VENEZUELA

Análisis de entorno: Repensar el sector eléctrico

por Avatar Benjamín Tripier

La agenda informativa y la matriz mediática de esta semana se desplazó desde las primarias de la oposición, hacia el viaje a China que ocupó un espacio importante y dejó fuera de radar a todo el proceso opositor.

El viaje a China tuvo varias lecturas, entre ellas, la posibilidad de reanudar negocios, la posibilidad de renegociar la deuda, la posibilidad de buscar al socio más pesado de los Brics+ (extendidos), para buscar la manera de ser admitidos.

Y hablando de Brics+, aprovechar el viaje a Shanghai para conversar con el banco (de los Brics+), y darle también una señal a los Estados Unidos de que del otro lado hay un contrapeso que les tendría que servir de alerta, de que China pueda entrar y “apropiarse” de lo que se ha dado en llamar el “patio trasero” de los Estados Unidos, especialmente el de Venezuela.

Entonces habría que razonar algunos elementos para poner la situación en perspectiva: por una parte, no hay que olvidar que China está en el otro lado del mundo, y que si bien intenta fortalecer las relaciones y las cabezas de playa en Latinoamérica -con inversiones solamente en Argentina y Brasil- con proyectos o financiamientos, en procura de materias primas, cada vez le resulta más pesado financiar esa estrategia, especialmente cuando su economía está desacelerándose y comienza a necesitar menos insumos básicos, que son los que le provee la región.

Por otra parte, se hace difícil que en la relación con Venezuela puedan retomarse las condiciones en las que se desarrolló en el pasado, que en su momento tuvimos las relaciones cercanas y uno veía chinos por toda la ciudad, y por todo el país.

La relación no funcionó, básicamente porque no había una alineación cultural; ellos tienen su propia manera de hacer las cosas, no tienen el mismo idioma ni los mismos valores y principios, haciendo muy difícil lograr resultados (nos pasó lo mismo con los iraníes y con los rusos).

Eso es lo que pasó con los chinos, que terminaron yéndose completamente, y muchas de sus empresas se fueron desde aquí para Argentina. Es una relación que no terminó bien, y después empezó a complicarse un poco el tema del petróleo y también de poder pagarles.

Haciendo un corte a esta fecha, si uno tuviera que decir en qué condiciones se da esta visita de Estado, ya saben que no pueden trabajar juntos, y que si dejan que solamente Venezuela produzca el petróleo para repagar los 16.000 millones de dólares pendientes no va a ocurrir; entonces es importante que empresas chinas se ocupen de lograr ese repago.

Sin embargo, el tema que tal vez era el más importante, pasó casi desapercibido por los medios y por los informes oficiales, que fue el de la pobreza en Venezuela, y de la cooperación sobre reducción de la pobreza con el Centro Internacional de Reducción de la Pobreza de China. Las experiencias de ellos son valiosas por la gran escala de pobreza que mantienen y nuestra necesidad de tener benchmarking partners de los cuales podamos aprender.

Curiosamente, esa arista, la de la pobreza, podría ser la gran oportunidad de relanzar la relación en un tema que es tan sensible, como lo es la creciente cantidad de pobres que tenemos, que seguramente, para finales de este año 2023 regresará al famoso 94% de pobres que informaba Encovi en el pasado.

Porque en todo lo demás, fue un viaje que uno podría anticipar, que el propósito principal era renegociar el pago de esa deuda y para reanudar el circuito de pago con petróleo, alguna empresa china iba a ayudar a producir ese repago. Esto es solo una lectura, que no necesariamente es lo que ha ocurrido.

Leyendo y manejando información, uno pudiera anticipar que el mensaje más fuerte del viaje fue el político, y principalmente de cara a los Estados Unidos, en el sentido de dar el mensaje de que “tú me estás sancionando, me voy a buscar otros amigos”.

Foto: EFE/ Prensa Miraflores

Pero allí no hay que perder de vista que inclusive como ocurrió en el pasado con las empresas rusas, para las empresas chinas su gran mercado es Europa y Estados Unidos, y especialmente Estados Unidos que es el que sanciona a los que negocian con Venezuela. Entonces, la empresa china que vaya a negociar con Venezuela corre el riesgo de ser sancionada, y en este momento, China no está para darse el lujo de perder mercados solamente por un tema netamente de contrapeso geopolítico.

