caída que lleva el país… Que no confíe en los adulantes porque están allí por miedo… y eso es malo para todos.
  • A la dirigencia opositora: que mantenga abiertas todas las opciones que apoyen el cambio, considerando que lo que el futuro nos depara ocurrirá de todos modos… pero ocurrirá mejor y más rápido si consiguen mantener los estándares de democracia, honradez y hombría de bien (incluye a las mujeres por supuesto) que requiere este momento de la patria.
  • A la dirigencia empresarial: que entienda que cuando se asumen posiciones de liderazgo, estas conllevan los riesgos asociados a los objetivos planteados por la situación. No se puede esperar permanecer siempre en la zona de confort, y en el caso de Venezuela, deben o bien vencer al miedo y pronunciarse a favor de la democracia y la estabilidad económica, o bien dar un paso al costado y dejar a las instituciones en manos capaces de estar a la altura de las necesidades de la patria… hoy, preferir a la convivencia, es apostar a la permanencia, que es exactamente lo opuesto a lo que la sociedad venezolana eligió, y el mundo y el sentido común necesitan.

 

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