Toda una semana donde el tema principal, internamente en Venezuela, giró alrededor del conflicto con Guyana por el Esequibo, con una lectura del bueno y el malo, de lo justo y de lo injusto, de la conspiración internacional, y, nuevamente, asumiendo nosotros el papel de la víctima. Porque pareciera que el trato general que le damos a nuestra política exterior es que somos los buenos, somos víctimas seriales, y los demás, si son libres, democráticos y prósperos, pues son los malos.
La lectura histórica con todos los problemas que sabemos sobre el Laudo de París, el Acuerdo de Ginebra y sobre la llegada a la Corte Internacional de Justicia, que tradicionalmente se había mantenido dentro del ámbito diplomático jurídico, se ha complicado y extendido, con una combinación de elementos estratégicos y tácticos, en las siguientes dimensiones:
- el ángulo comunicacional y mediático dónde hay una cantidad de declaraciones públicas previas 2004, 2005, 2006 algo en el 2011 y 2012, y las contradicciones que se fueron dando, utilizando el tema como herramienta de política externa e interna. Porque cada vez más la justicia está empezando a incorporar como factor de prueba algo que no está escrito como documento formal, sino que son declaraciones informales, pero por parte de funcionarios de alto nivel, que comienzan a formar parte del armado del expediente del caso;
- las acciones concretas, qué se hizo y qué no se hizo, qué se debió haber hecho y dónde, en forma realista, estamos parados hoy. Nuestra posición sigue siendo la negociación directa y que la CIJ no tiene competencia, aunque enfrentamos una realidad, que, así no nos guste y la veamos como de transgresión, “esto es lo que hay” y hay que enfrentarlo de la mejor manera posible porque se trata de alinear expectativas y evitar fantasías y sorpresas;
- otro ángulo gira alrededor del uso del reclamo como oportunidad política interna, como el referendo, justamente después de las primarias y tratando de medir cuál es la fuerza de convocatoria del chavismo de cara a las elecciones del 2024. Puede perder el carácter de ser solamente defensa de los intereses nacionales, y derivar en una mezcla de ámbitos que termine perjudicando nuestra posición;
- también están detrás los intereses reales que tienen que ver con las explotaciones petroleras y gasíferas, que son los que, posiblemente, sean el motivo de que esto esté ocurriendo ahora y no hay ocurrido antes… o no se pueda esperar un poco más. Porque para esas empresas se trata de suelo, topografía y de profundidades marinas, y les da lo mismo quién sea su dueño… claro… siempre es importante que quien le otorga la concesión tenga los títulos que sean aceptables para sus departamentos jurídicos, en la perspectiva de posibles litigios en el futuro;
- está el ámbito militar donde se sabe que hay componentes que están dispuestos a entrar en un conflicto bélico. Porque en general, el aparataje informativo que despliega el chavismo, tiene que ver con atacar a una compañía de petróleo, atacar a un gobierno legal y democrático como el de Guyana, y atacar a los Estados Unidos, al Pentágono y al comando sur; teniendo en cuenta que en 2020 Guyana firmó un tratado de protección militar con EE UU, que se ejecutaría a través de la Guardia Costera de EE UU;
- y como novedoso, está el referendo que empieza otra vez a mezclar elementos de los distintos ámbitos y que puede tener un efecto incierto. Porque para ciertas cosas no hace falta que reconfirmen que el Esequibo es de Venezuela, quien tiene todos los derechos. Tampoco hay que andar preguntando si se reconoce o no, a la Corte Internacional de Justicia, porque esa es una decisión ineludible del Poder Ejecutivo y hay un deber que no es atribuible a la población mediante un referendo porque es parte del proceso de toma de decisiones, y si las toma mal, ese es su problema y no debería compartir esa responsabilidad con la población.
Porque pareciera que el tema se ha desagregado en una cantidad de frentes que deben manejarse simultáneamente, cuando, en realidad, debería ser un problema encapsulado y específico con su propio ritmo y sus propios tiempos.
Al mezclar tantos aspectos, y teniendo un entorno abiertamente desfavorable, lo razonable hubiera sido tratar, por todos los medios, de empujar el tema hacia el futuro, para cuando el entorno le sea más favorable a Venezuela.
Hoy, el tema no se ve bien…
Político
Y cuando les hablaba de la multiplicidad de frentes, con esto del referendo, se cambia el foco de atención, corriéndolo desde las posibilidades de solución técnica (jurídico diplomática), hacia un tema político partidista, impulsado por el PSUV. Donde el esfuerzo y la energía se coloca en el registro electoral, en la constitución de las mesas y las máquinas, en la campaña cuasi electoral, en la convocatoria, en las lecturas de apoyo o rechazo, y en general, se convierte en una herramienta del forcejeo político post primarias.
Siempre buscando una forma de demonizar a aquellos que crean que el referendo no es el camino adecuado, o que crean que, nos guste o no nos guste, ya nos dejamos llevar a la Corte, y ahora tenemos que litigar allí.