Este es un momento en el cual China necesita bajar su capacidad de compra de materias primas (incluyendo petróleo) e incrementar su capacidad de venta de productos terminados, para tratar de restablecer el ritmo de su economía, que ha comenzado a desacelerarse. Es que estaba diseñada con 45% del producto bruto orientado a la construcción, y cuando cae Evergrande, y empieza a afectarse todo el proceso, y a parecerse a la que tuvo Estados Unidos en el 2008, que se hizo global.

Si bien la economía China tiene un tamaño importante, no tiene el impacto internacional que tuvo la de EE UU. La economía china es una cápsula, una burbuja gigantesca, pero es una burbuja al fin. Es difícil que empresas chinas corran el riesgo también de ser sancionadas por hacer negocios con Venezuela. Es posible que negocien una comfort letter con la OFAC, tipo la GL de Chevrón, orientada a cobrar deuda que se pague con petróleo o a las que están en curso tratando de negociarse.

Y siguiendo esa línea de análisis, existe la posibilidad real de que se logre y que les permitan la posibilidad de cobrar lo que les deben, y de paso se produzca algún tipo de inyección o de reactivación en los flujos de fondos hacia el país. No digo que no haya proyectos que pudieran salir de este viaje a China, pero no hay que perder de vista que el aparato del gobierno chino no tiene la cintura para moverse de un día para otro, sino que son procesos largos.

La preparación de este viaje debe haber tomado muchos meses, y con nosotros hay una diferencia de ritmos, entre los meses que puede haber tomado el preparar este viaje desde su punto de vista, mientras en Venezuela pasaron muchas cosas; o sea que tenemos ritmos de muchísima frecuencia y volatilidad, mientras que China se mueve con procesos más estables.

Por eso en el caso de China, cuando empieza a bajar el producto, y se nota que ya en vez de crecer al 8 va a crecer al 5 o al 6, se supone que, al cambiar la pendiente, en el futuro van a crecer al 4 o al 3; de allí que todos los que están alrededor de China tienen capacidad de anticipar, mientras que China, por su parte, tiene poca capacidad de anticipar lo que está pasando o lo que va a pasar por aquí, que nos movemos a un ritmo distinto. Y no tienen tanto interés en Venezuela como para armar un task force dedicado a tratar de entender qué es lo que pasa aquí adentro.

Si tuviéramos que resumir el viaje, pudiera decirse que fue para renegociar las condiciones de la deuda y permitir que empresas chinas ayuden a sacar el petróleo que va para ellos. Y para mostrar al mundo que todavía estamos allí y a tratar de negociar la entrada al Brics+; y, como siempre hay que ver las cosas del lado positivo, este viaje se podría ver como una señal de que la revolución bolivariana conserva los amigos y entre estos amigos está China, como muy importante para ayudar a expandir el club de amigos.

De la misma forma que China planifica a largo plazo, Estados Unidos también lo hace; o sea que todos los cambios que se van produciendo en Venezuela día a día, siempre chocan con la misma continuidad y consistencia de la política de los Estados Unidos frente a nosotros; entonces cuando uno encuentra analistas que dicen que con este mensaje del viaje a China, Estados Unidos va a cambiar y va a levantar sanciones, pierden de vista que si es ese viaje hubiera tenido un impacto, los cambios subsecuentes, posiblemente tendrían efecto recién para finales del año próximo. Porque todo el aparato de análisis de los Estados Unidos tendría que procesar.

Y llegar a bajar sanciones no es un tema que resulte fácil; yo siempre les comento que, al principio de las sanciones, desde los Estados Unidos señalaban que poner sanciones era relativamente rápido, pero que levantarlas podría ser, no solo muy lento, sino que hasta en términos concretos, nunca se lograra, porque siempre hay alguna lista donde el sancionado queda incorporado.

Entonces digamos que es difícil que Estados Unidos pueda cambiar de posición por el viaje a China. Pero si ocurriera, sería porque ya estaba en el perfil de opciones, y, también posiblemente, más vinculado al rescate de rehenes que a cualquier otra cosa.