Lo anterior nos conduce al tema de la “malvinización” del concepto, no solo por la posibilidad de desatar un conflicto armado, sino, principalmente por la creación de un enemigo externo común, que cohesione al país en su totalidad, chavistas y opositores, detrás del gobierno.
Porque en el caso Malvinas, sí se consiguió la alineación, pese a que la gran mayoría del país no quería al gobierno, pero igual lo apoyaron. Y, como los objetivos no se lograron, esa cohesión duró poco tiempo, y terminó en un cambio de gobierno y un juicio y cárcel para esos gobernantes.
En nuestro caso, siempre con la expectativa de que nunca lleguemos a un conflicto armado, será difícil que el gobierno cuente con el apoyo popular que solicita, no porque haya alguien que no crea que el Esequibo nos pertenece, sino porque, una vez más, desplazaron el objetivo y ahora no se trata de Esequibo sí o Esequibo no, sino de referendo sí o referendo no.
Y hay muchas razones válidas para sugerir vías e instrumentos alternativos, porque cada quién quiere a su país y a la solución de sus problemas, de una manera diferente, sin que por eso se lo quiera menos.
Y, por otra parte, al igual que en su momento ocurrió con la asamblea constituyente, el referendo y su contenido no fue una decisión consensuada con todo el país, sino que fue una decisión cuasi ejecutiva, surgida desde un espacio limitado del país.
La preocupación reside en que, al privilegiar los objetivos políticos internos, se descuiden los objetivos estratégicos, consistentes en, al menos, evitar que se pierda el Esequibo en esta administración, y que nuestros hijos y nietos tengan la oportunidad de luchar por eso en el futuro.
Este caso, junto con el de las primarias, ha servido para clarificar una divisoria de aguas, y los alacranes y escorpiones ya se manifestaron sin tapujos como chavistas, y varios de los opositores que dudaban, ya se manifestaron como opositores verdaderos.
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Social
Como siempre les digo, el peso de la eliminación de la pobreza está recayendo en las empresas privadas, considerando que son las únicas capaces de generar riqueza. Y para estar a la altura de esas expectativas deberían entrar con fuerza en el diseño de estrategias ESG, ambiental, social y de gobierno corporativo, para abordar los desafíos específicos que enfrenta el país en términos de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.
Dada la compleja situación económica, social y política en Venezuela, una estrategia ESG puede contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad, si se considera lo siguiente:
Ambiental (E):
- Energía renovable: promover la adopción de fuentes de energía renovable para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los impactos ambientales.
- Conservación de recursos naturales: desarrollar políticas y prácticas para proteger los recursos naturales, como la biodiversidad y los ecosistemas críticos.
Social (S):
- Desarrollo comunitario: invertir en programas de desarrollo comunitario para mejorar la calidad de vida en áreas cercanas a las operaciones corporativas, incluyendo iniciativas de educación, salud y empleo.
- Derechos humanos: comprometerse a respetar y promover los derechos humanos en todas las operaciones y relaciones comerciales.
Gobierno corporativo (G):
- Transparencia y rendición de cuentas: implementar prácticas de gobierno corporativo transparentes y éticas, con una sólida rendición de cuentas y divulgación de información financiera.
- Ética empresarial: fomentar una cultura empresarial basada en la ética y la integridad, promoviendo la honestidad y la responsabilidad en todas las transacciones comerciales.
Incorporando la innovación sustentable, que consiste en impulsar la innovación en productos y procesos que promuevan la sostenibilidad ambiental y social, y que contribuyan al desarrollo económico del país. Así como garantizar que los proveedores y socios comerciales, cumplan con estándares éticos y sociales, promoviendo prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro.
Deben involucrar activamente a los stakeholders, incluyendo a las comunidades locales, en la toma de decisiones, para garantizar que sus preocupaciones y necesidades sean consideradas, y contribuir al desarrollo de habilidades y conocimientos en la sociedad, a través de programas de educación y formación que fomenten la empleabilidad y el progreso social.
Es esencial alinear las expectativas con la situación específica y las condiciones del entorno empresarial y social en Venezuela. Además, la colaboración con gobiernos, ONGs y otras partes interesadas puede ser clave para el éxito de la estrategia ESG en el contexto venezolano.
Económico
Hay que reconocer que la mezcla entre la suspensión de las sanciones petroleras y el éxito de las primarias de oposición, semana entre el 17 y el 22 de octubre de 2023, generaron expectativas positivas que se están convirtiendo en un “viento de cola” que puede ayudar a que se refleje en un mayor volumen de negocios, aunque con un crecimiento muy bajo, de 1% o 2% (excepto alimentos, laboratorios y tecnología).
Las expectativas positivas están mejorando variables tales como la inflación que tal vez cierre este año entre 250% y 300%, aunque, antes de esa semana mencionada, se esperaba que estuviera entre 450% y 500%; no obstante lo cual, prevalece el componente de oferta… o mejor dicho la falta de oferta.