Congreso de Estados Unidos

Político

Con la inminente liberación de los tres mil millones de dólares acordados el año pasado en las mesas negociación de México, se plantea ahora en Venezuela, si la actitud del gobierno va a ser la contrapartida acordada, que era mostrar explícitamente la voluntad de tener elecciones siguiendo las recomendaciones del informe de la Unión Europea, que fue suscrito también por otros observadores incluso de países amigos.

El tema que se abre es el que uno esperaría que ocurra a partir de ahora, pero para poder leer el de ahora en adelante, o desde el momento en que estén disponibles los tres mil millones para ser administrados por Naciones Unidas, tenemos que retrotraernos a por lo menos tres meses atrás.

Cuando se dio la renuncia masiva e intempestiva de los miembros del Consejo Nacional Electoral, cuando se formó la comisión de análisis de postulantes presidida por la esposa del actual presidente, cuando se nombró un nuevo Consejo Electoral presidido por la persona que firmó la inhabilitación de María Corina Machado (y cuando se produjo su inhabilitación), cuando hay un ataque continuo a la realización de las elecciones primarias, con fuertes indicios de tratar de evitar que ocurran, cuando hay declaraciones muy fuertes sobre que el gobierno se va a quedar 200 años más, y prometiendo que las inhabilitaciones no se van a levantar y cuando se anticipa que no se va a permitir la observación internacional.

O sea, cuando se da un conjunto de condiciones que muestran exactamente lo opuesto a lo que se hubiera esperado como contrapartida a los tres mil millones. Parece difícil que lo de los tres mil millones se vaya a echar para atrás, pero si va a ser complicado que, de ahí en adelante, puedan sostenerse las declaraciones de la Casa Blanca -vía Juan González- de que si hay una manifestación expresa entonces se podría considerar el alivianar sanciones; es evidente que no va a ocurrir, y por consiguiente, es hasta natural que las relaciones políticas con Estados Unidos se vuelvan más lejanas y más distantes y se saque de la mesa cualquier posibilidad de aliviar sanciones. Que, por cierto, cuenta con el rechazo de gran parte del Congreso, y por supuesto del Partido Republicano, en una etapa de precampaña, donde Venezuela se convierte en un tema tipo “kriptonita”, donde el que la menciona corre el riesgo de, dependiendo lo que diga, que le reste puntos.

El tema del intento de ingreso al grupo Brics+, tiene la intención política primaria de buscar flujo de caja (el banco en los Brics+ que por el momento no se consiguió con dos visitas, una anterior y esta nueva ya con el presidente allá), y la otra, es entrar en el campo de la desdolarización, pero no porque la desdolarización sea algo que pueda influir en el caso de Venezuela sino más como objeto político de antagonizar con los Estados Unidos.

Y aquí cabe hacer la disquisición de que el mensaje hacia afuera de desdolarizar, está teniendo un efecto interno importante, ya desde el año pasado. Porque el mensaje de desdolarizar de cara dentro, cuando nuestra economía está casi totalmente dolarizada, y hasta los entes de gobierno utilizan al dólar como factor de referencia, se convierte en uno de los tantos mensajes que pone un freno a las posibilidades de crecimiento.

El tema de poder desvincular la política de la economía, tiene como propósito que la economía logre su máximo desarrollo impulsando a un sector privado fuerte, e inyectando los resultados de la venta de petróleo, no tanto para los negocios privados como ocurrió en el pasado, que llevó a los actos de corrupción que terminaron con los 80 presos con los trajes naranja, sino más bien para atender la necesidad real de disminuir la pobreza.

Estamos claro que estamos entrando en un periodo de radicalización política que va a terminar arrastrando a la radicalización económica, y que, como consecuencia, va a llevar a una radicalización social. En este caso, la radicalización política ya está manifiesta sobre sobre la mesa de trabajo de toda entidad política y del gobierno, que hace que el ambiente empiece a adquirir niveles de riesgo para para su desarrollo.

Porque el paso natural del liderazgo que va a salir de las primarias, ya sea que se reconozcan, que se realicen o que no, y que tengan que ser reemplazados por mecanismos de encuestas o consenso, lo que no pareciera que vaya a cambiar es el liderazgo de María Corina Machado que es varias veces superior al segundo a nivel nacional, y mucho más al segundo desde el punto de vista opositor, que quedaría de tercero si se incorpora al chavismo.

Esos movimientos de calle bottom up que están ocurriendo en el interior, van a terminar trasladándose a Caracas; y si se consolida ese tipo de liderazgo, lo que va a terminar produciendo es lo que les decía más arriba, de la radicalización social.

El tablero sobre el que se está moviendo la política en Venezuela no tiene un impacto en el presente, pero sí va a tener un impacto cada vez mayor en el futuro inmediato y de mediano plazo; y posiblemente ya para el año próximo, estemos en una situación donde si el dinero del ingreso del petróleo el gobierno no lo utiliza para mejorar la infraestructura social, se va a encontrar con las posibilidades de que algo, socialmente, pueda explotar.

eléctrico

Foto: Efe

Social

Según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la pobreza extrema en Venezuela ha alcanzado a tres de cada cuatro venezolanos. La crisis económica, agravada por la pandemia de covid-19 y la crisis de combustibles, ha contribuido al aumento de la pobreza en el país. Desde 2014, Venezuela ha experimentado escasez de suministros básicos y una de las hiperinflaciones más graves del mundo. Millones de personas necesitan ayuda alimentaria y una mejora urgente de sus ingresos.

El crecimiento de la pobreza ya ha llegado a su máximo posible y aunque no se espera que la pobreza aumente más, la variación se ha visto principalmente en la pobreza extrema. Las transferencias directas de dinero a los pobres han disminuido en términos reales.

Es importante destacar que la situación económica y la pobreza en Venezuela son temas complejos y están sujetos a cambios constantes. La mala gestión económica y las continuas devaluaciones de la moneda local son señaladas como parte de la problemática. Las sanciones internacionales también han sido argumentadas como un factor que agrava la situación económica del país.

Es importante seguir monitoreando la evolución de la economía y las políticas implementadas para abordar la pobreza en el país.

Tomando ventaja del viaje a China y que se ha considerado el tema de la pobreza, es importante reconocer las estrategias de reducción de la pobreza en China. Han implementado una serie de políticas y programas para reducir la pobreza que incluyen:

Es importante tener en cuenta que el manejo de la pobreza es un desafío continuo y complejo, y China sigue trabajando en la implementación de estrategias efectivas. Sería importante desarrollar un plan interno financiado por China y administrado por la ONU, no para atender la pobreza, sino para que la gente deje de ser pobre.

electricidad Montalbán, eléctrico

Económico

La situación del sistema eléctrico en Venezuela en 2023 es precaria y ha sido objeto de numerosas críticas y protestas debido a los constantes apagones y fallas en el suministro de energía, por lo que, si bien se puede seguir con el enfoque de soluciones parciales y no siempre coordinadas, lo ideal sería desarrollar un mapa estratégico para transitar desde el aquí y el ahora, hacia un futuro virtuoso donde la energía eléctrica esté disponible según se necesite.

En nuestra firma de consultoría tenemos mucha experiencia en el sector, razón por la cual entendemos que hay que tener un enfoque de fondo, desarrollando una hoja de ruta que pueda poner en perspectiva el conjunto de esfuerzos que seguramente se van a emprender con parte de los tres mil millones liberados de las sanciones.

De ese monto deberían salir los fondos para armar la arquitectura del futuro, más allá de las cosas urgentes que deben atenderse… de todos modos siempre es mejor tener una hoja de ruta.

Claro que para emprender un proyecto de la profundidad  del que menciono es fundamental contar con la voluntad política y el compromiso del más alto nivel, principalmente porque los cambios de enfoque y aproximación a las soluciones que hacen falta, van a requerir de revisiones a los marcos jurídico y conceptual, y posiblemente se enfrenten a preconceptos de planificación y diseño de sistemas eléctricos, que resulten disruptivos para el pensamiento imperante, que actualmente, se percibe en los profesionales del área.

Seguir haciendo lo mismo no debe ser una opción, sino todo lo contrario; habrá que trabajar sobre cambios en la ley eléctrica y en la institucionalidad organizativa y funcional, repensar la distribución geográfica, la matriz energética y los pesos relativos de las energías primarias disponibles, reales y potenciales, así como un nuevo mapa de actores, públicos y privados, con el criterio de alta concentración, con máxima descentralización del proceso de toma de decisiones y operación.