Algo similar está ocurriendo con el tipo de cambio, el cual, siguiendo el mismo patrón por escalones, terminará entre 40 a 45 bolívares, cuando se esperaba de 70 a 100 bolívares por dólar, lo cual se logra, además de las expectativas positivas, por el efecto de resorte apretado, que mantiene controlada la emisión monetaria, el encaje bancario y las restricciones a la cartera de crédito.
Lo anterior está fuertemente apoyado en los dólares provistos por la operación de Chevron, y, más adelante, deberán incorporarse los de Maurel & Prom, los de ENI y los de Repsol, con un efecto muy positivo.
Aunque la producción petrolera se mantendrá en un promedio de alrededor de 700 mil bpd, serán la base a la cual habrá que deducirle los 150 mil bpd de consumo interno, y los 130 mil bpd de Chevron, por lo que las mejoras tendrán que salir de los volúmenes que se negociaban “en negro”, y con muy altos niveles de descuento, y que ahora podrán manejarse “en blanco”, a precios de mercado y con transacciones con muy alta trazabilidad.
Hay que apostar firmemente al gas, porque tiene más futuro que pasado… y porque allí están nuestras verdaderas oportunidades. Ojalá el gas tuviera tanta prensa como el petróleo.
Internacional
En el campo internacional que nos impacta directamente, no ha habido cambios importantes, y cada actor se está desenvolviendo según se esperaba. En nuestro vecino Colombia se complicó un poco la posición de fuerza del presidente Petro, en las elecciones de la semana pasada. Pero era de esperarse porque cuando asumió la presidencia lo hizo teniendo en frente a una centro izquierda relativamente compactada.
Haciendo que no pudiera llevar a cabo los planes cuasi comunistas que tenía en su plan de medidas. Por eso es que, en sus declaraciones, siempre se queda en la teoría, lo cual le hace perder credibilidad y respeto, lo cual, a su vez, va horadando su gobernabilidad; de tal manera de que hay veces en las que pareciera que no podrá terminar su gobierno.
Algo similar ocurre con nuestro otro vecino, Brasil, donde también intenta desplegar posiciones de fuerza, pero que tienen el límite parecido al que tiene Colombia, que es que tiene al centro derecha con una posición de mucho peso institucional dentro de Brasil.
Y, un poquitico más lejos, está el tema de Argentina que está entrando en los 10 días finales antes de la elección de balotage entre Sergio Massa y Javier Milei, dónde el primero representa al kirchnerismo con su 35%, y el grupo de centro derecha que está en el orden de 65%, que es la proyección de los números que sacaron entre las PASO y la primera vuelta. Habrá que ver en qué resulta, porque Massa sí se pudiera beneficiar de la verticalidad tradicional de estos gobiernos de izquierda, mientras que Milei tratará de capitalizar el espacio anti kirchnerista.
Volvió a la superficie el Tema de Ucrania que había sido desplazado del spot light por la supremacía comunicacional del tema Israel. Ucrania está recibiendo el mensaje que de parte de la Unión Europea se está haciendo un esfuerzo gigantesco para tratar de que lo antes posible pueda incorporarse como miembro. Desde el punto de vista militar, desde EE UU comienzan a racionalizar recursos, más que nada porque ahora también están comprometidos con este nuevo conflicto en el Medio Oriente y tiene que administrarse.
Lo anterior obligará a Ucrania a ser más austeros en el uso de recursos y a lograr mayores niveles eficiencia y eficacia operacional en la contienda, y lograr mayores éxitos. Ahora, desde el punto de vista de lo que está pasando en Israel, el problema del contraataque y la reacción de Israel, se convierte en comunicacional y reputacional porque en realidad Hamás usa a los civiles como escudos humanos y es muy difícil que puedan evitarse las pérdidas de vida de civiles.
En EE UU, la contienda electoral comienza a mostrar la fuerza electoral de Trump versus Biden. Porque en la contienda de cara adentro del Partido Republicano, Trump parece imbatible. Y los demócratas, no tienen aún un candidato diferente a Biden. Así que no sería extraño que Trump regresara a la presidencia, con el impacto negativo que podría tener sobre Venezuela.
Una vez más nos mueven las expectativas y una variación de la Ley de Murphy: Si creemos que algo puede pasar, pues entonces, ocurrirá.
Recomendación
- Al gobierno: que permita el libre juego de mercado para encontrar dónde hace los énfasis y asigna recursos. Hoy, para nosotros en Venezuela, la economía planificada centralmente ha demostrado que no funciona y hace daño.
- A la dirigencia opositora: que debe hacer esfuerzos por alinear las expectativas de la gente de base, con las posibilidades de ofrecer un futuro brillante, y mostrar cómo es que se logrará. El qué es muy importante, pero sin el cómo puede quedarse en una fantasía más.
- A la dirigencia empresarial: que debe rescatar, fomentar y reforzar los conceptos de adaptabilidad y resiliencia, para alinearlos con entornos económicos volátiles y frente a desafíos inesperados. Esto puede implicar la diversificación de productos, servicios o mercados. Y no olvidar mantener altos estándares éticos y de transparencia en todas las operaciones comerciales. Esto es crucial para construir y mantener la confianza tanto interna como externamente.
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