Como se desprende de lo mencionado, habrá que hacer un énfasis inicial en decidir el sentido de dirección más adecuado no solo para el presente, sino para el devenir, con el o los escenarios más probables. El resultado de estas decisiones deberá estar documentado en un white paper, y confirmados formalmente por las instancias de poder vinculantes. Sin duda, habrá que considerar las sanciones americanas, buscando los espacios de flexibilidad que hagan de este, un plan realista, y una hoja de ruta viable.

No se puede desconocer, que mientras se piensa el futuro, al mismo tiempo se está conviviendo con una emergencia/contingencia eléctrica, cuyos objetivos de solución, son diferentes y hasta antagónicos con los objetivos estratégicos. La crisis debe trabajarse en paralelo, con el enfoque de la sala de emergencia de un hospital o el de un incendio cuando los bomberos actúan.

Es la minimización del impacto, y el de la priorización de las zonas más críticas. Se trata de reusabilidad crítica, de supervivencia y de lograr la estabilización de coyuntura, hasta que se incorpore a la solución estratégica. O sea que se deberían manejar en paralelo con objetivos diferenciados, pero con una base común de recursos disponibles, y de conocimiento.

A continuación, les presento algunos puntos clave sobre la situación del sistema eléctrico venezolano en 2023:

Esto indica que la calidad del servicio eléctrico se ha deteriorado en la capital del país, a pesar de los esfuerzos del gobierno para minimizar los impactos en esta área.

La recuperación y mejora del sistema eléctrico en Venezuela requerirá esfuerzos significativos y una inversión a largo plazo. Pero lo antes que se dé el primer paso, lo antes que se podrá llegar a la meta.

Internacional

Desde el punto de vista internacional, es importante destacar que Venezuela ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años, tanto a nivel político, económico como social, lo que ha llevado a tensiones con otros países y a la imposición de sanciones internacionales. Y esa situación política y económica ha generado una migración masiva de ciudadanos venezolanos hacia otros países de la región.

Este éxodo ha generado preocupaciones y desafíos tanto para los países vecinos como para la comunidad internacional en general. Organizaciones como ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) están trabajando para brindar apoyo y coordinación en la respuesta a esta crisis migratoria.

Con el tema de los Brics+ ha subido la atención de las relaciones bilaterales con uno de los socios más fuertes del grupo, que es la India, que se basa en aspectos como la cooperación, especialmente en el sector energético, y la presencia de comunidades indias en Venezuela. A continuación, algunos puntos clave sobre la relación entre los dos países que han firmado acuerdos para fortalecer sus relaciones de cooperación en diversos sectores, como el energético, la salud, la agricultura, el turismo y la minería. Estas relaciones se basan en el “respeto, el espíritu de hermandad y el compromiso en la construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar”.

India es el tercer mayor importador de petróleo del mundo, mientras que Venezuela tiene las reservas más grandes de petróleo del mundo. Las dos naciones han establecido relaciones en el sector energético, como la firma de un acuerdo en 2005 para la cooperación en la industria de los hidrocarburos y la creación de un joint venture llamado Petrolera IndoVenezolana SA en 2008. Además, India ha sido un comprador importante de crudo venezolano, con una adquisición de entre 500.000 y 600.000 barriles diarios en ciertos momentos.

Las relaciones comerciales entre Venezuela e India han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, llegando a casi 300 millones de dólares en 2019 y 2020, y elevándose a 557 millones desde 2020 hasta la actualidad. El gobierno venezolano busca atraer a inversionistas del mundo a confiar en Venezuela como destino comercial, garantizando la inversión a través de la Ley Antibloqueo.

Además del sector energético, otros sectores en los que Venezuela e India han fortalecido sus relaciones de cooperación incluyen la salud en el ámbito de la cooperación médica y la promoción de la salud pública, agricultura, alimentación y turismo.

Los acuerdos se convierten en vacíos si las empresas privadas no están activamente involucradas, razón por la cual debería darse un paso firme hacia la privatización de empresas porque con el tema de las sanciones, que llegaron para quedarse mucho tiempo, es difícil que alguna empresa privada, nacional o internacional, quiera/pueda ser socia del gobierno. Eso es una utopía que solo funciona en sectores como el petrolero, en la conciencia de que podría producir, un mínimo de cinco veces más, si fuera privado.

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